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BERNANKE, UN CLON DE GREENSPAN POR AHORA

Moisés Romero - Jueves, 20 de Julio
Desde que Bernanke tomara, con más indecisión que aplomo, los mandos de la nave de la primera economía del mundo, que es asumir un reto global por el impacto de Estados Unidos en el conjunto de las economías y mercados, ha planeado una sombra de misterio, duda, incluso incertidumbre, sobre su capacidad de maniobra en épocas de turbulencias. Los mejores pilotos lo demuestran cuando arrecian las inclemencias y el pasaje, como ahora, vomita sus miedos. La intervención del presidente de la Fed ante el Congreso de Estados Unidos ayer fue breve, apenas media hora, pero obró el milagro y con él un giro de 180 grados en los mercados. Bernanke parece un clon de Alan Greenspan. Ha copiado, también, el método de hablar en lengua desconocida, confusa, de cal y arena. Los mercados entienden que el mandatario ha dado carpetazo al alza de tipos, aunque no es de todo así.

Bernanke, como su predecesor, sabe nadar y guardar la ropa, algo que desconoce el común de los mortales, porque siempre hay una gota perdida que te salpica. Bernanke, como Alan Greenspan, sabe decir al mismo tiempo sí, pero no, sino más bien todo lo contrario, que es no entenderse a sí mismo. De eso hizo gala el viejo Greenspan y consiguió algo que jamás ha logrado un máximo responsable de la Reserva Federal de Estados Unidos: hinchar una triple burbuja, la de los bonos, acciones e inmobiliaria, que con el paso del tiempo se ha extendido a las commodities.

Los mejores estrategas del mercado han indagado en las última semanas acerca de la razón principal que había propiciado el deterioro de los índices bursátiles y otras mercaderías, porque de la conclusión cierta dependería el éxito futuro en sus inversiones por aquello de muerto el perro se acabó la rabia. Pocos días después podemos asegurar que el miedo a que los tipos de interés sigan su escalada alcista tanto en estados Unidos como en Europa es la principal causa que atenaza a los mercados.

Con la sugerencia de Bernanke de que los tipos en Estados Unidos muy bien podrían haber dicho ya todo lo que tenían que decir en su escalda alcista se ha conseguido recomponer parte del perfil alcista pedido en las últimas semanas. O sea, que los fundamentos macroeconómcios, de la mano de los tipos de interés, y microeconómicos, con la diviulgación de los resultados empresariales que se desarrolla desde hace dos semanas, pesan más en la actualidad que la renovada tensión geopolítica.

Hay que seguir, no obstante, con cuidado los pasos de Bernanke, porque en cualquier momento puede decir digo donde dijo Diego. El presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Ben Bernanke, alertó ayer de que los altos precios del petróleo amenazan con mantener la presión inflacionaria este año y el que viene, pero anticipó una desaceleración de los precios en 2008. ha dicho que la economía estadounidense está en un periodo de transición. Como es su tónica en sus intervenciones, el presidente de la Fed dio una de cal y otra de arena en su informe semianual ante el Congreso sobre política monetaria.

Por un lado alertó de que el alto costo de la energía y otras materias primas, así como la poca capacidad ociosa de las fábricas, tienen el potencial de mantener la presión inflacionaria. Por el otro, señaló que la Reserva Federal prevé que el crecimiento en la actividad económica debería moderarse este año y en 2007. "Si esa moderación ocurre como se espera, debería ayudar a limitar la presión inflacionaria con el tiempo", dijo. Y acto seguido, la interpretación de los mercados de que los tipos de interés ya han subido todo lo que tiene que subir.

Pregunta ¿Cómo se comportarán las Bolsas en un posioble escenario de enfriamiento económico y resultados emrpesariales más pobres?

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Moisés Romero




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