Dejar atado todo antes de tiempo

Administrador - Miercoles, 06 de Junio

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La decisión de Ricard Fornesa de dejar paso a Isidre Fainé para liderar el futuro de La Caixa es todo un ejemplo de cómo evitar problemas a la tercera entidad financiera del paíт­s.

Un año antes de lo previsto, Ricard Fonesa ha decidido dar un giro a su etapa profesional y abandonar la presidencia de La Caixa, que pasará a manos de Isidre Fainé, para concentrarse en la puesta en marcha de su último proyecto al frente de La Caixa, Caixaholding, en donde asumirá la presidencia de la entidad que aglutinará las participaciones industriales de La Caixa en Repsol, Telefónica, Abertis y Gas Natural, entre otras, convirtiéndose en la octava empresa del Ibex por capitalización bursátil.

La salida a Bolsa de este nuevo gigante empresarial, entre octubre y diciembre de ese año, coincidirá con la toma de poder en La Caixa de Fainé, ya que el traspaso de poderes no será inmediato: no se podrá realizar hasta que el actual director general de la entidad se integre en el consejo de administración de la entidad, un paso que requiera la convocatoria de una asamblea extraordinaria de La Caixa y que se espera se convoque en el períт­odo en el que se prepara la salida a bolsa de Caixaholding. Parece claro que en La Caixa se quiere evitar a toda costa una politización en la elección del nuevo presidente de la tercera entidad financiera del paíт­s. Más aún cuando en el próximo año se celebrarán unas nuevas elecciones generales y, por tanto, La Caixa no quiere ser utilizada por los políт­ticos de turno.

Ahora habrá que encontrar un sustituto para Fainé al frente de la direccion general de La Caixa y, por ende, de los designios y estrategias de futuro de La Caixa. Ya han aparecido varios nombres para ocupar esta vacante, entre ellos aparecen los hombres que forman parte del actual equipo directivo, como Tomás Muniesa, Marcel.líт­ Armenter y Antoni Massanell, asíт­ como el de directivos de entidades “vecinas”. Ese es el caso de Joan Maria Nin, consejero delegado del Banc Sabadell, Adolf Todó, director general de Caixa Manresa, o Jaume Guardiola, director del BBVA en España y Portugal. Seguro que esta semana se desvelará. Cuanto antes esté a las órdenes del “nuevo” presidente de La Caixa, antes se disiparán hipotéticas luchas de poder. La rapidez en la sucesión natural de la presidencia de La Caixa ejercerá de bálsamo.

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