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Consecuencias de la rebaja de rating de EEUU

Carlos Montero - Lunes, 08 de Agosto Standard & Poor's tomó el viernes la decisión histórica de reducir la calificación "AAA" de la deuda soberana de Estados Unidos, una medida que podría tener repercusiones en los mercados de todo el mundo y socavar el crecimiento de la economía mundial. S&P informó que rebajó la calificación crediticia a largo plazo de la deuda del Tesoro de Estados Unidos a "AA+" y además colocó su perspectiva negativa, algo que abre la puerta a una nueva reducción hasta "AA" en los próximos dos años. Se trata de la primera vez en la historia moderna que una de las tres mayores agencias calificadoras arrebatan a Estados Unidos su calificación triple A.

¿Qué tuvo en cuenta S&P? La agencia de calificación se apoya en dos pilares.

Primero, el cambio en la “dinámica política” de Washington que impidió que los miembros del Congreso elaboraran un plan más amplio para reducir el déficit. “Desde el punto de vista de la política fiscal, el proceso se ha debilitado y se ha vuelto menos predecible de lo que era antes”, dijo David Beers, máximo responsable de Standard & Poor’s en esta decisión. La rebaja refleja la opinión de S&P de que el plan de consolidación fiscal que el Congreso y el gobierno recientemente acordaron es insuficiente para lo que, desde su perspectiva, sería necesario para estabilizar la dinámica del déficit fiscal a medio plazo

El segundo fue la revisión a la baja de la cifra del PIB de Estados Unidos de hace dos semanas. Los datos mostraron que la economía de Estados Unidos casi se estancó en la primera mitad del año. “La recesión fue más profunda de lo que todos pensaron hace un año y nosotros creemos que esto plantea la posibilidad de que la recuperación siga siendo débil”, afirmó Beers.

¿Qué implicaciones tiene para el mercado?

Nadie puede decirlo con seguridad. El lunes podríamos ver una reacción visceral en los mercados, donde el miedo a que los inversores entren en pánico podría catalizar las primeras ventas y entrar en una verdadera espiral de pánico y ventas de programas automáticos. A largo plazo una primera derivada daría con una subida de tipos, aunque en el corto plazo se podría contener si los inversores todavía creen que la deuda EEUU es un “activo refugio”.

La deuda de Japón sufrió dos rebajas de rating hasta el “AA” actual, tiene una deuda superior al 200% del PIB, pero continúa financiándose a tasas extremadamente bajas.

Grandes países inversores en EEUU han salido a los medios apoyando la deuda estadounidense. Rusia ha comentado que la rebaja en una solo nota puede ignorarse y Francia se unió a los EEUU cuestionado el movimiento de S&P. Corea del Sur se reafirmó en su fe con la deuda EEUU. Sean Callow, estratega de Westpac, ha señalado que los bancos centrales asiáticos, no estarán felices pero tendrán que mantener su posiciones en bonos EEUU.
El presidente ejecutivo de Templeton, Mark Mobius, ha comentado que la reacción inicial será un alto grado de incertidumbre y volatilidad, ya que los inversores no sabrán por un momento donde están los “activos seguros”. “Durante la crisis subprime la seguridad se encontraba en los dólares y la deuda EEUU. Ahora esa idea se ha deteriorado”.

Entre los ganadores de la rebaja de la deuda EEUU tenemos a los bonos japoneses y el franco suizo, a pesar de las intervenciones de sus respectivos bancos centrales. Pero el miedo a la crisis deuda en Europa podría hacer que los inversores mantengan al dólar entre la cesta de “activos refugios”. Es cierto que algunos fondos podrían verse obligados a vender valores del Tesoro ya que deben mantener sólo activos con calificación “AAA”, pero la ola de ventas en activos de riesgo también podría llevar a los compradores de regreso a los bonos del gobierno de Estados Unidos, que funcionan como un refugio seguro mundial en tiempos de turbulencia en los mercados. Pocos mercados igualan la profundidad y liquidez del mercado de instrumentos del Tesoro, que tiene 9,3 billones de dólares en deuda en circulación.

Para los inversores, una de las principales preocupaciones serán las repercusiones en los mercados mundiales. Los rendimientos de los títulos del Tesoro han sido utilizados desde hace mucho como referencia para una variedad de tasas de interés, desde créditos de consumo hasta finanzas corporativas. De modo que si la rebaja aumenta los costos de los préstamos del gobierno de Estados Unidos, lo mismo podría ocurrir a otros mercados a medida que los inversionistas se desprenden de activos de mayor riesgo, apunta Min Zeng.

Desde un punto de vista más amplio, Damian Paletta y Matt Phillips del Wall Street Journal, señalaban que la decisión de S&P podría desbaratar la recuperación de la economía de EEUU, que parece tener problemas en mantener el ritmo, y podría agravar la falta de confianza de los inversionistas en un sistema político que pasa apuros para llegar a un consenso incluso en cuestiones rutinarias. Como consecuencia, podría implicar la rebaja de la deuda de numerosas compañías y estados, lo que encarecería el costo para conseguir préstamos.

Una preocupación clave será ver si el apetito por la deuda de EEUU cambiará en China, el mayor tenedor extranjero de bonos estadounidenses del mundo. En 1945, sólo el 1% de los papeles del Tesoro estaba en manos extranjeras; ahora es un máximo histórico de 46%, según un informe de Bank of America Merrill Lynch.

Las lecciones de otros países, como Canadá y Australia, sugieren que un país puede demorarse años en recuperar su estatus de AAA, señala Phillips. Al mismo tiempo, el impacto económico de rebajas anteriores tiende a ser mayor cuando son más de una las firmas que califican la deuda como más riesgosa que cuando es sólo una la que actúa unilateralmente, como ahora.




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