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Cuidado (entre signos de admiración)

Santiago Niño Becerra - Lunes, 24 de Septiembre ¡Cuidado!. Estamos entrando en un terreno muy peligroso.

Es un terreno bien conocido por regíт­menes totalitarios y asimilables, un terreno en el que se pone en la picota a quienes critican las consignas oficiales, un terreno por el que tanto está empezando a moverse el Gobierno como su oposición; es una nueva versión del conocido “contubernio judeo-masónico”. En todas las partes del planeta clasificadas como democráticas, pero más en el reino, están proliferando las manifestaciones oficialistas -o cuasi, o pseudo- descalificando y calificando casi como terroristas a quienes decimos que la economíт­a mundial, en general, y la española en particular, ha entrado en una secuencia que la está llevando a un proceso de crisis; y ese proceder, no es que sea correcto o incorrecto, es, simplemente, suicida.

Centrándonos en España, la situación ha llegado ya a un punto insostenible, y va a ir a más porque ya hemos entrado en períт­odo electoral, pero no sólo por eso. La razón fundamental son los poquíт­simos activos reales con que la economíт­a española cuenta para hacer frente a lo que ya está llegando, por eso, en el reino la postura oficialista es que “nada malo va a suceder porque todo es genial”; de ahíт­ que dichos mensajes estén, ya, adoptando tintes crecientemente descalificadores hacia los críт­ticos de tal postura. Pero la oposición también se centra, únicamente, en su propio mensaje limitado al escenario políт­tico particular de España que, con sus proclamas, desea cambiar, considerando que fuera de su particular postura nada posible hay.

El colmo momentáneo (en los próximos meses vamos a asistir a una permanente carrera de colmos) es la bateríт­a de “ayudas” económicas que el Gobierno se está sacando de la chistera a fin de dulcificar la debacle que se va a venir encima de muchas españolas y de muchos españoles. De entrada: ¿por qué estas ayudas si los fundamentos de la economíт­a española son sólidos y España está jugando entre la elite mundial?.

Sigamos. Estas ayudas son variadas, pero todas tienen un denominador común: salen de los ingresos públicos, es decir, del bolsillo de la población, autóctona o no, española. El Gobierno está estudiando la concesión de anticipos de pasta a quienes corran peligro de ser desahuciadas/os por no poder hacer frente al pago de sus hipotecas, anticipos que, posteriormente, las/los receptoras/es deberán devolver. Pregunta, ¿si alguien que está percibiendo un 60% de sus ingresos en negro y se ha metido en una orgíт­a de gastos a pagar a plazos no puede pagar su hipoteca, se le va ayudar?; pues que bien, ¿no?. Más. Y, ¿qué sucederá si esa persona, ni hoy, ni mañana, ni pasado, puede pagar la hipoteca y devolver esos anticipos?.

Vayamos más allá: ¿a quién, de verdad, beneficia este proyecto?, se dice que a los jóvenes que no pueden acceder a una vivienda, pero, al margen de que esa pasta continuará alimentando al subsector de la construcción, los beneficiados serán los concededores de las hipotecas; es decir, que con dinero público se va a garantizar a entes privados la recuperación de su pasta. ¡Genial!. Además, sucede otra cosa. Si el Estado, con dinero de todas/os, complementa las dificultades de pago, las complementará con respecto a unos precios disparatados (¡huy!, ¡perdón!, que esos precios los ha fijado el mercado), por lo que el Estado está suponiendo que esos precios van a continuar en el nivel que ahora están. ¡Pues qué bien!, ¿verdad?. Más. Deducciones fiscales al alquiler de viviendas, en variadas formas y maneras. Lo mismo: y, ¿cómo van a ser fijados los precios de los alquileres?.

¿No ve la población una absoluta falta de coherencia entre este plus al modelo de protección social fundamentalmente orientado a cubrir desgracias con las peroratas sobre lo sólida que está la economíт­a española?. ¿No aprecia la ciudadaníт­a que todo esto se está diciendo en períт­odo electoral?. ¿No es consciente la gente que quien maneja los dineros está diciendo que no, que asíт­ no?, y esa gente, ¿no es consciente de que al ministro de Economíт­a está empezando a ninguneársele?; ¿por qué será?.

Juntemos todo. El Gobierno está negando que lo que ya está llegando nos va a dar un bofetón de campeonato, la oposición está metida en un mensaje parcial y limitado, las carencias que España tiene en muchíт­simos aspectos son antológicas y su dependencia exterior tremenda. Con este panorama, algunos miembros del Gobierno se han lanzado a buscar votos. Y, como colofón, ahora resulta que quien critica está empezando a ser malo malasombra. Menos mal que estamos jugando entre los grandes que si no !

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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