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El FMI empeora sus previsiones apenas cuatro semanas después: se han vuelto “más sombrías, en particular en Europa”

Moisés Romero - Lunes, 14 de Noviembre

De mal a peor. Y en apenas cuatro semanas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha reconocido este lunes que las perspectivas de la economía mundial son más pesimistas de lo que preveía el mes pasado en sus proyecciones, ya que los efectos de la guerra de Rusia y la persistente inflación están empeorando el escenario. El empeoramiento constante en los últimos meses de los índices de gerentes de compras (PMI) que rastrean las economías del G-20 "confirman que las perspectivas son más sombrías" que las esbozadas en las Perspectivas de la economía mundial de octubre, "en particular en Europa", ha admitido Tryggvi Gudmundsson, economista del departamento de investigación del FMI, en una entrada de su blog. Las dificultades "son inmensas, y el debilitamiento de los indicadores económicos apunta a nuevos desafíos".

"En China, los confinamientos intermitentes debidos a la pandemia y las dificultades del sector inmobiliario están contribuyendo a una desaceleración económica que no solo se ve en los datos del índice de gerentes de compras, sino también en la inversión, la producción industrial y las ventas minoristas. Es inevitable que esto tenga un impacto significativo en otras economías debido al importante papel de China en el comercio", añade Gudmundsson.

En su WEO (perspectivas para la economía mundial) del mes pasado, el fondo con sede en Washington recortó su previsión de crecimiento mundial para el próximo año al 2,7%, desde el 2,9% visto en julio y el 3,8% de enero, añadiendo que ve un 25% de probabilidades de que el crecimiento se ralentice a menos del 2%.

El mes pasado, el FMI calculó que alrededor de un tercio de la economía mundial tendrá al menos dos trimestres consecutivos de contracción este año y el próximo, y que la pérdida de producción hasta 2026 será de 4 billones de dólares.

Los consumidores de todo el mundo están lidiando con una crisis del coste de la vida cada vez más profunda, estimulada por la inflación de los alimentos y los combustibles que, en muchos lugares, muestra pocos signos de alivio. Los altos precios han desencadenado una ola de subidas de los tipos de interés que ha encarecido el pago de la deuda y ha hecho temer un bloqueo de la financiación en los países de renta baja y en los mercados emergentes.

Sin embargo, pese a la creciente evidencia de desaceleración económica mundial, señala el experto del FMI, "las autoridades económicas tienen que seguir dando prioridad a contener la inflación, que está contribuyendo a una crisis del costo de vida y perjudica sobre todo a los grupos vulnerables y de ingreso bajo".

"Es probable que en muchos países sea necesario continuar con el endurecimiento fiscal y monetario para reducir la inflación y abordar las vulnerabilidades de la deuda; y prevemos nuevos endurecimientos en muchas economías del G-20 en los próximos meses. No obstante, estas medidas continuarán lastrando la actividad económica, en especial en los sectores sensibles a los tipos de interés, como es el de la vivienda", agrega Gudmundsson.

Un empeoramiento de la crisis energética en Europa perjudicaría gravemente el crecimiento y elevaría la inflación, mientras que una inflación elevada y prolongada podría provocar subidas de los intereses políticos mayores de lo previsto y un mayor endurecimiento de las condiciones financieras mundiales.

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Moisés Romero




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