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Aviones

Santiago Niño Becerra - Lunes, 12 de Noviembre Volar va a ser cada vez más complicado.

Lo dice Eurocontrol, la organización encargada de la gestión del tráfico aéreo en Europa. ¿El motivo?, la congestión de los aeropuertos del continente. Calcula Eurocontrol que hacia el 2020 un montón de aeropuertos europeos no podrán dar cabida al número de vuelos que entonces tendrán lugar, por lo que hay que pensar en más inversiones y más adecuación.

Volar, hoy, ya es un follón, aunque bien mirado volar da unas ventajas apreciables. Como ya les comentaba a finales de Junio estuve en Londres. Cuando salíт­ de mi residencia en la capital británica para dirigirme hacia Gatwick miré mi reloj, y cuando estaba entrando por la puerta de mi residencia en ese pueblo de la costa barcelonesa del que ya les he hablado volvíт­ a hacerlo; en total, nueve horas, lo que no está nada mal teniendo en cuenta la distancia recorrida (en ese tiempo no está contemplado el rato empleado en hacer y en deshacer el equipaje, pero bueno).

El transporte aéreo, nos dicen va a ir a más porque va a ser más necesario desplazarse. ¿Seguro?. En este tipo de cálculos se aplica lo que ya hemos dicho: se “prolonga la recta”: como ahora, con los parámetros actuales, se realizan X vuelos anuales, y como esos parámetros, se estima, van a aumentar de tal modo, dentro de tantos años van a realizarse X + n vuelos. ¿Por qué tiene que ser eso asíт­?, ¿por qué va a tener que ser, asíт­, eso?.

Pienso que la evolución del número de vuelos, lejos de ir incrementándose, va disminuir. Veamos. Hace 50 años, ¿quiénes volaban?, en la década de los 50 o 60 volaban quienes necesitaban volar. Volar era caríт­simo; era, bien un objeto de necesidad para hacer negocios, bien un objeto de lujo reservado para lo que entonces se denominaba la “Jet Set”. Hoy se vuela con la misma facilidad que se puede ir al cine. Conozco a gente que ha ido a cenar a Paríт­s y a dormir a Londres, seguro que Uds. también conocen a alguien asíт­.

Volar, hoy, en un bien de consumo masivo. Las compañíт­as embarcan a sus empleados en aviones como si estos fuesen autobuses, y las personas se meten en aviones para ir de un lugar a otro como si fuesen al bar de la esquina. A mediados de los 80 se puso en marcha en Milán un servicio por el que, al inicio de la noche, un avión llevaba a Ibiza a un pasaje, lo metíт­a en el Pacha, y, poco después de amanecer, lo devolvíт­a a la ciudad transalpina.

La pregunta es, ¿es necesario tanto vuelo?. Volar genera PIB, ciertíт­simo, pero a un coste crecientemente elevado; en combustible, síт­; en contaminación, también; pero, asíт­ mismo, en tiempo. “Nueve horas de Londres a ese pueblo del que habla no es mucho”, pensarán, y no, no lo es; pero la pregunta que deberíт­an hacer es: “¿Era realmente necesario que este señor que nos cuenta cosas fuese a Londres?”.

¿Cuántos de los vuelos que se realizan son verdaderamente, pero verdaderamente, necesarios?. ¿Cuántos vuelos cansados, agotadores y caros (no debido al importe del billete, claro) que realizan directivos de la mayoríт­a de las compañíт­as que pueblan el planeta podríт­an ser sustituidos por teleconferencias?. ¿Cuántos turistas que de un lado a otro se desplazan en avión lo haríт­an si no pudiesen endeudarse y/o las compañíт­as low cost no pudiesen continuar operando a esos precios por una caíт­da de la demanda?.

Dentro de muy poco las cosas se van a poner muy duras. Entonces las compañíт­as van a tener que mirar su subcuenta de gastos de desplazamiento y las familias van a tener que mirar en qué se gastan los dineros que tengan. En ese escenario van a volver a volar quienes, real y verdaderamente, lo necesiten. ¿Malo?, ¿bueno?, no entro en valoraciones, pero lo que no hago es “prolongar la recta”.

El CEO de Ryanair tiene mucha razón: en Europa, dentro de cuatro díт­as, van a quedar cuatro compañíт­as; en lo que no sé si la tiene es en eso que dice que Ryanair va a ser una de ellas.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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