La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

EMERGENTES, HEDGE FUNDS Y MÁQUINAS TRAGAPERRAS

Moisés Romero - Viernes, 14 de Julio
tragaperras Movimientos como los de ahora no son nuevos en las Bolsas. En 2004, como fecha más próxima, los mercados vivieron meses de zozobra, con los principles indicadores en negativo hasta bien entrado el otoño. En aquellos momentos, la mayor parte de los mercados emergentes, a los que algunos culpan del fiasco reciente, se comportaron de idéntica manera, aunque con algunas excepciones notables. Ayer, como hoy, el argumentario para la subida era tan endeble como el que propició la mejora hasta mayo de este mismo año ¿Por qué han bajado las Bolsas? Dicen los entendidos que la respuesta correcta es la pregunta contraria ¿Por qué han subido? En cualquier caso, la rueda de los mercados no se detiene y hoy como ayer los protagonistas son los mismos en términos conceptuales. Los hedge funds, los jugadores de casino y los expertos en volatilidad, más en los emergentes que en otros, siguen en el tajo.

Hay fenómenos, no obstante, que siguen presentes en el mundo de la Bolsa, con los mismos protagonistas, idénticas zozobras y similares niveles de vulnerabilidad hoy que antaño. Por ejemplo, el movimiento en los mercados emergentes por mucho que sea el empeño, que lo es, de grandes gestores y bancos de inversión influyentes en demostrar las bondades de estos mercados. Ahora que algunos dicen que el correctivo de mayo estuvo propiciado en su origen por el desatino de algunos hedge funds en determinados mercados emergentes y el efecto dominó que éstos tuvieron en el resto de los grandes mercados, conviene recordar cómo la Bolsa de La India, llamada a ser la tercera potencia económica del mundo, tuvo que cerrar sus puertas a mediados de mayo cuando el índice caía más del 10%.

Lo mismo ha pasado con el resto de los denominado mercados emergentes, principalmente lo latinoamericanos, aunque no ha sido ahora cuando peor se han comportado. En el índice brasileño Bovespa,  hemos visto descensos superiores al de los últimos días a lo largo de los tres últimos años. En concreto, caídas del 19% entre abril y julio de 2005 y más del 26% en los primeros cinco meses de 2004. En el punto más bajo de la reciente caída, el índice de la bolsa de Brasil bajó un 14%.

Si nos atenemos a la referencia propiciada por los descensos de 2004, hay Bolsas que, en moneda local, ahora sí se han comportado peor. Siempre con el cálculo en el punto de inflexión más bajo de la crisis de mayo, la Bolsa de Arrgentina acumuló un descenso del 21%; la de Rusia, de un 36%; la de Indonesia, de un 17%; la de Hungría,de un 18%. Las monedas también llegaron a perder más que en aquel momento en los casos de BRL (-9,7%), TRY (-12 ) y Rand (-7.2 %). En esta ocasión ha vuelto a manifestarse cómo los mercados emergentes sucumben por la incertidumbre de los grandes, y no al revés.

En éste, como en anteriores varapalos, también en las posteriores recuperaciones de los mercados, el papel de los hege funds ha sido clave, dado los fuertes niveles de apalancamiento, que ahora son mayores por la posición excepcionalmente baja de los tipos de interés. La mayor parte de los gestores de estos fondos sólo atienden índices según fórmulas matemáticas, que buscan rentabilidad cortas en cualquier activo, pero que se convierten en relevantes por las grandes sumas que mueven.

A veces, las fórmulas en juego dan todo lo que tienen que dar de sí, se atascan y la gigantesca rueda gira atrás aplastando con un solo movimiento todo lo que encuentra a su paso. Es lo que sucedió en mayo y parte de junio. Ahora, hay que volver a enderezar el rumbo.

Finalmente, en el casino de la Bolsa, como en otros casinos, abundan las máquinas tragaperras. Juegan en ellas los que menos fondos tienen, pero son siempre los más numerosos. Entran y salen, salen y entran. Su actividad mejora la liqiuidez, pero también propicia tropiezos indeseados y genera efectos manadas.

Es la Bolsa de ahora, la que mezcla aspectos técnicos con emociones vibrantes, el hielo con el calor. Una combinación no apta para corazones débiles ni carteras flacas. 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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