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Crecimiento vs austeridad en UE: sin respuesta simple

Reuters - Lunes, 30 de Abril

Un intenso debate está creciendo en Europa sobre si la austeridad o el crecimiento ofrece la mejor estrategia para superar la crisis de deuda soberana en el continente. Como si esto fuera tan sencillo.

En momentos en que la zona euro está al borde de su segunda recesión en tres años, la batalla lanzada en revistas académicas, blogs y la prensa financiera se ha extendido a la campaña electoral en Francia, Grecia y pronto también en la mayor economía de la Unión Europea, Alemania.

"Europa no puede recortar y crecer", dijeron Sony Kapoor, jefe del centro de estudios Re-Define, y Peter Bofinger, miembro del Consejo Alemán de Asesores Económicos, en un artículo antes de que los líderes del bloque aprobaran un pacto de disciplina presupuestaria el mes pasado.

"La UE necesita un pacto de crecimiento y no uno fiscal. La acción rápida sobre el impuesto y el empleo es la manera de salir de la crisis", agregaron.

Un menor gasto fiscal reduce puestos de trabajo del sector público y también disminuye la demanda, deprimiendo el gasto de los consumidores y la inversión. Esto, además, amenaza con llevar a la economía hacia un ciclo vicioso de autoderrota.

"La pregunta es si los gobiernos deben ceder en estos momentos en sus esfuerzos para reducir el déficit, cuando la economía mundial sigue estando débil y la credibilidad en la política está lejos de ser concedida", dijo el economista Giancarlo Corsetti en un debate en el sitio web VoxEU.

Los partidarios de la austeridad sostienen que una reducción del gasto es vital para que las finanzas públicas sean sostenibles, construye credibilidad con los inversionistas y crea condiciones para un crecimiento sano, que no se basa en un endeudamiento cada vez mayor o en burbujas inmobiliarias.

"Sería muy fácil perder la credibilidad que hemos construido con la consolidación fiscal", dijo una autoridad senior de la UE, que habló bajo condición de anonimato.

Ambos bandos concuerdan en que las reformas económicas estructurales son necesarias para impulsar el crecimiento potencial y que la elaboración de leyes laborales más flexibles puede ayudar en el mediano plazo. Sin embargo, se diferencian sobre todo por el ritmo de la reducción de la deuda.

Entre los partidarios del crecimiento destaca un grupo de economistas estadounidenses como el ex secretario del Tesoro Lawrence Summers, el ganador del premio Nobel Paul Krugman y el académico Brad DeLong. En este grupo también está el socialista Francois Hollande, candidato presidencial francés.

El otro grupo está liderado por la canciller alemana, Angela Merkel, e incluye a instituciones como el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.

PEOR PANORAMA

Si bien los estados fuertemente endeudados bajo programas de rescate, como Grecia y Portugal, no tienen otra alternativa que la austeridad, Summers y DeLong aseguran que los recortes al gasto a corto plazo pueden empeorar la situación fiscal en el futuro en otros lugares.

"A menos que creamos que los costos reales a largo plazo de los préstamos para la Europa occidental en su conjunto serán superiores al 5% anual, el recorte del gasto en estos momentos para reducir el déficit probablemente erosionará en lugar de reforzar la situación fiscal general", dijo DeLong en una contribución al debate de VoxEU.

El economista estadounidense privado David Hale, quien dirige una consultora con sede en Chicago, dijo que los países europeos deben reducir el déficit de forma más incremental.

"Lo que los europeos están haciendo ahora es disminuir el ingreso, lo que significa que no cumplirán sus metas fiscales", dijo a Reuters.

Alemania, presionada a través de un tratado que impone multas cuasi-automáticas a los países de la zona euro que no cumplan con sus objetivos de reducción del déficit, y otros están decididos a no repetir lo que ellos ven como las causas de la crisis de deuda del bloque.

De acuerdo con Alemania, los gobiernos periféricos de la zona euro y los consumidores tomaron prestado más allá de sus medios para financiar un exceso de gastos que llenó a los estados, los bancos y los hogares con deudas inmanejables cuando el viento económico cambió.

La Comisión Europea y del Fondo Monetario Internacional recomiendan que los países logren reducir la mayor parte de su deuda recortando el gasto en lugar de aumentando los impuestos.

A ambos también les gustaría ver que particularmente Alemania, que tiene un déficit presupuestario bajo y un crecimiento decente, impulse la demanda interna para ayudar a estimular la economía europea.

Italia y España están en medio de fuertes programas de austeridad impulsados por una fuerte presión en los mercados de bonos, que habían perdido la confianza en sus capacidades para pagar sus deudas.

Los costos de endeudamiento de ambos países alcanzaron sus puntos máximos en la era del euro el año pasado, lo que obligó a anunciar profundos recortes del gasto público, así como reformas en las pensiones y las leyes laborales.

Los rendimientos de los bonos españoles han vuelto a aumentar desde que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rechazó una meta de déficit que su predecesor había acordado con las autoridades de la UE y estableció una meta más alta.

Los analistas dicen que el movimiento del mercado se debió tanto a una pérdida de credibilidad de la política española como al temor de que Madrid no logrará su nuevo objetivo debido a una recesión más profunda de lo esperado, con un desempleo del 23 por ciento que incluye un joven de cada dos.

"La credibilidad sobre la reducción de la deuda depende primero y principalmente en la recuperación económica", dijo la semana pasada Hollande, favorito en las elecciones en Francia.

El problema, dicen muchos economistas, no es su objetivo de aumentar el crecimiento, sino su manera de hacer las cosas.

Hollande tiene previsto reducir el déficit básicamente con un aumento de impuestos sobre las más altas rentas, la inversión y los bancos, mientras que espera crear cientos de miles de puestos de trabajo subvencionados para los jóvenes.

Esto en un país donde el gasto público representa el 55 por ciento de la producción económica y la carga tributaria es una de las más altas de Europa.

Incluso aquellos que quieren que Europa disminuya el ritmo de reducción del déficit creen que Francia debe hacer más para achicar el tamaño del Estado.

"En Francia, el recorte del gasto público permitirá liberar recursos para el sector privado. Los elementos de la reforma fiscal serían positivos para el crecimiento de más de 2-3 años, sobre todo si se puede combinar con los recortes de impuestos", dijo el economista estadounidense Hale. (Editado en español por Rodrigo Charme)




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