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Estampillas

Santiago Niño Becerra - Lunes, 10 de Julio

Un par de meses antes de que estallasen los affaires de las estampillas, me llamó una amiga.

Me dijo que una tía de su pareja había decidido hacer un regalo a sus sobrinas y sobrinos consistente en una aportación nominativa individual a uno de los fondos que en reino se dedicaban a la ¿inversión? en estampillas -que ese es el nombre técnico de lo que, coloquialmente, se denominan ‘sellos'-, aportaciones que serían canalizadas a través de uno de los hijos de la tía y que desempeñaba funciones comerciales en uno de esos fondos; evidentemente, el comercial trató de que los beneficiarios del regalo incrementasen su participación, y ese fue el motivo de la llamada que mi amiga me hizo.

Le realicé una serie de razonamientos simples y sencillos, de pura lógica. Luego, mi amiga, por su cuenta buscó más información en la Red, y encontró un superartículo que abordaba el tema en detalle, ¿adivinan dónde?, pues en el Wall Street Journal. Entre mis razonamientos y la información que halló, mi amiga y su pareja no aportaron ni un céntimo al fondo. Dos meses después estalló el escándalo en relación con los dos fondos que Uds. conocen; el fondo del que mi amiga me habló era uno de ellos.

El impacto que este asunto está teniendo entre la población española está siendo monstruoso, ¿por qué?, pues porque lo que la justicia determinará si es un fraude ha sido consecuencia de un doble fenómeno. Por un lado, la posible manipulación del valor de los activos objeto de la inversión; por otro, las ansias de los aportantes por mejorar los rendimientos de sus ahorros. Es decir, avaricia y necesidad, dos elementos que combinan mal, pero que muy mal, en todos los órdenes de la vida, pero que lo hacen fatal en el mundo de las inversiones.

Pero el final de la historia aún está por llegar. Uds. sabrán que los afectados están reclamando ayudas públicas, la intervención del Estado, garantías. Uds., ¿qué piensan?, ¿creen que el Estado debería dárselas?, ¿consideran pertinente que dinero público, que fondos provenientes de las contribuciones fiscales de todas las ciudadanas y de todos los ciudadanos del reino sean destinados a ese fin?. La cosa no es baladí ya que algo así podría abrir la puerta a otras peticiones, si no iguales, parecidas.

Yo, ni quito ni pongo, tan sólo reflexiono (que no es poco).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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