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Motos

Santiago Niño Becerra - Viernes, 07 de Julio

motocicleta. (Del fr. motocyclette). 1. f. Vehículo automóvil de dos ruedas, con uno o dos sillines y, a veces, con sidecar. (Diccionario de la Lengua Española).

Yo nunca he sido miembro del equipo de Gobierno de un país, comunidad autónoma o municipio, sin embargo, puedo deducir que gobernar es muy complicado, difícil, vamos. Por otra parte, los Gobiernos, independientemente de que estén -todos- formados por personas competentes, lógicas, racionales, justas y cabales, no por ello, o precisamente por ello, están exentas de error: son humanas/os.

Hace unos meses, en el Reino de España, se tomó la decisión de que las personas en posesión del permiso de conducir automóviles, pudiesen, así mismo, conducir motocicletas de hasta 125 cc. La medida fue celebrada por el sector de la motocicleta y por bastantes personas que, día tras día, estaban obligadas a sufrir caravanas y embotellamientos circulatorios.

Recientemente han comenzado a aparecer estadísticas en relación al impacto que sobre la siniestralidad está teniendo el aumento habido en el parque de motocicletas de hasta 125 cc como consecuencia de la medida: el aumento ha alcanzado cotas estratosféricas.

El que esto escribe, o sea, yo, lleva casi 35 años conduciendo motocicletas; mal contados debo llevar más de medio millón de Kms. recorridos en el vehículo cuya definición encabeza estas líneas.

Les habla la experiencia: una motocicleta no es un vehículo de cuatro ruedas. El estilo con el que una motocicleta debe ser conducida, los reflejos requeridos para conducirla, la soltura necesaria para aprovechar su extraordinaria movilidad, nada tienen que ver con los reflejos y la soltura precisos para conducir un automóvil de cuatro ruedas; es otra historia porque se trata de otro vehículo; y claro, luego sucede lo que yo veo varias veces al día: personas de cuarenta años -o más- que se han pasado toda su vida metidos en un coche, intentando hacer lo que chavales de 20 llevan haciendo desde cuatro; o no intentándolo, pero asustados y temerosos por la vorágine que les rodea y contribuyendo, con su actitud, a acrecentar los problemas que la medida intentó evitar.

No lo duden: nuestros gobernantes, todos, puede que sean superfabulosos, pero con respecto a las motos se equivocaron. La economía del mundo de la motocicleta es fundamental, pero otras cosas también lo son. Ya lo dice el refrán: "Desvestir un Santo ..."

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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