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Cambio climático - 1

Santiago Niño Becerra - Jueves, 15 de Marzo Al margen de que la gravedad del tema es incuestionable, está de moda.

Y su gravedad se puso de manifiesto y el tema se puso de moda coincidiendo con el último aumento del precio del petróleo, en los inicios del tercer cuatrimestre del 2005. Desde entonces han proliferado los informes, las conferencias, los foros, las reuniones y los paneles de expertos denunciando la imparable degradación que está afectando al medio ambiente y las consecuencias económicas y sociales que el cambio climático acarreará en el planeta. ¿Por qué ahora cuando era sabido que tal cambio lleva décadas produciéndose?.

El sistema económico en el que estamos inmersos, el Capitalismo, es contaminante porque la contaminación es consustancial al mismo, por lo que si la contaminación quiere evitarse o reducirse, se ha de intervenir en el modo de producción que caracteriza al sistema.

El Capitalismo tiende a buscar la maximización del beneficio, por lo que, consecuentemente, buscará la reducción de los costes de producción; a tal fin tenderá a utilizar los procedimientos productivos más baratos que satisfagan sus necesidades productivas, y la contaminación, en cualquiera de sus formas ha sido, al menos hasta ahora, la consecuencia de tal proceder. Es decir, el modo de producción capitalista contamina no por maldad o por sadismo, contamina porque no ha sabido hacer las cosas de otra manera. El sistema de planificación central, durante su existencia, contaminó igual, o más, debido a que, en la práctica, sus caracteríт­sticas productivas eran idénticas a las del Capitalismo.

Hasta hace algunos años, queríт­a suponerse que el poder de regeneración de la Naturaleza podíт­a filtrar los desechos que el modo de producción ocasionaba, queríт­a pensarse eso porque, 1) era más barato pensar asíт­ que cambiar de modo de pensar, y 2) las poblaciones de los distintos paíт­ses habíт­an adoptado un sistema de vida que habíт­a incorporado la contaminación como un hecho inevitable del mismo, sistema de vida que tendíт­a a buscar, obviamente, el máximo hedonismo.

En esa concepción, el papel jugado por los dos elementos sin los que el Capitalismo no hubiese existido -el carbón y el petróleo- ha sido central. El carbón ha sido y es una fuente energética, y de él se han extraíт­do una serie de productos -pocos- básicos para la producción; pero el petróleo se ha convertido en un elemento absolutamente esencial para vida humana, no sólo para el sistema productivo. En pocos años, los derivados del petróleo se han vuelto fuente energética, combustible y madre de una enorme cantidad de materias sin las que hoy la vida humana seríт­a, pura y simplemente, de otra manera; o mejor, o peor, pero diferente.

Hoy dos problemas han estallado a la vez en la cara de todos los habitantes del planeta: a) la degradación de las condiciones medioambientales ya no puede llegar mucho más allá a no ser que empiecen a pasar cosas feas de verdad, y b) mientras que la cantidad de petróleo necesitada en el mundo no cesa de crecer, la cantidad de petróleo aún disponible no cesa de reducirse. Y en estas estamos.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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