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El consumo que no será

Santiago Niño Becerra - Lunes, 07 de Diciembre La semántica es importante, y lo que se pueda entender con las palabras, más. Se ha resucitado un término: "Desinflación": dicen que es la caída de precios que se está produciendo, caída de precios, se dice, que es positiva: "la capacidad de compra aumenta".ilustración

Una “desinflación” no es lo que ahora se está produciendo, una desinflación es algo provocado, buscado, fabricado, para que los precios decrezcan, por ejemplo, aumentando la productividad de forma muy rápida -difícil-, o provocando importaciones de choque. Lo que ahora está sucediendo, y más sucederá, es una caída de precios por falta de consumo; quienes ponen nombre a las cosas le pueden llamar como quieran, pero esto es una “deflación”.

¿Por qué baja el consumo?, pues porque esta bajando la renta media y la capacidad de endeudamiento de la población. Más desempleo (aunque esté subsidiado), reduce la capacidad de consumo y hace ver las cosas de otra manera; mayor desempleo supone una caída en la capacidad de endeudamiento, máxime si esa persona desempleada se halla, ya, endeudada.

Las compañías, los comercios, tratarán de ganar consumo reduciendo precios (a costa de sus márgenes), y más raramente (en esta fase) mejorando su productividad. Caída del consumo que, además, se produce en un entorno de una capacidad productiva muy elevada procedente de un momento anterior en el que el consumo -a crédito- era máximo, lo que genera cierre de empresas, reducciones de plantillas y caídas de capacidad ya que la exportación es muy difícil al tratar todas las economías de colocar sus excedentes productivos en el exterior. (El aumento actual de las exportaciones por parte de algunos países debe considerarse transitorio: fruto de los planes de estímulo).

El País Negocios del 15.11.2009, en sus Págs. 4 y 5 publicó un trabajo sobre Canarias verdaderamente bueno, sugiero que lo lean, máxime si conocieron Canarias hace 25 ó 30 años. La Canarias de hoy es un invento, como otros, a partir del turismo (Baleares, a finales de los años 40 y principios de los 50 era una de las zonas más pobres de España); el paso siguiente fue lógico: había que dar alojamiento a esos visitantes que han llegado a generar el 25% del PIB, y se puso en marcha la máquina de construir edificios. Cuando ha caído el primero lo ha hecho la segundo, ¿o ha sido al revés?. Y en su caída, ambos han arrastrado a un sinfín de actividades conectadas con una y otra.

Ya, ya: dependencia. ¿Cuántas zonas en el reino, cuántas regiones tienen una economía dependiente?. Canarias, ya, y, ¿cuántas más?. El cambio sistémico que se generó a partir de la Gran Depresión institucionalizó el consumo -de todo- como EL elemento generador de PIB por antonomasia, de ahí lo del “pleno empleo”: sin ocupación, ¿cómo iba a consumir la población?; si no ocupaban factores productivos, ¿qué iban a consumir las empresas?; si ambos fenómenos no se daban, ¿cómo iba a recaudar el Estado?, y, si no recaudaba, ¿cómo iba a consumir?. ¡Fue genial!, ¡verdaderamente brillante!, pero a un coste tremendo que en su momento nadie vio, ¿o si?. Ahora todo esto está agotado, continuamos viviendo de forma asistida -subsistiendo-, y otro cambio sistémico llegará.

La población no adquiere un nuevo plasma (aunque funcione perfectamente el que ahora tiene) porque piense que mañana será más barato, no lo adquiere porque su renta ha descendido y/o lo ha hecho su capacidad para endeudarse; ¡ojala ahora la gente pensase así!: demostraría un nivel de racionalidad que no utilizó cuando se endeudo -en España- hasta alcanzar el 120% de su renta. ¿No se ha dado nadie cuenta de que el consumo empezó a caer cuando esa población empezó a tener problemas para pagar lo que debía, cuando las entidades financieras cerraron el grifo del crédito, cuando a su amiga o a su vecino le recortaron el bonus o le metieron en alguna variante de ERE?.

¡Y dicen -expertos- que hay que hacer lo que sea para aumentar la demanda!: es como si a un infante que ha cogido una indigestión de pasteles le diéramos más dulces para que se le pasase.

(Me lo ha pasado un lector: coste laboral horario medio de un ingeniero en Rumania: 17 euros, coste laboral medio de un ingeniero en Alemania: 65 euros (puede deducirse que el primer caso la nacionalidad del ingeniero es rumana y en el segundo es indiferente). ¿También en estos casos se dará la diferencia del 25% entre los salarios femeninos y masculinos?).

(Empieza a ser preocupante: en el reino se continúa solicitando una reforma laboral para “crear empleo”: ¿será por aquello de “crear empleo por decreto”?. Lo malo del caso es que alguien se lo puede creer: alguien se puede creer que si se pone en marcha una reforma laboral General Motors va a contratar más trabajadores en Figueruelas. En fin).

(Bueno, al final las cosas salen a la luz. ¿Recuerdan aquella iniciativa del presidente de la República Francesa de elaborar un índice económico o medida del estado económico del un país al margen del PIB?, era” una iniciativa que encomendó a los profesores Stiglitz y Fitoussi, un índice que M. Nicolas Sarkozy calificó de “indice du bien-уªtre économique” ¿si?, bueno, pues el informe ha visto la luz. Lleva por título “Rapport de la Commission sur la mesure des performances économiques et du progrу¨s social”, y si quieren leerlo lo tienen aquí : http://www.stiglitz-sen-fitoussi.fr/documents/rapport_francais.pdf.

Decía que al final las cosas salen a la luz porque el resumen del resumen del informe dice que, de los catorce miembros de la OCDE estudiados, Noruega encabeza la lista de países más prósperos, el segundo es Dinamarca, el tercero Países Bajos, el cuarto Bélgica, Francia es el sexto, Canadá el noveno. Estados Unidos y España cierran la lista. (El periódico Le Monde dedicó una amplia reseña al tema en su edición del pasado día 4 de los corrientes).

La pregunta que inmediatamente acude a las mentes es: España, ¿ha dejado de “ir bien” y su economía ya no juega en la Champions, o es que, en realidad, nunca fue bien y nunca estuvo jugando en la League?).

Santiago Niño Becerra. Catedrático dd Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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