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BERNANKE SORPRENDE AL SEÑ‘ALAR QUE LOS TIPOS DE INTERÉS ESTÁN EN NIVELES EXCEPCIONALMENTE BAJOS

José Luis Martínez Campuzano - Viernes, 04 de Mayo ilustraciónPara muchos fue una sorpresa que esta alusión de Bernanke a los actuales tipos de interés de la deuda, considerando como hasta el momento otros miembros de la Fed habíт­an considerado los "bajos tipos de interés" como un resultado de la elevada confianza del mercado hacia la políт­tica anti-inflacionista. Sin embargo, el presidente de la Fed los interpretó más bien como el resultado de la globalización de los mercados de capitales en un contexto (coyuntural) de elevada liquidez mundial. Es más: valoró el déficit por cuenta corriente USA no tanto como el resultado de un problema de competitividad tanto como el resultado de un desajuste entre el ahorro y la inversión interna. Menos ahorro, frente a una elevada inversión. También un ahorro que se debe fomentar, en una clara indirecta al gobierno norteamericano (hace unos díт­as alertaba sobre la moderada inversión empresarial sobre otros ciclos económicos pasados).

Por cierto, el Tesoro volvió a alertar sobre la posibilidad de eliminar la emisión a 3 años en las próximas emisiones ante la holgura en los ingresos públicos. Esta menor necesidad de apelar a los mercados en busca de financiación se reflejó en la oferta de papel para la semana próxima: 32 bn.$ entre el 3 (5 bn), 10 (13 bn) y 30 años (14 bn.). Pero el presidente de la Fed también aludió a los beneficios de la globalización y apertura comercial en términos de un mayor crecimiento económico.

En concreto, respondiendo a un estudio también reciente que valorá en una pérdida de 40 M. de empleos USA a medio plazo consideró que la evidencia reciente es que la creación de empleos de mayor valor añadido más que compensan la pérdida de empleos con escasa formación. Que siga esta tendencia va a depender de que se tomen las medidas apropiadas por las autoridades, en términos de mayor flexibilidad de los mercados. Esta confesión me recuerda un reciente informe publicado por el FMI, donde el centro de la cuestión es precisamente si la globalización supone un detonante para el empleo o precisamente anticipa un futuro aumento en la tasa de desempleo en los paíт­ses desarrollados.

La tesis de partida es evidente: la globalización en el empleo, en términos de inmigración, externalización y deslocalización, ha sido quizás una de las consecuencias más evidentes de la propia integración económica mundial. De acuerdo con el FMI, en los últimos veinte años la integración de las economíт­as en desarrollo ha supuesto cuadriplicar el tamaño de la población laboral activa. Y las expectativas es que se doble hasta 2050. Pero este aumento de la población laboral, de la población ocupada, ha tenido un reflejo en términos de compensación. Aunque es evidente como en los paíт­ses desarrollados ha perdido peso en la retribución frente a los beneficios empresariales.

Precisamente como consecuencia de la desregulación en los mercados y los avances tecnológicos, en un contexto de elevada competencia internacional. Mayor este descenso en la proporción en el caso de paíт­ses que han mantenido una mayor rigidez y penalización sobre el mercado de trabajo. En USA la diferencia en la proporción de ingresos entre el trabajo de mayor y menor valor añadido ha aumentado un 25 % en el periodo anterior. La diferencia ha sido algo menor en Europa, pero con un mayor crecimiento del empleo en los sectores de mayor valor añadido. Un escenario económico benigno a nivel mundial…claro que lo es. Pero más beneficioso para aquellos que saben aprovecharse de la globalización. La tentación proteccionista es evidente, especialmente si las economíт­as nacionales se resisten de otros desequilibrios. Es el caso del impacto negativo en la economíт­a USA de la Crisis residencial. Esperemos que el resto de los sectores de la economíт­a lo compensen.

José Luis Martíт­nez Campuzano es Estratega de Citigroup en España




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