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El año que viene Ѣ€“ y 7

Santiago Niño Becerra - Miercoles, 12 de Agosto 1024 Ѣ€" El año que viene se celebrará el 65 aniversario del fin de la II Guerra Mundial (este año, por tanto, se celebra el 64) y el 92 aniversario del fin de la I (el 91, este año). El fin de la II significó muchas cosas buenas, resumiendo: la economía mundial comenzó un estado de bienestar cuya manifestación más evidente (en unos sitios más que en otros) fue el modelo de protección social: finalizó definitivamente la Gran Depresión y durante 25 años, para arriba. Lo que no ha quedado claro de esas dos contiendas es una cosa que, aunque se ha comentado, nadie ha explicado conveniente y convincentemente.

.ilustraciónEn esas dos guerras, las más sangrientas en la historia de la humanidad, se enfrentaron países altamente desarrollados, es decir, economías potentes (y adláteres, vale, pero a esas, por su reducida importancia colateral, iban a remolque de las otros). Bien, lo que decíamos, se enfrentaron países, economías, pero personalizadas en ciudadanas y ciudadanos que morían y mataban, es decir, se enfrentaban trabajadoras y trabajadores que pertenecían a una misma clase social, que tenían idénticos problemas y las mismas esperanzas, y que en muy poco iban a beneficiase de la victoria si la había.

Cierto, cierto, eso se abordó antes de la Gran Guerra, y la Socialdemocracia decidió que sí, que a la guerra; y cierto también, la carga ideológico-económica que existía entonces era tremenda, pero es sorprendente que gentes con idénticos problemas acepten matarse entre sí, ¿no?. La razón última, pienso, por la que la Guerra de Vietnam generó tantos rechazo en USA fue porque quienes iban a matar y a morir era reclutados y muchos de ellos pertenecían a la clase media; las de Iraq, en cambio, no han ocasionado rechazo en USA porque quienes iban a hacer la guerra eran profesionales, la mayoría de clase social baja o muy baja, es decir, pobre o muy pobre.

Quienes dicen que la solución a esto-que-está-llegando es una guerra han olvidado un par de cosas. De entrada, que hoy no existe un caldo de cultivo ideológico para montar una III Guerra Mundial; en segundo lugar, que cuando alguien es capaz de colocar un pepino a 3.000 Km. de distancia con un error de 5 metros, las guerras se han acabado; en tercero, que con armas como la bomba de impulso magnético, las consecuencias de una guerra podrían ser, precisamente, las que nadie desea, como volver al siglo XVI, por ejemplo. Sinceramente, pienso que no está el horno mundial para bollos-guerra.

(Yo vuelvo al principio: ¿qué motivó a personas con idénticos problemas a matarse por cosas que no entraban dentro de sus intereses?. Algún día alguien tendrá que explicarlo.

1025 Ѣ€” La corrupción tiene un aspecto muy curioso: sirve para puentear esa-cosa-llamada-democracia. Cójase un partido político o a un o unos político o políticos (no importa el color, ni del partido no del político o de los políticos). Hágase que ese partido o esos políticos ganen unas elecciones locales o generales, unas elecciones limpias y democráticas, naturalmente. Luego que ese partido o esos políticos ya en el Gobierno empiecen a ejecutar el plan que ya llevaban en el bolsillo cuando tomaron posesión del cargo, y, ¡hala!, a seguir. La gente, el pueblo, votó lo que quiso, lo que creyó conveniente, pero luego, ese Gobierno hace lo que hay que tiene que hacer. ¿Ven lo del puenteo?.

Corrupción, es que a todo le llaman corrupción. Para saber lo que es corrupción, pero corrupción, corrupción, corrupción de la buena, vamos, les sugiero que se documenten sobre la Tammany Society; es la madre de todos los movimientos corruptos de la época moderna.

Lo que está sucediendo en el reino ya saben con qué: siempre, siempre, siempre a la gente se le coge por la pasta, pasta que puede tener muchas formas y diversas manifestaciones, pero es por la pasta. “En USA es por el sexo”, dice el del fondo, y no, por el sexo, en los países anglosajones pueden destruirse carreras políticas (si conviene, claro, porque si no se pasa página), pero coger a la gente se la coge, también, por pasta: recuerden a Al Capone: cuando quien tenía que decir basta lo dijo, se creó una ley para que todas las actividades pagasen impuestos, y como las del Sr. Capone no pagaban, a la cárcel. “Es que eran actividades ilegales”, dice el del fondo, da igual: igualmente tenían que pagar impuestos. ¿Qué es hipócrita?, sí, ¿y?.

1026 Ѣ€” Dos bancos españoles están interesados en hacer cosas en Florida. Me pregunto si cuando dicen “Florida” están queriendo decir eso o están queriendo decir “Cuba”.

1027 Ѣ€” La riqueza financiera de las familias ha caído (y la total también, claro): resulta que como los activos financieros valen menos, los españoles somos menos ricos (y como el valor de la vivienda también ha caído, pues más menos ricos). No estaba de acuerdo antes, cuando nos decían que los españoles éramos más ricos a cada día que pasaba y no lo estoy ahora. Vamos a ver, si una persona tiene las expectativas de ingresos que tiene y es propietario de un piso que, ¿qué demonios le importa que el valor del piso suba y suba si no va a poder atender más que un crédito de un determinado importe aunque decida venderse su vivienda e irse a otra de más postín?. Si alguien tiene un fondo de pensiones, aunque este suba y suba. Pues lo mismo, pero al revés si baja el valor de los pisos y de los fondos de pensiones?.

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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