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Automóvil, más; y más

Santiago Niño Becerra - Martes, 23 de Marzo Lean el mail que recibí hace escasos días: toca un subsector importante, fundamental más bien, de la economía española. ilustración

“Ahora paso a explicarle mi situación personal, soy una persona con formación técnica, y trabajo en una empresa metalúrgica del sector de la automoción en la provincia de (nombre de una provincia española). Se trata de una empresa familiar, y venimos de un año difícil (como en la mayoría de casos) en que la plantilla ha pasado de (un numero X a otro Y lo que supone una reducción del 40%).

Estamos actualmente en una situación en la que aparentemente lo más difícil parece que ha pasado, pero no tengo claro que así sea. En cualquier caso, la circunstancia de que algunos OEM (Aclaración: Original Equipment Manufacturer) congelaron los proyectos de nuevos vehículos e inversiones parecen que son cosas del pasado. Hemos notado desde septiembre de 2009 que la cosa va mejorando. (Aquí inserté una respuesta. “Ponga esa impresión en la nevera: espere a que se vayan acabando los planes de ayuda, espere a mediados de año”).

Esto se ha traducido en que notamos un repunte en la actividad comercial, y los nuevos proyectos van entrando (siempre con márgenes muy controlados). Como sabrá, este es un hecho importante para asegurar la continuidad de la empresa en el sector en que nos encontramos. Esto, y la circunstancia que la empresa no se encuentre endeudada. (Inserté “¡Fabuloso!”). No sé cual puede ser el significado ni las repercusiones ya que no soy economista, pero creo que oí que la empresa se autofinanciaba, lo cual aparentemente es bueno. (Inserté: Es absolutamente genial).

También la diversificación de clientes y el hecho de que el 90% de nuestra fabricación vaya al exterior me hace ser algo optimista. (Inserté: “Si, pero, depende de cual sea ese “exterior”“). Otra circunstancia que nos estamos encontrando es que nos están derivando trabajos de otras empresas que hacían lo mismo que nosotros pero que no han podido soportar la situación actual y han echado el cierre (curiosamente, empresas del Este de Europa!!). Ya es el tercer caso en lo que va de año. (Inserté. “Es lógico: chiringuitos creados a la luz del boom pero sin base ni organización”).
Pero cuando le leo y me da a entender que todo este repunte se debe a la inyección anfetamínica que se está produciendo fruto de las ayudas gubernamentales, pues me entran de nuevo las dudas existenciales. Tengo la sensación de que nuestra posición es sólida dentro del sector, estamos apostando por la innovación, se montó hace unos tres años una planta en (nombre de un país del Este de Europa) para dar servicio a clientes que tienen sus plantas allí y por un tema de costes (claro está), y se está apostando por China con un socio comercial porque se prevé que ese mercado es el que va más a crecer en los próximos años. (Inserté: “China, entiendo que tiene los meses contados, si me lee ya conoce lo que opino”).

Pero claro, al final dependemos de que esos proyectos que nos han pasado y que darán trabajo durante los 3-4 años de vida del coche, después se reflejen en un número de piezas fabricadas y vendidas. Ese número de piezas irá en función de las ventas de vehículos, y eso en el entorno que Ud. pinta tenderá a la baja. Está claro que el sector de la automoción no va a desaparecer, pero tengo la sensación de que si las circunstancias que Ud. describe se materializan, va a sufrir un cambio profundo, cambio que va a afectar tanto a fabricantes como a la cadena de suministro.

Pero la diferencia puede ser la intensidad con que se produzcan en unos y otros, ya que estoy de acuerdo con Ud. en que la fuerza que pueda tener un fabricante como generador de PIB no va a ser la misma que pueda tener una empresa de 150 trabajadores de carácter local. En definitiva, cuales son sus perspectivas para este sector, ¿cree Ud. que vamos a poder seguir haciendo las cosas como las hacemos actualmente (suponiendo que las estemos haciendo bien), o considera que dentro de x años lo que estaremos haciendo, o mejor dicho, la forma en que estaremos haciendo las cosas serán totalmente diferentes?”

Mi respuesta, además de los insertos ya descritos fue:

“Un automóvil es un bien carísimo, cualquier modelo de automóvil: está subutilizado en cuanto output e infrautilizado en cuanto a los inputs que incorpora: es una herejía desde el enfoque de la eficiencia que una persona adquiera un automóvil y recorra con él en un año 5.000 Km. Esto ha estado muy bien porque ese proceso ha generado PIB, pero es un proceso insostenible desde el lado de las commodities y desde el lado financiero: el 90% de los automóviles se compra a crédito.

Pienso que le gente se va a mover mucho menos porque no va a ser necesario que se mueva tanto y porque moverse lo que no sea necesario no va a ser eficiente (al margen de que muy poca gente va a tener pasta para moverse), por ello pienso que el futuro se halla en el transporte colectivo: su eficiencia, a todos los niveles, es muy superior al transporte individual. Ya, está el tema de la libertad de movimientos; eso ha estado muy bien cuando no ha importado el desperdicio (porque con ese desperdicio se generaba PIB) y cuando la gente sacaba un plástico del bolsillo y pagaba el precio que le pidiesen; eso, pienso, se ha acabado, y que eso se acabe tiene consecuencias, entre ellas que el mundo del automóvil tal y como lo conocemos, desaparecerá”.

(Las inmobiliarias en el reino (¿y fuera?) deben casi 325 miles de millones de euros y el presidente de su asociación ha reconocido que muchos de ellos no van a poder ser pagados. Hagan unos cuantos números con los cuadros que El País publicó ayer en su Pág. 19: considerando las ocho principales inmobiliarias, el volumen de su deuda representaba el 50,3% de sus activos en el año 2007, el 62,5% en el 2008 y el 79,4% en el 2009. Sin comentarios).

(¿Mi lectura de la reforma sanitaria USA?, pues que si se ha aceptado reformar una forma jugosa y fácil a través de la que entes privados ganaban mucha pasta a costa de la población y de las empresas, es porque se sabe que viene una hecatombe que va a arrasar con todo, por lo que, al menos, esa población cuente con un mínimo por muy mínimo que éste sea. Roosevelt y el poder económico instituyeron unas pensiones (raquíticas) para ganar el apoyo de los sindicatos: puso la venda después del accidente, Obama y el mismo poder ahora han puesto la venda antes de que se produzca la herida; además tiene otra ventaja: vestirlo que justicia social. (Pregunta: entonces, ¿se daba antes en USA una situación social injusta?)).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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