Working Paper AJ47/1T ? 9
Santiago Niño Becerra - Lunes, 03 de Julio(For Your Eyes Only)
En Asia, la extraordinaria adaptabilidad de Japón y de su modelo y la expansión internacional que su economía había desarrollado en las décadas anteriores, le ayudó a sobrellevar con una cierta holgura los efectos de la crisis; además, la cultura económica japonesa basada en el acuerdo, en el equipo y en la coordinación de actividades, contribuyó decididamente a ello. Por añadidura, cuando, a partir del 2015, las ‘nuevas ideas' se convierten en una de los motores de avance para salir de la depresión, la creatividad japonesa contribuyó, decididamente, a la recuperación de su economía y de su sociedad. No fue éste el caso de China.
La economía china, en gran medida sustentada por la inversión extranjera y por la exportación de bienes de bajo valor añadido fabricados de resultas de la deslocalización de actividades desde países con costes más elevados, se colapsó, en ello mucho tuvo que ver la particular forma china de hacer las cosas basada en la negociación, en el tacto, en la espera, en el formalismo y en métodos de gestión indirecta (Ver Anexo C). Cuando se produjo el inicio de la crisis, el modo de hacer chino entró en conflicto con las necesidades del momento; la inercia de su historia y su demografía imposibilitaron el cambio de rumbo de su economía. Al llegar el 2015, la economía y la sociedad china habían perdido prácticamente todo lo ganado en el período 1980 - 2005.
Africa, la práctica totalidad de Latinoamérica (el Area del Caribe inclusive) y extensas zonas de Asia entraron en una fase de desintegración debido al colapso de sus débiles estructuras administrativas y de gobierno y a la tremenda mortandad causada -sobre todo en Africa- por el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, la Malaria y el virus Ebola (Ver Anexo E), así como por la falta de alimentos derivada de la finalización de la ayuda internacional y de sus carencias infaestructurales. De hecho, América Latina y Africa quedaron reducidas a reservorios de materias primas explotados por diversos consorcios de corporaciones en régimen de asentamiento a través de sistemas robotizados altamente eficientes y muy escasamente utilizadores de factor trabajo.
Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.
Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.
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