MÉXICO, BRASIL Y BOLIVIA, ALGO SE MUEVE EN LATINOAMÉRICA

Estaba previsto que México diera a conocer esta madrugada los resultados de las elecciones celebradas el domingo en lo que han sido los comicios más reñidos de la historia al registrarse un empate virtual entre los dos candidatos más votados. Aún quedan votos por contabilizar, con lo que habrá que esperar más para conocer al ganador. Al mismo tiempo, el presidente de Brasil ha hecho las maletas y ha iniciado un periplo por todo el país en busca de votos, más apoyo y seguidores. Evo Morales, a la vez, triunfa en Bolivia, pero con menos éxito que en las elecciones generales. Latinoamérica tiene un gran peso específico en la evolución de la Bolsa española por la importante exposición de los valores líderes en la zona y la generación de flujos por parte de los inversores extranjeros según los vientos que allí soplen. Aunque la mayor parte de las empresas ya tienen amortizada la aventura, en previsión de cualquier fiasco, el factor cualitativo de todo lo que acontece en el área siempre ejerce una gran influencia sobre el mercado español en su conjunto. 

Los valores más capitalizados de la Bolsa española cuentan en sus balances con dotaciones muy superiores a los posibles quebrantos que pudieran darse en los diversos países latinoamericanos. La mala experiencia en Argentina y los sucesivos varapalos soportados por nuestro mercado a raíz de crisis de gran calado como fueron en su día el tequilazo, el efecto samba o el efecto tango ha propiciado que los responsables de las principales compañías hayan estirilizado las cuentas de resultados y salvaguardarlas ante el ataque de cualquier virus indeseado.

Si bien los balances están saneados y con  músculo para afrontar cualquier contingencia, la realidad es que Latinoamérica tiene aún un peso específico importante en la generación de negocio y beneficio, con la consiguiente traslación a la cuenta de resultados en la actualidad. Por eso, los sucesivos acontecimientos políticos se siguen con interés en el área, máxime después de los fiascos vividos en Argentina, el retroceso jurídico experimentado en Bolivia tras la llegada de Evo Morales al poder o los desatinos constantes en Venezuela.

Los observadores más fríos han dicho que el contagio a otros países de la zona de políticas diferentes a las conocidas hasta ahora como las de Hugo Chávez o Evo Morales no ha lugar, porque los ciudadanos de esos mismos países lo impiden con sus votos. La amenaza, no obstante, sigue latente. Interesante, por ello, observar cómo Lula Da Silva, presidente de Brasil, ha iniciado una cruzada por todo el país para pedir más votos o cómo Evo Morales cuenta ya con menos apoyos entre la población.

Las elecciones celebradas en México, cuyos resultados se han conocido esta madrugada, han contado con una presión mediática muy endeble en los días previos a la celebración de las mismas, pero han recobrado máxima actualidad en las últimas horas. 

Latinoamérica, en fin, arroja luces y sombras a los balances de las principales compañías cotizadas en la Bolsa española. De ahí, la necesidad de seguir con atención los sucesos en el área. No menos importante es la propensión del dinero extranjero a entrar o salir de nuestro mercado, según los vientos que allí soplen. El pasado está lleno de experiencias en este sentido y el futuro no habrá de ser muy diferente.

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Moisés Romero