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Aclaraciones (o como se malentienden cosas que se dice o hacen para otros) Ѣ€“ y 2

Santiago Niño Becerra - Viernes, 21 de Mayo Maquillaje. "Sabíamos que Grecia nos estaba engañando",ilustración son palabras de Mr. Karel De Gucht, actual Comisario de Comercio de la UE (El País 06.05.2010, Pág, 23). Ya: era un secreto a voces: ya lo hemos comentado: ¿cómo es posible que estadísticos griegos trabajando para los Gobiernos helenos, por buenos que aquellos sean, hayan podido estar confeccionado estadísticas falsas durante más de diez años y engañando reiterada y continuadamente a todo el aparato de Eurostat?, de ninguna manera, ¿verdad?, pues eso.

La pregunta ahora (pregunta que nadie formulará) es, ¿por qué se permitió el engaño?. Más aún, el mismo Comisario ha recordado que la Comisión, ante las sombras que planeaban sobre la credibilidad de los datos griegos, quiso auditar tales datos, a lo que los Gobiernos europeos se negaron; pregunta: ¿por qué se negaron?.

Pienso -pienso- que fue porque, pura y simplemente, convenía. Convino creerse los datos griegos porque cuantas más economías estuviesen en el euro, mejor; porque en los países que fuesen miembros del euro habría posibilidades de hacer mucho más negocio que en los que no estuviesen; y porque levantar la liebre con la griega podía significar levantarla con otras economías, y nada más lejos de esa atención.

Se conocía la falta, el delito, pero alguiénes llegaron a la conclusión de que “para el bien común” era mejor mirar hacia otro lado y que todo siguiese igual; para el bien común, aunque ahora el desaguisado vayamos a pagarlo todos; ya, ya, si cosas como esas no hubiesen sucedido no se hubiese crecido como se ha crecido. Pero, como siempre, unos pagarán más que otros por los platos que se han roto; siempre es igual ... como debe ser.

(Pregunta ¿morbosa?. Si “quien la hace la paga”, ¿por qué nadie ha solicitado responsabilidades políticas, civiles, penales, contra los miembros del Gobierno griego anterior que pergueñó y distribuyó las mentiras así contra los subalternos que orquestaron el sarao?).

Reforma laboral. ¡Hala!, ¡otra vez!, y otra. Quienes dicen que la solución al problema del desempleo del factor trabajo en España está en realizar una profunda reforma laboral deberían explicar algo que nunca dicen y que yo estoy afónico de tanto preguntar.

Con esa legislación laboral tan repelente que en España tenemos, con ese mercado laboral tan horrible que padecemos, “España consiguió” aproximarse al “pleno empleo” en el 2007, de hecho muchas/os que ahora vociferan contra esa legislación y ese mercado en su momento usaron una y otro para justificar el magnífico nivel de ocupación existente en España.

¿Por qué no explican, por qué nadie pregunta como es posible que algo que hace unos años fue la novena maravilla del mundo -o la décima- sea ahora algo inútil, estéril y nauseabundo?. ¿No será que el problema está en otro lado y no en el que quienes eso apuntan?.

Pulsaciones. Vuelvo al tema porque cosas así no hay que olvidarlas. El pasado día 6 y según lo que se nos ha contado, a punto se estuvo de ocasionar una catástrofe debido a que señoras cuya función era teclear órdenes de compra-vente en ordenadores pulsaron “bs” cuando debieron haber pulsado “ms”. ¡Brutal!: el destino del sistema financiero-bursátil del planeta en manos de unas señoras que no pulsan lo que deben pulsar. Alucinante el sólo hecho que a alguien se le haya podido ocurrir como excusa, ya no digamos que sea cierto.

Compras. Se pretendió que el BCE comprase deuda griega, y que continuase con la barra libre, y el banco, el día 6, dijo que no, y los mercados se enfadaron; luego dijo que si, que comprarían todo lo que le pusieran delante. Mmmmmmmm. ¿Por qué, de entrada, diría que no?, pienso que es porque la cosa ya no da más de si, porque ya da igual, y porque ya debe irse pensando en otra cosa. Aunque el final es el si: de nuevo: aguantar a mañana.

Grecia. “O aprobamos las medidas o vamos a la bancarrota”, Yorgos Papandreu, primer ministro griego en la alocución al Parlamento previa a la votación de las medidas de ¿austeridad? (El País 07.05.2010, Pág. 23). Salió que sí, pero la pregunta es, ¿evitarán esas medidas la bancarrota?, es decir, tomándolas, ¿podrá Grecia pagar lo que debe, refinanciar lo que tiene y crecer?. (Por cierto, de eso hace ... ¡15 días!).

Defensa. “¡Hay que defendernos!”, pero no: no es una cuestión de defensa, sino de cambiar la música, el escenario, la orquesta. Eso que llaman “defensa” equivale a seguir con lo viejo, cuando la solución se halla en “lo nuevo”, si: exactamente, como en la Gran Depresión. Esto, lo que viene, es una crisis sistémica, y de las crisis sistémicas no se sale con defensas, sino con un cambio de modelo sistémico; sí, exacto: como en la Gran Depresión.

(Tema tocado varias veces y nunca abordado por quienes debieran). Accionistas. Se ayudó, se rescató a los bancos porque su caída llevaba a un riesgo sistémico. No se pidieron responsabilidades a sus directivos porque nada hicieron mal. Pero, ¿por qué a los accionistas de esos bancos no se les solicitó un cierto peaje?: nadie obligó a esos propietarios a comprar lo que compraron, nadie les forzó a mantenerlo, y ellos siempre pudieron haber exigido cuentas a esos directivos a los que remuneraban. Y si nada se exigió a esos accionistas, ¿por qué tendría que exigírseles a los de, por ejemplo, una siderurgia que tuviera graves problemas económicos?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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