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“DESDE LA GRAN DEPRESIÑ“N, EL MUNDO NO HABÍA VIVIDO UNA CRISIS FINANCIERA TAN PROFUNDA COMO AHORA…”

José Luis Martínez Campuzano - Jueves, 30 de Diciembre ilustracion Se trata de la intervención del Banco de España en la Asociación de Mercados Financieros. En definitiva: * Desde la Gran Depresión del siglo pasado el mundo no había vivido una crisis financiera tan profunda como la actual. Y al igual que pasó entonces, probablemente serán necesarios muchos años de intenso estudio y contar con suficiente perspectiva histórica para tener una evaluación precisa de los factores que la originaron o de los mecanismos que han contribuido a su difusión. En particular, todavía hay mucho que aprender acerca de la relación entre el desarrollo de la crisis y el comportamiento de los mercados financieros.* Durante la larga etapa de expansión previa a la crisis, la economía española había experimentado un proceso de continuado aumento del endeudamiento, parecido al de otros países que con la crisis vieron colapsar sus sistemas bancarios. Algunos analistas establecieron un paralelismo con lo ocurrido en estos países y alertaron de que podrían producirse problemas parecidos en el caso español. Sin embargo, no ha sido así. Es cierto que en la etapa de expansión el endeudamiento del sector privado creció a ritmos muy elevados -aunque debe matizarse que el crecimiento de los precios de los activos no sustentado por los fundamentales fue menor que en otros países-, pero durante estos tres años el sistema bancario español ha resistido razonablemente, con la intervención de solo dos entidades de pequeño tamaño y un volumen de apoyo público muy reducido si se compara con los recursos públicos destinados a este fin en otros países. *

*Hasta la explosión de la crisis, la doctrina imperante abogaba por una regulación laxa y se consideraban anticuados tanto el enfoque de nuestra supervisión como el modelo de negocio de nuestro sector bancario, centrado en las actividades bancarias tradicionales. Sin embargo, tras la crisis, la ley del péndulo ha llevado a que ahora el enfoque predominante en la regulación financiera se haya ido al extremo opuesto. Buena muestra de ello es el programa de trabajo que se viene desarrollando en los principales organismos y foros internacionales, como el G-20, el Consejo de Estabilidad Financiera (en sus siglas en inglés: FSB), o el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea.

*La actuación del FROB se ha completado con la aprobación de la reforma del régimen legal de las cajas de ahorros. Hasta ahora las limitaciones propias de su naturaleza jurídica habían impedido a las cajas reforzar su capital de mayor calidad, salvo a través de la capitalización de los beneficios generados. La reforma abre estas entidades al capital privado permitiéndoles emitir instrumentos de capital de la máxima calidad, favorece las mejoras en su gestión y las somete a una mayor disciplina de mercado.

* El comportamiento de los mercados de deuda podría analizarse desde el punto de vista de los fallos de mercado o de los fallos en su regulación. Aunque ésta es una perspectiva interesante, a diferencia de lo sucedido con la regulación bancaria, todavía no se han puesto en marcha propuestas de reforma de gran trascendencia. La crisis ha revelado múltiples fallos en el funcionamiento de los mercados y con frecuencia se ha criticado que estos mismos mercados influyan en la agenda de las políticas públicas, pero lo cierto es que hasta ahora apenas se han propuesto reformas de calado como las que se están elaborando para los mercados de crédito.

*Hemos aprendido también que los mercados no solo pueden errar cuando tardan en avisar sino que también pueden equivocarse en sus juicios. En muchas ocasiones la información de que disponen es difusa o insuficiente y los inversores configuran su visión de las distintas economías de una forma poco matizada. Lo que hemos aprendido, cuando este es el caso, es que criticar su ignorancia sirve de poco en términos prácticos. La reacción más adecuada es proporcionarles la mayor y mejor información posible. Porque, en general, cuando los inversores tienen la información correcta, la incorporan adecuadamente en sus juicios.

* Si me permiten que siga utilizando este recurso retórico, otra lección que hemos aprendido recientemente es que los mercados, además de no ser infalibles, también - a veces- olvidan. El último ejemplo en este sentido son las dudas que han emergido de nuevo sobre el sistema bancario español. Las pruebas de resistencia se hicieron a finales de julio, y como ustedes pueden suponer, el valor de los activos inmobiliarios de la banca española no puede haber variado significativamente en tres meses. Nada ha cambiado sustancialmente del resto de las hipótesis y, sin embargo, los mercados han parecido olvidarlo porque han entrado en la lógica de “si Irlanda ha tenido un problema inmobiliario y tiene serios problemas bancarios, algo parecido podría ocurrir en España”.

*Una sospecha que se ha visto reforzada por el hecho de que las entidades irlandesas también superaron los stress-test. En este sentido, es preciso recalcar que las pruebas de resistencia que se realizaron en nuestro país fueron más exhaustivas y ofrecieron una información más detallada. Mientras que en Irlanda solamente dos entidades participaron en estos ejercicios, en nuestro país se sometieron a ellos todas las cajas y bancos cotizados y se facilitó información sobre la exposición a los riesgos, en particular al inmobiliario, con un grado de detalle y transparencia notablemente superior al que se ofreció en otros países.

* En particular, el Banco de España se ha dirigido a las asociaciones del sector para asegurar que las entidades ofrezcan trimestralmente al mercado información adicional normalizada sobre su exposición al sector de promoción y construcción, desglosando los porcentajes de créditos de dudoso cobro, las garantías de que disponen y las coberturas constituidas para afrontar su posible deterioro. También deberán detallar la información sobre su cartera hipotecaria minorista, incluyendo los loan to value correspondientes y los porcentajes de créditos dudosos. Por último, deberán valorar sus necesidades de financiación en los mercados y las estrategias de corto, medio y largo plazo que han puesto en marcha. Hay que hacer todo esto porque cuando la percepción de la realidad es mucho peor que la realidad misma, la mejor reacción posible es explicarla con todo detalle.

* ¿Debemos hacer siempre caso a los consejos de los mercados? No necesariamente. Es muy recomendable hacerles caso cuando los mensajes que nos envían son atinados. Y muchas veces, aunque tarde, nos demandan hacer aquello que nos beneficia. Pero también se equivocan a veces y en esos casos, no tiene sentido reaccionar airadamente echándoles en cara su ignorancia. No sirve de nada. La respuesta más adecuada es darles la mayor información posible y explicarles nuestras razones. Esta es la forma de convencer a cualquier persona y es la forma en que debemos reaccionar ante los mercados. Y es que los mercados no son sino personas. Por ello siempre que me preguntan cómo se debe reaccionar ante ellos suelo aconsejar que se les trate como a personas, que es lo que son al fin y al cabo.

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España




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