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EL CULTO AL DIVIDENDO SE GENERALIZA ENTRE LOS GRANDES GESTORES

Moisés Romero - Martes, 04 de Julio
tarta Uno de los gestores más famosos de la Bolsa española comentaba hace unos días a un pequeño grupo de amigos que el varapalo que soportó el mercado en mayo es indicativo de lo que puede suceder en cualquier momento, porque los fundamentos no han cambiado. O sea, la espada de Damocles de nuevas caídas pende sobre la cabeza del Ibex. Advertía de la falta de ideas de puertas adentro de la Bolsa por primera vez en muchos meses y que aunque siguen las operaciones corporativas éstas ya proliferan menos, al igual que las opas, las fusiones o las adquisiciones. Por eso recomendaba volver a los planteamientos de hace cuatro años. Se trata de refugiarse en empresas que ofrecen interesantes rentabilidades por dividendo, porque son las que mejor se defenderán en  la coyuntura que viene.

Si los actores en el mercado toman nota de esta recomendación y actúan en consecuencia la obra, la evolución del mismo en los próximos meses va a experimentar un giro radical respecto a lo que ha sido en los dos últimos años. Los valores líderes, como los dos grandes bancos, Endesa y Telefónica, son los que más premian a sus accionistas desde siempre. Si se produce una traslación inmediata del dinero desde otros valores hacia éstos muy bien puede suceder que el Ibex consolide un movimiento lateral y con poca volatilidad, pero que compañías medianas y pequeñas, que son las que más han subido en los últimos años, experimenten aún retrocesos serios.

El culto al dividendo vuelve a generalizarse entre los grandes gestores del mercado nacional y, lo que es más importante, las compañías toman buena nota del fenómeno, porque de él depende su evolución en la Bolsa. Muy bien podríamos asistir, dicen los observadores, a un nuevo proceso de involución en materia de nuevas inversiones, desarrollo tecnológico y operaciones corporativas en detrimento de un mayor mimo al accionista a través de dividendos más generosos y ampliaciones de capital liberadas.

Los datos de última hora van en esa dirección, ahora que se acaba de estrenar julio y las compañías cotizadas aprovechan los primeros días para abonar dividendos a sus accionistas. Este mes 25 compañías pagarán dividendos por importe 7.231 millones de euros. Si a los dividendos de julio se le suman los ya pagados en lo que va de año la cantidad acumulada alcanza los 16.003 millones, un 57% más que en los siete primeros meses de 2005.

Cuentan los expertos, no obstante, que la cifra total está distorsionada por los pagos extraordinarios de Endesa, Arcelor y Telefónica Móviles, todas ellas envueltos en operaciones corporativas. Sin embargo, aunque en el resultado se elimine a estas tres compañías, el dividendo sigue creciendo a un ritmo del 16,8%. En concreto, la eléctrica pagó ayer 2,095 euros por acción, lo que supone un desembolso de 2.218 millones. Este dividendo se compone del pago complementario de 2005 y de un dividendo extraordinario por las plusvalías de Auna. Si a ello se le suman los 0,305 euros a cuenta que distribuyó en enero, Endesa ha pagado con cargo al pasado ejercicio un dividendo total de 2,4 euros por acción. Esta cantidad supone una rentabilidad cercana al 9%.

Valores líderes como Telefónica, Banco Santander o BBVA ofrecen en la actualidad rentabilidades directas del orden del 5%, un porcentaje suficiente para atraer grandes masas de dinero que miran con recelo la evolución de la Bolsa en general y de los valores medianos y pequeños en particular. Culto al dividendo, en fin, que puede procurar un nuevo perfil al mercado en este recién estrenado segundo semestre.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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