La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

OPAS A LA ESPAÑ‘LA COMO LOS DUELOS CLÁSICOS AL AMANECER

Moisés Romero - Jueves, 07 de Septiembre opa_espanola
Las OPA en la Bolsa española se han convertido en algo parecido a los duelos al amanacer. Caballeros de guante blanco, que ni son caballeros ni llevan las fundas con que cubren sus manos limpias. Nuevos ricos del ladrillo que (se) disparan a matar. Alguien debe morir y ser enterrado, aunque sea medio muerto. Para los que siguen el día a día de la Bolsa se trata de OPA en las que como los mejores surfistas conviene coger bien el movimiento de la ola. Mejor si antes se llega a la cresta que a la arena. Las OPA que las lance otro, cualquiera será bien recibida, aunque el mercado está cansado de tanto ricachón del ladrillo. Y cuando la OPA sea oficial y comunicada lo acertado es subirse en ella, porque luego vendrá la contraOPA y, a continuación, la subasta en sobre cerrado.

Endesa, Felguera, Metrovacesa, Telepizza, Europistas, Parquesol, Colonial, Urbis...son ejemplos de la subasta a trozos de la Bolsa española. Lo mejor en este caso, como se ha dicho en alguna ocasión, lo magnífico de esta subasta de la Bolsa española es que ni cotizan todas las empresas que son ni son todas las que están. O sea, es una Bolsa pobre, mediocre, que adora al becerro de oro del ladrillo y que desconoce lo que es I+D, Investigación, Desarrollo, Progreso, Innovación. Por eso, que nadie se alarme, que nadie se rasgue las vestiduras por lo que acontece en el Templo del capitalismo español.

Una Bolsa de grúas, que con la calor se ponen a la sombra. Algunas de ellas ya no saldrán a tomar el aire, porque el trabajo escasea. Mientras, los ricos de ahora se enzarzan en una pelea de euros por el control de las empresas, lo mismo que los amañadores y saqueadores de Marbella se tiran los trastos a la cabeza en la sombra de Alhaurín.

Una Bolsa, también, de OPA de tahúres. Primero lanza uno una oferta, luego viene el rival que desenfunda las pistolas y pone un precio más alto a la cabeza de la empresa opada. A continuación, el primero que lanzó la piedra vuelve a lanzar otra pedrada más grande. Al final, llega la autoridad y dice que hay que subastar a la Reina de Corazones.

Los viejos del lugar, vista esta película del Oeste más rancio, aconsejan cubrirse la cara con el sombrero; morder un palillo entre los dientes; abrir un ojo y ¡zas! cuando salte la OPA examinarla con lupa, desnudarla con los ojos de arriba a abajo. Si gusta la operación no hay tiempo que perder. Lo mejor es comprar a saco, porque alguien hará una contraOPA...o más, hasta culminar con la oferta en sobre cerrado.

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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