La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

NO SABEN LO QUE HA PASADO, PERO ASEGURAN CONOCER LO QUE PASARÁ

Moisés Romero - Jueves, 06 de Julio
bola Hemos vuelto a releer las reflexiones sobre los sucesos del movimiento vendedor masivo iniciado el 9 de mayo y no hemos encontrado consenso entre los actores, quizá porque la recuperación parcial desarrollada en junio ha sido un antídoto eficaz a corto plazo, una especie de planta cura lo todo. Sólo los analistas más fríos conservan en su retina los sucesos y advierten de que es el primero y gran aviso de lo que puede acontecer durante los próximos meses si la inflación sigue al alza y los grandes bancos centrales mantienen su discurso alcista en lo que respecta a la evolución de los tipos de interés. Ahora que el segundo semestre echa a andar, desconciertan, por atrevidas, las voces repetitivas de otras tantas firmas de análisis sobre lo que harán los mercados en los próximos meses. Una gran osadía por cuanto no nos han explicado por qué los mercados bajaron con fuerza durante gran parte de mayo.

 

La ceremonia de la confusión es consustancial a los movimientos diarios de la Bolsa del mismo modo que la propaganda no puede desaparecer en las proyecciones y diseños de los intermediarios financieros, porque gran parte de sus cuentas de resultados dependen de este negociado. Burro grande ande o no ande, que por estos pagos es lo mismo que decir que la llama de los mercados debe permanecer eternamente encendida y con supuestos de mejora, con visión alcista.

Por eso, en estos días abundan los informes de situación y estrategia respecto a lo que harán o de dejarán de hacer los mercados en los próximos meses sin que en la mayor parte de los enunciados existan citas sobre los sucesos de mayo, es decir, sobre lo que ha pasado antes. O sea, que la industria de la intermediación bursáti se pone el mundo por montera y asegura conocer lo que va a pasar en el futuro sin que nos haya explicado qué ha pasado antes para actuar en consecuencia.

En este desfile singular de modelos nos quedamos con el ejemplo de Alan Oster, analista del Banco Nacional de Australia (NAB, por sus siglas en inglés), que predijo la semana pasada lo que todo el mundo sabía, que la Reserva Federal subiría los tipos en 25 puntos básicos hasta el 5,25%, pero, agárrense que vienen curvas, prevé que la máxima autoridad monetaria podría bajar los tipos de interés en tres ocasiones en el segundo semestre de 2007, ya que la situación empeorará a finales de 2006 y en 2007.

Aunque, los mercados están descontando en un 95% de posibilidades que los tipos volverán a subir en 25 puntos básicos en la reunión del Comité de Mercados Abiertos de agosto, Oster considera que parte del incremento actual de la inflación refleja efectos de segunda ronda provocados por el encarecimiento del petróleo en un entorno de crecimiento razonablemente elevado, y afirma que el proceso inflacionista estadounidense no se debe al aumento de los salarios.

Ya tenemos, por tanto, una proyección fantástica: los tipos van a volver a subir en agosto para bajar hasta en tres ocasiones a continuación. Uno se muestra frío ante este corolario y se pegunta ¿por qué va a consumir tantos cartuchos la Reserva Federal de Estados Unidos en tan corto espacio de tiempo? ¿ Por qué no coger el próximo atajo para llegar cuanto antes a la meta?.

No sabemos quién es el tal Oster, del Banco Nacional de Australia, pero lo traemos aquí hoy de invitado espcial, porque tiene muchos imitadores. Hay, en esta línea, un grupo de agitadores que pregona en los últimos días que hay que salir corriendo de la Bolsa ante la inmediata desaceleración del crecimiento en los beneficios de las compañías, por los mayores altos tipos de interés, y la previsión de un crecimiento económico más débil a nivel mundial, que volverán a presionar al dólar.

Hemos repasado nuestras notas y hemos comprobado que eso mismo dijeron hace tres años. Analicemos lo sucedido en el mercado desde entonces y concluiremos que el futuro es inexcrutable, es decir, como siempre.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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