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EL G20 ACELERA Y AUMENTA LOS RECURSOS DISPONIBLES DEL FMI EN 500.000 MILLONES DE DÑ“LARES

Redacción - Jueves, 02 de Abril ilustraciónLos dirigentes del G-20 acordaron el jueves inyectar un billón de dólares adicionales en la alicaída economía mundial mediante financiación extra para organizaciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI). En una rueda de prensa en la que enumeró las conclusiones de la cumbre celebrada en Londres, el primer ministro británico Gordon Brown anunció una suma adicional de 500.000 millones de dólares para el FMI (unos 379.000 millones de euros), más 250.000 millones de dólares en Derechos Especiales de Giro del Fondo y otros 250.000 millones de dólares para financiar el comercio. "Este es el día en que el mundo se unió para luchar conjuntamente contra la recesión global", dijo Brown en una intervención ante la prensa en el cierre de la cumbre del G-20 en Londres. El acuerdo se alcanzó tras duras negociaciones entre quienes daban prioridad a la regulación del sistema financiero internacional y los que abogaban por estímulos fiscales para impulsar la economía. El primer ministro británico aseguró que el G-20 lanza un mensaje claro de que, en esta era global, "son necesarias soluciones globales a los problemas globales".

Brown dijo que “el consenso de Washington está superado” y que ha llegado “un nuevo consenso”, en el que el comercio mundial debe convertirse “en un motor del crecimiento”. Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron una reforma del sistema financiero global, incluidos los hedge funds, el control de las agencias de calificación de riesgo y el establecimiento de un sistema internacional contable más claro.

“El secreto bancario es una cosa del pasado”, subrayó Brown, quien añadió que es necesario “limpiar los bancos” para restablecer las líneas crediticias a empresas y ciudadanos, y que también habrá nuevas reglas sobre los bonos de los directivos bancarios.

En su intervención, el mandatario declaró que hoy es “el día que el mundo se unió, no con palabras, sino con un plan de recuperación y un claro calendario”, pese a la división con la que había arrancado esta misma mañana debido a las diferencias entre el eje franco-alemán, que denunciaba la falta de compromisos concretos para incrementar la supervisión financiera, y las exigencias de Estados Unidos de aprobar nuevos planes de estímulo, frente a la reticencias de la mayoría de los países europeos.

Entre las medidas concretas, el G-20 comprometió 1 billón de dólares (743.000 millones de euros al cambio actual) para los organismos financieros multilaterales con el objetivo de ayudar a los países con problemas. El Fondo Monetario Internacional (FMI) triplicará sus recursos y recibirá 500.000 millones de dólares adicionales a los 250.000 millones ya comprometidos para este organismo, y habrá otros fondos para el Banco Mundial (BM)y el Foro de Estabilidad Financiera.

Los líderes políticos del G-20, grupo que representa al 85% de la economía mundial y a dos tercios de la población del mundo, acordaron además medidas concretas contra el proteccionismo y decidieron establecer sanciones contra los paraísos fiscales.

Combatir los paraísos fiscales

El primer anuncio de este mediodía que hizo Gordon Brown fue un acuerdo para atacar los paraísos fiscales que conllevará que “la era del secretismo bancario llegue a su fin” y se mostró convencido de que la reunión concluirá con un acuerdo global debido al “interés compartido” en la “necesidad de unirse” para superar la crisis financiera.

En declaraciones a los medios, el titular del Tesoro británico, Alistair Darling, habló esta mañana de un pacto global. Así, después de que tanto el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, como la canciller alemana, Angela Merkel, exigiesen un armazón “inmediato” de supervisión internacional, Darling explicó que “todo el mundo está de acuerdo en la necesidad de contar con una normativa más dura”.

Con todo, el ministro del Tesoro aclaró que la de hoy es una “parte del proceso” que implicará seguir negociando para dar como resultado un sistema que garantice la reedición de un colapso financiero como el que actualmente asola a las economías de todo el planeta.

Flanqueado por el presidente estadounidense, Barack Obama, y su ministro de Economía, Alistair Darling, Brown declaró que esta es “una oportunidad” para que los países busquen conjuntamente “la manera de reconstruir nuestra economía global” y para que constaten que “los problemas globales necesitan de soluciones globales”.

No hubo acuerdo sobre nuevos estímulos fiscales para impulsar la economía, tras las distintas posiciones expresados por EE UU y los países de la Europa continental, especialmente Francia y Alemania. Este apartado se quedó en una referencia a “hacer todo lo que sea necesario” para recuperar las economías del planeta.




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