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El mercado de edificios comerciales se hunde

Redacción - Sabado, 15 de Septiembre

La cifra es desoladora. Durante el segundo trimestre del año el mercado de edificios comerciales en España únicamente registró tres operaciones. Y el contraste, escalofriante. En comparación con el mismo periodo de 2011 las transacciones han caído casi un 95 por ciento. Es decir, 55 acuerdos menos dentro de este segmento, donde caben tanto oficinas como locales comerciales o espacios industriales, escribe R. G. en elEconomista

La estadística la ha hecho pública la consultora inglesa Real Capital Analytics, que ve en este declive un repunte en la aversión al riesgo especialmente entre los inversores internacionales, preocupados por la incertidumbre que luce el porvenir de la zona euro. Un guión que ya ha provocado el colapso de este mercado no sólo en España, también el resto de países periféricos. En Italia, por ejemplo, durante el segundo trimestre del año sólo se contabilizaron dos transacciones en el segmento de edificios comerciales. Peor aún que en España.

Pero, volviendo a nuestro país, el volumen de las tres operaciones mencionadas anteriormente apenas superó los 67 millones de euros, lo que en términos porcentuales representa un descenso del 74% frente a los 260 millones de un año antes. Una cifra que esconde otro mensaje cargado de desánimo: por primera vez el volumen de las operaciones en España cae por debajo del nivel de Portugal. Algo inconcebible hace cinco años, cuando el mercado español era uno de los más activos de todo el continente.

Un punto a favor

Y entre tanta calma chicha, un soplo para animar el mercado. Al menos en el ámbito residencial, un segmento en el que las entidades financieras que han sido rescatadas o que prevén recibir dinero público se han convertido en auténticas protagonistas. No en vano estos bancos, con altos índices de exposición al ladrillo, han vendido hasta junio más de 18.000 pisos acuciados por la próxima aparición en escena del banco malo, cuya aprobación ultima el Gobierno para el próximo 24 de agosto.

Una cifras que, con todo, no han logrado revertir la tendencia en el sector, aunque sí suavizarla. Así, en junio la venta de viviendas había retrocedido un 11,4% frente a 2011, hasta las 25.405 unidades según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Pero, ¿por qué ha disparado el banco malo la actividad vendedora de las entidades con problemas? Porque todos los activos tóxicos de estos grupos financieros, entre los que se encuentran CatalunyaCaixa, Bankia o Banco de Valencia, tendrán que ser transferidos a este nuevo protagonista para hacer una nueva valoración de los activos inmobiliarios de dichas entidades. Un hecho que, por otro lado, hará aflorar nuevas pérdidas entre los bancos con más dificultades.

Pero esta no es la única razón por la cual los grupos financieros son ahora el motor del sector inmobiliario residencial (el patrimonial va a otro ritmo). Existe otro factor sin el cual éste relanzamiento no sería posible.

Las entidades, la financiación

En la ecuación hay un variable que no puede obviarse: los bancos son, a fin de cuentas, los que dan la financiación. Es el comprador el que propone pero son las entidades las que disponen, las que tienen la última palabra para conceder o no el crédito.

Por otro lado, para que la venta de pisos entre los grupos financieros se haya disparado, éstos han tenido que rebajar sensiblemente los precios, asumiendo unas pérdidas sobre el valor en libros que, en cualquier caso, siempre serán más recomendables que las necesidades de capital que se vincularían del hecho de mantener sus carteras inmobiliarias intactas con el banco malo ya en escena. En este sentido, según el nuevo marco financiero, las entidades tienen que provisionar el 35% de los activos inmobiliarios ya construidos, el 45% de aquellos que se encuentran en construcción y un 80% del suelo que tengan en cartera.

Este nuevo glosario de exigencias no sólo ha propiciado que se reactive la venta de casas, también ha provocado que los grupos financieros reactiven las obras paralizadas para finalizarlas y reducir las provisiones correspondientes. En esta línea, algo parecido sucede con el suelo. Sale más rentable iniciar unas obras sobre un suelo vacío que dejarlo estéril.

Otro de los mecanismos activados por la banca para reducir su exposición al ladrillo consiste en llegar a acuerdos con las inmobiliarias a las que han hecho préstamos para vender sus pisos y promover que éstas devuelvan lo adeudado. ¿Cómo logran promover las ventas? Volviendo al punto anterior. Son los bancos los que dan la financiación, la llave del mercado.




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