La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

¿Es hora de empezar a subir ya los tipos de interés?

Carlos Montero - Martes, 27 de Marzo

Masaaki Shirakawa, gobernador del Banco de Japón, dio un interesante discurso este fin de semana, en el que estableció cuatro problemas de una política monetaria excesivamente agresiva. Sin referirse a ningún banco central en concreto, todos los asistentes eran conscientes que iba dirigido a la FED. Shirakawa señaló en su discurso que: Una política monetaria fuertemente laxa permite a las familias reducir su apalancamiento, pero reduce el incentivo para hacerlo rápidamente. No sólo al sector privado, sino también a los gobiernos. Además añade que esta política va perdiendo efecto con el tiempo.

“Huelga decir que el efecto de bajas tasas de interés se extiende a aquellas entidades económicas que no han sufrido ningún daño en sus balances. Un entorno de bajos tipos de interés conduce a un aumento de la demanda agregada. Pero si el ajuste de los balances continúa durante un largo período de tiempo, la cantidad de demanda futura disminuye gradualmente, incluso en un ambiente de bajos tipos de interés”.

Shirakawa, sugiere que un escenario de bajos tipos de interés durante un largo periodo de tiempo, daña el crecimiento potencial del país, y a nivel internacional como veremos posteriormente, puesto que se pueden financiar proyectos que en otro escenario más normalizado, no serían rentables. Atenta contra el principio de la asignación eficiente de los recursos.

"Si las bajas tasas inducen a proyectos de inversión que sólo serían rentables a esos niveles de tipos, esto podría tener un impacto adverso sobre el potencial de productividad y de crecimiento económico, por la asignación ineficiente de los recursos.
Cuando la economía está en una prolongada crisis derivada de la reparación de los balances, puede que tengamos que tener en cuenta el riesgo de que un mantenimiento de los tipos de interés en niveles tan bajos afectará a la productividad de la economía global y reducirá la tasa de crecimiento potencial endógena."

El tercer problema señala que "más allá de un cierto umbral, sin embargo, una mayor expansión monetaria podría comprimir los márgenes y desalentar la intermediación financiera, lo que produciría una menor eficiencia en la asignación de recursos y un menor potencial de crecimiento en el largo plazo. Un problema similar se plantea para los inversores institucionales en la forma de un diferencial negativo. Es decir, que los rendimientos de las inversiones de los activos están por debajo del promedio del interés de los pasivos a largo plazo"

En el cuarto punto Shirakawa advierte de los peligros de las políticas monetarias aplicadas independientemente, y que no tengan en cuenta el riesgo del efecto internacional que pueden tener sus decisiones nacionales.

"A pesar de que el aumento en los precios de las materias primas se ve afectado por condiciones monetarias acomodaticias a nivel mundial, los distintos bancos centrales reconocen que la fluctuación de los precios de las materias primas es un shock exógeno de la oferta y centrado en las tasas de inflación subyacente, que excluye los precios de la energía relacionados con los artículos y los alimentos. La reticencia resultante de los distintos bancos centrales para contrarrestar el aumento de los precios de las materias primas cuando se suman a nivel mundial, podría impulsar aún más los precios. Desde una perspectiva global, tal situación no representa más que un caso en que un hipotético "Banco Central Mundial" no cumple con el principio de Taylor, lo que garantiza la estabilidad de la inflación mundial. Si bien es comprensible que los bancos centrales persigan la estabilidad de sus economías mediante la aplicación de la política monetaria, es cada vez más importante tener en cuenta las repercusiones internacionales y los efectos de retroalimentación sobre sus propias economías."

El gobernador del Banco de Japón incide en la necesidad de iniciar un proceso paulatino de subida de tipos. Así lo creen gran parte de la comunidad financiera, y algunos miembros de la propia Reserva Federal de EE.UU. Recordemos que su previsión inicial es dejar los tipos inalterados hasta finales de 2014, y que esa previsión ya se ha adelantado hasta el 2013. De hecho algún miembro ha hablado de la necesidad de subir los tipos este mismo 2012.




[Volver]