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GEOPOLÍTICA Y RESULTADOS, UN TRAGO AMARGO HOY COMO AYER Y COMO MAÑ‘ANA

Moisés Romero - Martes, 18 de Julio inestabilidad
Aprender a convivir con la inestabilidad geopolítica en el mundo. Esa fue la cantinela más escuchada en los mercados financieros a raíz de los sucesos trágicos del 11-S en Nueva York a los que luego seguieron los atentados sin precedentes en  Londres, Madrid, diversas ciudades de Arabia Saudí y, el último, en Bombay. Son tragos difíciles, para muchos imposibles de asimilar, que vuelven a lastrar la evolución de las Bolsas. El conflicto en Oriente Próximo ha vuelto a encender la llama del barril del petróleo y con ella a recordar que la inflación llama a la puerta y que serán necesarias nuevas subidas de los tipos de interés. Son muchos los estrategas los que se preguntan si esta situación terminará afectando al crecimiento mundial y, por derivación a la salud de las empresas.

Las Bolsas tratan de digerir un brebaje demasiado ácido, asqueroso, que está compuesto por unos resultados empresariales con más sombras que luces cara al futuro; tensiones inflacionistas por las nuevas subidas del petróleo y de otras materias primas; presunción de que los tipos e interés van a subir en el mundo industrializado; riesgos cada vez mayores de la geopolítica y temor a un enfriamiento económico que deteriore aún más los factores apuntados, como la pescadilla que se muerde la cola.

Sólo los optimistas de siempre resaltan que en los últimos años las diferentes economías del mundo han sido capaces de sorterar con éxito los enunciados anteriores, porque se han repetido de manera sistemática con el paso del tiempo. Es decir, que la economía ha sido capaz de convivir con precios en máximos del petróleo; tendencia al alza de los tipos de interés y la incertidumbre del denominado factor geopolítico. Destacan, por ello, que las cosas no tienen por qué ser ahora diferentes y que la maquinaria económica no se detendrá.

Se trata, no obstante, de una minoría. La mayor parte de los observadores, analistas y actores en general prevé un cambio de ciclo económico a peor en los próximos meses del que ya dan algunas referencias las principales empresas cotizadas en la Bolsa de Nueva York con motivo de la presentación de los resultados correspondietnes al primer semestre del año. Por primera vez en mucho tiempo, el saldo de advertencias negativas para los próximos trimestres es mayor que el de consideraciones positivas. Una de las principaes razones de la caída de las Bolsas está en este hecho.

 

Analistas de presitigio reconocen en los últimos días que no saben dónde mirar. Por un lado, creciente tensión entre Israel y el Líbano, y el riesgo de que se propague en el área, cuando aún no se ha resuelto el contencioso entre Irán y la comunidad internacional sobre la investigación nuclear del primero. Por otro, India ha paralizado todos los contactos de paz con Pakistán hasta que conozca con claridad que no ha estado involucrado de alguna forma en los atentados recientes. Corea del Norte se mantiene como una amenaza latente en Oriente Próximo, cuando la reciente decisión del Comité de Seguridad de la ONU criticando, pero sin sanciones, las recientes pruebas de misiles en el Mar de Japón probablemente cierran cualquier nuevo contacto con este país en el futuro próximo.

En definitiva, numerosos riesgos geopolíticos que probablemente nos van a acompañar durante bastante tiempo, durante más tiempo del deseado.


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Moisés Romero




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