“TENGO PESADILLAS POR LA NOCHE. VEO OPA POR TODAS PARTES”

"Hasta hace poco me acostaba con el cierre de Wall Street. Me levantaba empapado de sudor pensando en la Bolsa de Tokio y a continuación me mordía las uñas especulando con la apertura de la Bolsa española y de las europeas. Después de comer dividía mi atención entre lo que pasaba en los países emergentes latinoamericanos y lo que sucedía en los primeros compases de Wall Street, pero antes apenas había comido, porque los descansos en la Bolsa española suelen ser aprovechados para abrir grandes gaps en determinados valores. Desde hace dos semanas la agitación es mayor, porque ejecuto las mismas escenas pero de puertas adentro del mercado. Me acuesto pensando en la OPA siguiente, me levanto sorprendido, porque, en efecto, ha habido OPA, pero no es la que ma había contado y luego sigo y sigo buscando más OPA, hasta que la Bolsa española deje de existir engullida por sí misma..."

...sobre las nueva de la noche llego a casa. Enchufo mi ordenador, saludo con un vago ¡hola , qué tal! a la familia. Los pequeños ya están en la cama. LLevo toda la semana sin verlos. Ceno un pequeño bocadillo escudriñando el ordenador, pero no me sirve para nada, porque tengo la cabeza atascada con la nueva toma de control formalizada por el constructor de marras justo cuando casi cerraba el mercado sus puertas. Wall Street cierra a las 10 de la noche, hora local española, pero apenas le presto atención. A esas alturas de la jornada tengo los ojos rojos, como tomates a punto de reventar y las orejas rojas de tanto atender llamadas telefónicas sobre nuevas y más fantátticas operaciones especiales..."

"...me levanto sobresaltado y empapado de sudor. Es la una de la noche. Han sido pocas horas de malos sueños, porque he tenido mil y una pesadillas, un millón de nuevas fantasías sobre las operaciones que quedan por llegar. Me levanto y me fumo un cigarro ahora que la casa está en silencio y nadie me va a regañar. Mis pensamientos ya no están, como hasta hace dos semanas, en las referencias del día siguiente, en la batería de datos y cifras económicas que se divulgarán tanto en la zona euro como en Japón y en Estados Unidos. Vuelvo a la cama y apenas puedo conciliar el sueño, porque sueño con nuevas y más espectaculares operaciones..."

Son citas de un diario recién comoenzado de uno de los muchos profesionales del trading, del intradía. Un ejemplo cierto, también, de los gestores de hoy. La codicia, el ansia por el pelotazo los mantiene en pie. En las últimas semanas el fenómeno ha alcanzado una dimensión especial, porque el mercado española se ha enrocado y ha puesto precios de locura, inalcanzables, a todas las empresas cotizas. Hasta hace poco se discutía sobre el estado de salud de la economía de Estados Unidos, si va a crecer a ritmos aceptables a si va a entrar en recesión. Se apostaba, en el mismo acto, por que los tipos de interés van a bajar cuando hace unos días, la consideración era la contraria.

Ansia y sed de pelotazos llevan a la Bolsa española al caos de la sobrevaloración. La aguja de marear vuelve locos a los gestores más fríos, porque las especulaciones sobre nuevas OPA inundan las salas de contratación, y jalean a los millones de jugadores, expertos e inexpertos, que pululan por el país, de norte a sur, de este a oeste. Lo mejor del juego y las apuestas londinenses también han aparcado sus limusinas a las puertas de las Bolsas. La presión mediática mete presión y unos y otros tratan de faenar en las aguas de un mercado repleto de peces sin atender razones como que algunos de estos peces son venenosos tanto cuando se tocan como cuando se ingieren.

Vuelven los reyes del ladrillo a dar puñetazos en la mesa. "Si tú compras ésto yo compro lo otro, a ver quién tiene más c..." dicen que ha dicho un milmillonario del ladrillo. Por eso, muchos actores y participantes en el mercado tienen pesadillas por las noches y caminan como sonámbulos por el día. Lo que comenzó siendo un virus se ha convertido en una pandemia. Todo el mundo quiere sentar a su mesa a un constructor e inmobiliario para que le cuente cuál va a ser su próxima presa y comprar antes. Ha dicho Conthe que en Fadesa, por ejemplo, ha indicios de información privilegiada.

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Moisés Romero