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LA CALENTURA DE BBVA COINCIDE CON EL APAGÑ“N ENERGÉTICO

Moisés Romero - Lunes, 21 de Agosto
En el proceso especulativo centrado en las acciones de BBVA, banco al que los analistas más reputados aún conceden un periodo mínimo de maduración de dos años, hay coincidencias que un buen bolsista debe analizar con detenimiento. Se trata del cambio de agujas en el diseño de las grandes carteras de inversión ahora que el verano ya ha pasado por su punto más álgido. Las apuestas de los hedge funds en todas las Bolsas del mundo se centran en los valores financieros y farmaceúticas desde mediados de agosto en detrimento de los valores energéticos, principalmente las utilities eléctricas. Obsérvese el comportamieto de Iberdrola, como valor emblemático, desde esa fecha y la evolución al alza de BBVA, como estrella del sector bancario. O sea, que en los últimos sucesos hay mucho de estrategia financiera al margen del recurso de observadores y bolsistas a la OPA de BBVA. 
Quienes siguen desde hace muchos años los movimientos de las Bolsas y han  tenido la fortuna de vivir diferentes ciclos, es decir, haber logrado sobrevivir a cada uno de ellos saben que lo más recurrente en coyunturas de agitación monetaria como la actual es que las subidas de tipos serán buenas para los valores financieros, para los bancos, porque tendrán más margen de beneficio a la hora de cuadrar el debe con el haber. Las estadísticas históricas demuestran, no obstante, que esto es un error.

Un error, además, antológico. Según Francois Trahan, analista de Bear Stearn, que ha estudiado el comportamiento de los mercados desde 1970, los valores financieros caen un 1,4% en tasa anualizada cuando los tipos han iniciado el movimiento alcista y así se mantiene en el tiempo. Mientras, en los meses en que bajan los tipos estos valores suben el 10,5%. 

El bolsista es, no obstante, animal que tropieza varias veces en la misma piedra, muchas veces a conciencia. El bolsista se apega a mitos y bulos que no tienen certificado de garantía, como el que los bancos y valores financieros muestran un gran tono en situaciones de tipos de interés más tensos. Es lo que sucede en los últimos días en las principales Bolsas del mundo. El dinero de las grandes instituciones acapara acciones bancarias y el gentío aprovecha la situación para resucitar pasiones sobre operaciones de fusión, que es lo que le acaba de suceder a BBVA, aunque es sabido el interés que la entidad española despierta en grandes bancos multinacionales.

¿Por qué no el Santander en el mismo paquete? Porque los actores en el mercado no acaban de encajar las ventas de acciones de este banco que en los últimos días han hecho Emilio Botín y su hija Ana Patricia al considerar que ambos no tienen, precisamente, problemas de liquidez ni les urge el dinero para pagar la hipoteca de sus casas.

Cambios de estrategia a la sombra del verano que llevan río abajo a las acciones de los valores energéticos, ahora por el menor empuje del petróleo, pero principalmente a las utilities eléctricas. Se ha dicho desde siempre que son valores que sufren con tipos al alza. Como colofón, el culto a las farmaceúticas, que es preludio de tiempos más díficiles al ser considerados valores refugio. 

twitter.com/moisesssromero @MoisesssRomero

Moisés Romero




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