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El crédito, una bomba de relojeríт­a

Redacción - Lunes, 24 de Septiembre En plena crisis bursátil se supo que las ventas de acciones a crédito habíт­an alcanzado un nivel récord en la Bolsa española. Es decir, el bolsista vende cuando quizá ya esté todo el pescado vendido. Tarde y mal ¿Qué pasará cuando lleguen las recompras?

En octubre de 1987, es decir, hace veinte años, sucedió lo mismo. Muchos vendieron a crédito pensando que era el final del mundo, pero no fue asíт­. En los últimos meses ha sucedido lo mismo. Por eso, los mejores sabuesos miran con lupa los saldos vivos de venta a crédito en otras tantas acciones, principalmente en las más estrechas, que son las que mejores rendimientos pueden ofrecer. Cuando las recompras lleguen se producirán subidas en vertical en esos valores, como ha sucedido ya en episodios similares anteriores.

La operativa de venta de acciones a crédito en España, que apuesta a que los tíт­tulos de determinadas compañíт­as bajen, superó a finales de junio por primera vez en la historia a las de compras, que premia justo lo contrario. Este cambio de tendencia supuso una apuesta del mercado por los recortes y pone de manifiesto el afán de los inversores por obtener rendimientos positivos incluso de situaciones bajistas, aunque sostenido en la confianza de la liquidez de los mercados.

En concreto, la venta a crédito de acciones en el mercado español ha alcanzado la cifra récord de contratación de 232,93 millones de euros entre enero y junio de este año, frente a los 191,63 millones de euros invertidos del lado de las compras, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME) a los que ha tenido acceso Europa Press. La operativa de venta a crédito se realiza cuando la perspectiva de los inversores es de que los tíт­tulos bajen, para lo que ejecutan una operación al descubierto, es decir, venden acciones prestadas a un precio determinado y esperan para devolverlas a comprar esas mismas acciones cuando los tíт­tulos bajen. De este movimiento y del diferencial obtenido es de donde se extrae el beneficio.

La operativa de compra es similar aunque exactamente contraria, de forma que se compra barato y se vende caro más adelante. Además, para efectuar estas operaciones el inversor sólo tiene que desembolsar parte del importe total de la operación, de forma que el éxito en una de estas operaciones supone importantes ganancias, aunque el riesgo en caso de fracaso es también mucho mayor, ya que, de equivocarse en la tendencia del mercado, el inversor debe hacer frente al desembolso completo de la compra de esos tíт­tulos.




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