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El BCE no compró bonos la semana pasada tras anunciar su plan

Reuters - Lunes, 10 de Septiembre

El Banco Central Europeo no compró bono estatales la semana pasada, antes de que acabar con el SMP (Securities Markets Programme) y reemplazarlo por un nuevo plan que se espera sea más efectivo para rebajar los costes de financiación de los países de la eurozona.

El BCE está siendo forzado para que tenga un papel más decisivo en la lucha contra la crisis de la eurozona mientras los gobiernos negocian los obstáculos políticos y legales para una respuesta coordinada y a largo plazo.

El jueves pasado, el banco central acordó el lanzamiento de un programa de compra de bonos potencialmente ilimitado, mediante el cual pretende reducir el coste de la financiación de los países más afectados por la crisis de deuda, a cambio de que los estados se comprometan a hacer más reformas.

El SMP ha sido controvertido desde su nacimiento en mayo de 2010, cuando el por entonces jefe del Bundesbank Axel Weber lo criticó de manera inmediata, y pronto perdió credibilidad en los mercados. Weber renunció en protesta por el plan a comienzos de 2011.

El nuevo programa acordado la semana pasada pretende convencer a los mercados al no imponer límites. Draghi logró el apoyo al plan insistiendo en que el BCE sólo ayudará a los países que se comprometan y apliquen unas estrictas condiciones.

Jens Weidmann, el sucesor de Weber en el Bundesbank, fue el único que se opuso al plan en el Consejo de Gobierno del regulador.

El BCE casi no ha usado el SMP desde que Draghi tomó el control del banco en noviembre pasado, y dejó de usarlo completamente en marzo, al entender que la compra de bonos minaba el incentivo de los bancos para efectuar reformas.

El BCE se vio perjudicado el año pasado cuando compró bonos italianos y españoles e inmediatamente el por entonces primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, dio marcha atrás a las reformas que había prometido para provocar la intervención del banco central. El BCE aprendió de esa experiencia y por ello impondrá duras condiciones a cualquier compra de bonos.

En el nuevo programa se centrará en la compra de bonos de plazos más cortos, sólo de uno a tres años. A diferencia del anterior programa, renunciará a su estatus de acreedor preferente, lo que significa que ahora será tratado con la misma prioridad que la de los acreedores privados en caso de impago.




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