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Aclaraciones y comentarios

Santiago Niño Becerra - Lunes, 29 de Diciembre

El País Negocios: entrevista al Dr. Barry Eichengreen. Muy interesante por diversos aspectos: De entrada una aclaración: deflación. Se maneja el concepto de deflación como si fuesen naranjas. Muy pocas personas en sus facultades mentales recuerdan haber vivido una deflación. Deflación es una cola de personas ante un local de Ejército de Salvación de una ciudad USA esperando un plato de sopa; deflación es que en 1930 no se construyese ni un solo automóvil en USA; deflación son ‘Las uvas de la ira’ de John Steinbeck; eso fue deflación, y esa fue una de las cosas que aprendió el Capitalismo que había que evitar a toda costa: no estamos ahí y jamás volveremos, para eso está lo que queda del modelo de protección social y para eso vendrá la renta básica.

 

La deflación no es un problema y nunca volverá a serlo, lo que sí es un problema porque no se sabe como gestionarla es la situación deflacionaria en la que se han instalado amplias zonas del planeta; una situación deflacionaria provocada por la sobreproducción ocasionada por la enorme capacidad productiva existente y el subconsumo en que ha desembocado una situación de salarios a la baja y de capacidad de endeudamiento agotada; con un agravante: no es temporal porque los estímulos –las anfetas– no sirven. ¿La salida?: reducir capacidad productiva; aumentar productividad a fin de reducir consumos de factores y disminuir precios; y abastecer un consumo cuyo perfil será bajo. Y no se sabe manejar esa situación porque desde hace 70 años se lleva haciendo lo contrario, y en los 50 anteriores se soñó con hacer lo que se hizo en esos 70. Es decir, es un tema de manual obsoleto: hay que cambiarlo, y en eso se está, ya, pero se va demasiado lento.

Tercera recesión: ya lo hemos comentado: no-estamos-ante-una-tercera-recesión, sino ante la tercera (la cuarta, más bien) manifestación de una crisis que comenzó amortiguadamente en el 2007 y de verdad en el 2010. Esto de la ‘tercera recesión’ es muy curioso. Se habla así porque eso permite afirmar a Gobiernos y a ciertos expertos que se han hecho bien las cosas pero que esas cosas ‘se tuercen’ y llega la recesión número X; y pienso que no es así. Reparen en que todas esas recesiones han llegado o van a llegar tras fracasar políticas de anfetas (los Planes E fueron anfetas). ¿No sería cuestión de que se viera de una vez que las anfetas no funcionan?

Dice el Dr. Eichengreen que USA lo está haciendo relativamente bien. Ya estamos otra vez. De entrada USA no lo está haciendo bien: que USA tenga hoy la misma desigualdad en la distribución de la renta que tenía en 1928 no índica que lo esté haciendo bien a no ser que lo que se pretenda sea eso. Lo que sucede con USA es que a nivel monetario y financiera está haciendo lo que le da la gana, lo que le apetece, lo que le conviene, y el resto del mundo se lo estamos tolerando. Y pienso que ya está bien de este asunto. USA tiene que comportarse como las demás economías y no pretender que todo el planeta baile a su compás.

También dice el profesor Eichengreen que la puesta en marcha del euro debería haberse hecho en otro escenario. Pienso que depende. Atendiendo a la ortodoxia que define a Teoría Económica, si, pero es que, pienso, no se buscaba eso, sino crear unas condiciones propicias para realizar negocios geniales: el euro se puso en marcha mal, vale, pero Europa en general y algunos países en particular, como España, fueron de maravilla entre el 2002 y el 2007. Con un control bancario y fiscal efectivos, ¿hubiera ido Europa lo bien que fue?, ni hablar. El euro se diseñó para posibilitar los negocios, y eso se consiguió con creces.

Y también que la crisis ha sido consecuencia de la desigualdad y que aquella ha sido la causa de esta. La desigualdad, ¡vaya historia!. Se habla de la desigualdad como si la igualdad hubiese sido la norma de la Historia. ¡Por favor! Hasta los años 50 la norma era la desigualdad más absoluta y lo habitual la miseria. La desigualdad se redujo artificialmente por necesidad: para aumentar la capacidad de consumo y poder incrementar la producción (y los beneficios), y para garantizar la paz social: de ahí el invento de la clase media. Pero desde los 80 la necesidad de una desigualdad reducida fue cayendo, y más a medida que el capital fue aumentando en importancia. Hoy se dice que la desigualdad es muy mala e injusta, pero lo cierto es que la productividad se ha cargado la importancia de reducirla: todo consiste en reducir los precios de los bienes básicos y garantizar un mínimo social. Y como las revoluciones no están de moda ...

Y la liquidez: ¡pero si en el planeta sobra liquidez!. El problema del planeta es la deuda … algo de lo que el entrevistado no dice nada; ni palabra.

Hasta que Europa, USA, Japón, China y Rusia no hablen el mismo idioma, na-de-na. Y no me estoy refiriendo al Inglés.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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