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Condición humana

Santiago Niño Becerra - Martes, 08 de Diciembre Hace unos días recibí un mail de una lectora con la que, hace unos meses, mantuvimos una correspondencia bastante fluida; es propietaria de una empresa de manufactura industrial y posee una percepción especial, muy especial. El mail tiene miga.ilustración

“Hola, me llamo (nombre de mujer), hace un tiempo me dirigí a usted por este medio y le comente algunos aspectos del sector (un sector industrial), de clientes en precrisis, y de que establecimos unas cuantas conversaciones con ellos. Le escribo estas líneas para explicarle dos casos que esta última semana he conocido.
Tengo un cliente, situado en una población lejana a Barcelona, cerca de (nombre de una localidad española), tiene una nave enorme y nueva, se dedica a integrar material eléctrico para el sector industrial, no fabrican pero montan por piezas hasta llegar al producto acabado final de su marca.

Me decían que este año habrán facturado lo mismo que en 2008 y con el mismo margen. Que suerte pensé y le pregunte, “y 2010, ¿como lo veis?”, su respuesta fue contundente: “Trabajamos con un margen de un 40%, en operaciones especiales rebajamos hasta un 20%, pero tenemos muy claro que no podemos ni queremos trabajar por debajo de este margen por que es el mínimo que necesitamos para cubrir los gastos de la empresa y seguir viviendo como hasta la fecha”. Facturan 1.7 millones de euros, las ventas a sector industrial les han caído un 60%.

La siguiente pregunta fue, “Si las ventas os caen hasta el punto de que debéis reducir margen para seguir manteniendo la empresa, tendréis que rebajar márgenes o no vender, ¿lo habéis pensado?”, la respuesta también fue contundente, “No llegara ese punto, tenemos los gastos que tenemos (coches, nave, alquileres, salarios, dietas..) y rebajar margen significaría cobrar menos y gastar menos, y eso nunca. Sabemos los números que tenemos que hacer para que sea rentable mantener la empresa, si nos toca bajar margen no estamos dispuestos a hacerlo”.
Transmitían una seguridad al decir estas palabras que me daba miedo. Pensé que no me quedará cliente para mucho tiempo, y pienso que, o están dispuestos a rebajar gastos innecesarios y a rebajar margen operativo o se van a la m….

En mi empresa tenemos el lema de no perder nada por precio siempre que no haya riesgo de cobro; si hay que vender con un margen de un 5% se vende, se cobra al contado pero se vende. Nunca se niega una venta ... aunque sea para ganar menos, un cliente es un cliente y una venta es una venta, cobrando claro.
El otro es un directivo de una multinacional. Antes de verano le echaron después de 15 años en el puesto. Cobraba casi 70.000 euros netos al año. Netos, si. Hace dos meses que busca trabajo. No encuentra nada parecido a lo que hacia y menos aún cobrando lo que cobraba. Le han ofrecido trabajos-basura como los llama él mismo, cobrando menos de la mitad que antes y debiendo trabajar más, no más horas sino hacer mas funciones. Ha descartado todas las ofertas.

Me comentaba que sigue buscando porque su puesto es importante y necesario y bla, bla, bla. Yo me pregunto, ¿dónde? si no quedan empresas y las que quedan tienen colas de personas pidiendo puestos de trabajo similares. Vino a verme por si conocía alguna empresa necesitada de su puesto. Ha pasado a mi lista de ex- clientes / conocidos / proveedores que cada día llenan mi buzón de correo solicitando un trabajo, eso si, igual de bien pagado que el que tenían y con las mismas condiciones.
La condición humana se adapta a todo, pero ¿por qué se esta tardando tanto en aceptar lo que vivimos?”.

Mi respuesta fue:

“Esa empresa de la que habla confunde conceptos. ¿Cuál es su margen neto?. ¿Se han planteado mejorar su productividad?. ¿Qué quieren decir cuando dicen. “sabemos los números que tenemos que hacer para que sea rentable mantener la empresa”?.

En el segundo caso Ud. hace diana: “su puesto es importante y necesario y bla..bla..bla.., yo me pregunto, ¿dónde?”: exacto: ¿dónde?. Algo es necesario cuando se necesita, no cuando una persona considera que es necesario. Esto es muy significativo: “Le han ofrecido trabajos (...) cobrando menos de la mitad que antes y debiendo (...) hacer mas funciones”. Fíjese que eso supone dos cosas: 1) aumentar la productividad y, a la vez, 2) reducir el coste. Unamos eso a lo anterior.

Se necesitan perfiles profesionales distintos a los de antes, capaces de realizar más funciones de las que antes realizaban aquellos perfiles sustituidos, y remunerados con una cantidad inferior; es decir: menos profesionales, la mayoría con una cualificación diferente, puede que, incluso menor, y peor remunerados. Mi interpretación: cada vez más factor trabajo cualificado se está convirtiendo en una commodity.

¿Por qué se está tardando tanto?, pues porque quienes gobiernan están transmitiendo el mensaje de que EL milagro aún es posible”.

(¡Ya lo dijimos!, ya lo dijimos!: es lo fácil. ¿Recuerdan cuando empezó a hablarse de la Unión Económica y Monetaria?, ¿recuerdan las quinielas que corrieron?: en ninguna de esas quinielas aparecía Irlanda, ni Grecia, ... ni España. Irlanda ya hemos visto: le salva que tiene poco más de seis millones de habitantes y sus links con el otro lado y con este; pero el verdadero Irish Trouble aún no ha empezado. Grecia lo tiene un bastante más complicado: más de once millones y sin links; la pregunta: es necesaria. ¿Quién vendrá después?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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