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Cuba

Santiago Niño Becerra - Lunes, 19 de Noviembre

Periódicamente se habla de Cuba, de lo que fue, de lo que es. Ahora es uno de esos momentos que toca hablar de Cuba.

El fracaso de la Revolución cubana: pienso que no estuvo en su ejecución sino en su planteamiento.

Fidel Castro nunca fue el marxista de manual que se ha pintado sino un ultra nacionalista de libro. ¿qué marxista puede tener de referente a José Martí?.

Su objetivo era eliminar la dependencia de Cuba de las influencias, interferencias, caprichos y conveniencias de USA a la vez que mejoraban las condiciones miserables en las que la dictadura sostenida por aquella forzaba a vivir a una mayoría de la población cubana.

La Revolución triunfó, pero su planteamiento no: Cuba, efectivamente, cortó su dependencia de USA pero en 1961 se vio obligada a iniciar otra: de la URSS.

 Las condiciones de vida de la población mejoraron, pero sólo debido esa dependencia por la que Cuba obtenía de todo a cambio de ser un funcionario más de otra metrópoli. Y cuando la URSS se marchó ...

 Ahí radica, pienso, el fracaso de la Revolución cubana, aunque la pregunta podría –debería- ser otra: ¿es factible un país latinoamericano verdadera, auténtica y totalmente independiente?.

(Y para la Historia quedará una pregunta: ¿qué hubiese sucedido si en Octubre de 1960 USA no hubiese iniciado el bloqueo económico y financiero de Cuba y, en su lugar, un diálogo a largo plazo hubiese sido planteado por ambos países?).

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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