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El inventor del indicador de recesión más famoso del mercado confía en que la curva de rendimiento invertida indica con precisión una desaceleración en 2024

Carlos Montero - Martes, 30 de Enero

Wall Street ha intensificado sus pronósticos de un aterrizaje suave para 2024, pero un reconocido experto económico que popularizó el indicador de recesión más famoso en los mercados dice que se espera una desaceleración este año. Campbell Harvey es un economista canadiense e investigador de la Universidad de Duke cuyo trabajo demostró que, durante décadas, una curva de rendimiento invertida (es decir, cuando los rendimientos de los bonos del Tesoro a corto plazo superan el rendimiento de los bonos gubernamentales a más largo plazo) ha precedido a una recesión en Estados Unidos.



El poder predictivo del indicador, que data de 1968, es de ocho por ocho, con cero señales falsas. Harvey le dijo al presentador Jack Farley en el podcast Forward Guidance que, dado que los rendimientos se invirtieron en el otoño de 2022, esto sugiere que se producirá una recesión en el primer o segundo trimestre de este año.

Anteriormente había predicho que el indicador podría resultar equivocado esta vez, dada la fortaleza del mercado laboral y otros datos económicos positivos. Sin embargo, ha revertido esa perspectiva.

"Tenía cierta credibilidad al decir 'mi modelo podría estar equivocado' porque es mi modelo", dijo Harvey. "Básicamente, estaba diciendo que podría ser posible esquivar una recesión, pero esto en realidad estaba supeditado a que la Reserva Federal diera marcha atrás -y esto fue hace un año- y no subiera más las tasas. Y eso no es lo que sucedió".

La Reserva Federal subió las tasas 11 veces en el ciclo 2022-2023, elevando su tasa de referencia de cerca del 0% a un rango de 5,25%-5,50%.

"Como resultado, he revisado mi opinión", continuó. "Dadas las circunstancias, creo que es probable que veamos un crecimiento mucho más débil en 2024".

Dijo que la curva de rendimiento invertida, en cierto sentido, es una profecía autocumplida, ya que indica a las empresas y a los inversores que se avecina una desaceleración, que luego altera el gasto y el comportamiento empresarial y, en última instancia, conduce a una menor actividad.

"Hace que la curva de rendimiento sea causal", dijo Harvey. "Este canal de causalidad es muy diferente al del pasado".

Y la inversión de la curva en sí tampoco es la señal final de una recesión, ya que los expertos han señalado que en realidad es cuando la curva se desinvierte y los rendimientos a largo plazo vuelven a superar los de los bonos a corto plazo cuando se indica que ha llegado una recesión.

Dado su perfecto historial, Harvey señaló que el indicador actualmente permite a las empresas tomar decisiones más inteligentes en el panorama actual y operar con más cautela. A diferencia de la crisis financiera mundial de 2008, dijo que las empresas son más estratégicas y gestionan el riesgo, por lo que tiene la esperanza de que no se produzcan despidos graves.

"De hecho, podría llegar al punto en que el indicador podría llegar a un punto en el que simplemente pierda su capacidad de pronosticar", dijo, "pero no creo que hayamos llegado a ese punto todavía".




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