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Cómo la revista Vanity Fair puede indicarle cuándo comprar o vender acciones

Carlos Montero - Viernes, 27 de Enero Las ventas de anuncios en las páginas de Vanity Fair se pueden utilizar como señales bastante fiables para invertir en los mercados de acciones. Este inusual indicador ha pronosticado correctamente los picos y suelos de mercado en los últimos diez años (ver gráfico adjunto).

Jim Edwards y Jon Terbush han recopilado toda la información sobre el número de las páginas de publicidad de Vanity Fair desde 1998 y la han volcado en un gráfico junto al Dow Jones Industrial Average.

Las ventas de páginas de anuncios en Vanity Fair se mueven salvajemente durante los ciclos, y no están, obviamente, totalmente vinculadas a la salud de la economía en general. La temática de la revista va ligada a la moda y los anuncios también, por ejemplo, sus ediciones de enero tienden a ser delgadas por la caída post-navideña.

Con el fin de dar sentido a los números de páginas de publicidad, Edwards y Terbush toman el porcentaje de crecimiento respecto al año anterior indexado a 1998. Esto produce una línea relativamente suave que muestra si las ventas de anuncios de la revista están creciendo o disminuyendo.

He aquí que, cuando se le pidió al miembro de U2, Bono, editar un número sobre África en 2007, y puso al Presidente Obama en la portada, pronosticó un desplome de las ventas: aunque en un principio alcanzó un máximo de 106 páginas (200 por ciento más que el año anterior), el mercado de valores pronto cayó desde un acantilado.

Del mismo modo, las páginas de publicidad de VF llegaron a un máximo de 85 páginas en julio de 2000 (con Renee Zellweger en la portada), casi un 160 por ciento más que el número de 1999. Justo después, el mercado de valores tecnológicos entró en una espiral de caídas.

Una posible explicación de esto es que cuando la economía entra en una fase de burbuja, las empresas se encuentran con exceso de beneficios e ingresos - lo que les permite comprar espacios publicitarios en espacios que normalmente estarían fuera de su rango de precio (la audiencia de Vanity Fair es amplia y de lujo, por lo que es capaz de cobrar altos precios).

Vanity Fair es, sin duda, también útil para señalar cuando se debería comprar en un mercado deprimido. Los anuncios de página disminuyeron siguiendo la caída de las acciones en 2008 y 2009. Pero alcanzó de nuevo un crecimiento del 150 por ciento en 2010, un buen año para quienes compraron acciones y mantuvieron.

Ya en febrero de 2003, cuando Vanity Fair puso a Salma Hayek en la portada, las ventas de publicidad se dispararon de nuevo presagiando cinco años de sólido crecimiento en las acciones.




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