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BERNANKE DEFRAUDÑ“ AYER. AHORA NOS EMPLAZA AL 18 DE JULIO, EN SU COMPARECENDIA BIANUAL

Redacción - Martes, 10 de Julio ilustraciónAyer Bernanke defraudó buena parte de las esperanzas del mercado sobre un mensaje tranquilizador en un momento, como el actual, donde la desconfianza lidera las caíт­das. Las bolsas USA corrigieron al cierre más de un punto, el USD se debilitó con fuerza (no sólo frente al EUR, cuando el cruce frente al JPY bajó hasta 121.5) y la deuda volvió a funcionar como refugio. El treasury 10 años retrocedió en rentabilidad hasta un 5.02 %, más de 20 p.b. por debajo de los niveles del viernes pasado. Y todo esto por una combinación de profit warnings (especialmente en relación con la vivienda), advertencias sobre un futuro downgrade en RMBS de subprime y un inesperado descenso en el íт­ndice de confianza de pequeñas compañíт­as en junio. Pero vayamos por partes.

En opinión de Bernanke, las expectativas sobre la inflación son claves a la hora de aislarla de shocks como la energíт­a o la reciente subida de los precios de los alimentos. Y en opinión del presidente de la Fed, en estos momentos se mantienen más controladas que en la década de los ochenta pero sin estar totalmente fijadas. De esta forma se puede considerar que la probabilidad de repuntes de la inflación sean ahora más transitorios que en aquel periodo, sin que esto signifique que se pueda bajar la guardia si finalmente ocurren.

De hecho, los repuntes en los precios de estos dos componentes deben considerarse también en las perspectivas para la evolución de la inflación subyacente. Pese a que no formen parte de su composición. En definitiva, tras pedir más tiempo para seguir estudiando el efecto de las expectativas de inflación, lo que pareció ayer claro es que Bernanke sigue desconfiando de su mejora reciente. También se refirió a la relación entre los agregados monetarios y la inflación, considerándola débil a corto plazo.

La innovación financiera tiene parte de responsabilidad en ello. Y reiteró su posición de que la políт­tica monetaria no es la mejor herramienta para enfrentarse a una inflación de activos. Síт­, un debate teórico en que otros bancos centrales no parecen estar muy de acuerdo. Pero también un debate que en estos momentos parece demasiado lejano para unos inversores inquietos. Al final, un probable mayor impacto psicológico que real.

Y es que la decisión ayer de S&P al advertir de un posible downgrade sobre algo más de 12 bn. de bonos titulizados de subprime (poco más de un 2 % de los más de 565 bn.$ emitidos) vuelve a poner sobre la mesa que hablamos de un gran problema pero también limitado en volumen. Claro que ahora suficientemente importante como para haber llevado a una situación de desconfianza en los mercados.

Las volatilidades subieron con fuerza, el crédito también recuperó niveles de principios de año, cuando muchos inversores se preguntaron si hay más malas noticias que puedan surgir a corto plazo. Es cierto que la revisión a la baja de resultados como los de Home Depot nos preparan el camino a un ajuste residencial más prolongado de lo previsto en principio pero, de nuevo, también delimitado en efectos. Claro que la subida de los precios del crudo y la reciente inestabilidad en la deuda ha sido suficiente para llevar a una nueva psicosis en el mercado sobre las perspectivas de la economíт­a orteamericana.

Ayer Bernanke nos emplazó hasta el 18 de julio, cuando hará su presentación semianual en el Congreso. Otra cosa es que muchos inversores tengan paciencia para esperar. Y esta desconfianza económica tuvo ayer un soporte en la publicación del NFIB de junio, con un nuevo recorte hasta 96 desde 97.2. Las pequeñas empresas han vuelto a reconocer su preocupación sobre el futuro, considerando que los niveles siguen estando por debajo de la media de 100.2en el último año y medio. Inversión, empleo fueron en buena parte los determinantes de esta caíт­da. Al menos las expectativas sobre futuros aumentos de precios se moderaron, pero también se mantienen lo suficientemente altas como para no considerarlas inquietantes.

José Luis Martíт­nez Campuzano es Estratega de Citi en España




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