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¿Es la subida de la rentabilidad de los bonos EE.UU. un problema para las acciones?

Carlos Montero - Lunes, 19 de Marzo

Lo que había sido un puerto seguro se ha vuelto peligroso, ya que la rentabilidad de los bonos americanos ha salido al alza de los rangos laterales, enviado a los precios a niveles más bajos durante la semana pasada.

El índice de referencia, la rentabilidad del bono EE.UU. a 10 años, aumentó 26 puntos básicos, desde el 2,03% a 2,29%, el nivel más alto desde octubre, ante signos continuos de una constante, aunque sea modesta, expansión económica y la continuación de las subidas en los mercados de los activos de riesgo, algo que impulsó a los inversores a abandonar la seguridad de los títulos de deuda. Subidas similares se observaron también en los bonos alemanes y los bonos ingleses.

Respecto a los bonos de largo plazo, la rentabilidad del bono a 30 años ascendió 21 puntos básicos, hasta el 3,40%, lo que parece ser casi trivial en magnitud, pero en términos de precios - los rendimientos se mueven inversamente - la caída fue significativa. Por ejemplo, el EFT Barclays iShares del bono a 20 años del Tesoro, que replica el comportamiento de los bonos de largo plazo, cayó un 4,1% en la semana. Eso sería equivalente a una caída de más de 500 puntos en el Dow Jones.

No es coincidencia que el mercado bursátil tuviera su mejor semana del año, por lo menos según el índice S&P 500, que ganó un 2,4% en la semana superando los 1400 por primera vez desde mayo de 2008, meses antes de la histórica debacle de septiembre, que siguió a la quiebra de Lehman Brothers. Este comportamiento de las acciones es muy importante para los bonos del Tesoro porque las dos clases de activos se han movido a la inversa durante más de una año, según comenta este fin de semana la revista Barron’s.

Y es que según se comenta por Wall Street, los bonos del Tesoro han actuado como opciones de venta sobre el mercado de valores y sobre los activos de riesgo y sobre la economía en su conjunto. Teniendo en cuenta sus rendimientos históricamente bajos, los bonos eran atractivos sobre todo por el potencial de apreciación de sus precios en vez de por su rentabilidad - lo contrario de la situación habitual - debido a la percepción del riesgo que existía, desde la crisis de deuda de la Unión Europea hasta las posibilidades de una renovada recesión en los EE.UU. Y eso, a su vez, avivaba las expectativas del mercado de nuevas medidas de la Reserva Federal, en particular una tercera ronda de flexibilización cuantitativa o QE3.

Sin embargo, el Comité Federal de Mercado Abierto no dio ninguna indicación de que estuvieran considerando una mayor flexibilización cuantitativa después de su reunión de la semana pasada. Y con los activos de riesgo, incluidos los bonos de alto rendimiento, así como las acciones, continuando con su rally alcista, los bajos rendimientos de los bonos del Tesoro estaban fuera de sintonía con esos mercados.

Por otra parte, los indicadores de sentimiento ya apuntaban a una caída de los bonos, ya que la entrada continua de dinero minorista en los fondos de renta fija, era una señal contraria clásica. Los últimos datos señalaron que los fondos de renta fija recibieron 10.700 millones de dólares, la mayor cantidad desde octubre de 2009.

Pero por el momento, no parece que la subida de la rentabilidad - con la consiguiente caída de los precios - de los bonos americanos afecte negativamente a las acciones, al menos por el momento.

La correlación es más positiva cuando los rendimientos reales de los bonos se encuentran por debajo del 2%, señalan los analistas del HSBC. Sigue siendo positiva cuando los rendimientos reales de los bonos están por debajo de 4% y sólo se vuelve negativa para las acciones cuando el rendimiento de los bonos reales se encuentra por encima del 4%. El rendimiento real de los bonos por encima de 4% es una amenaza para la renta variable porque es cuando amenazan con asfixiar el gasto de la inversión. Importa poco si nos fijamos en rendimientos de los bonos reales o nominales. El patrón es similar para ambos (gráfico nº 3).

En este ambiente, los sectores cíclicos tienden a superar al mercado cuando los rendimientos de los bonos suben. El lado positivo de una subida de las rentabilidad de los bonos suele ser que la demanda nominal aumenta y esto tenderá a favorecer a los cíclicos frente a los sectores defensivos (gráfico nº6). Los sectores IT, Petroleras, Materiales e Industriales se comportan bien cuando los rendimientos de los bonos suben (gráfico nº5). Los sectores de Consumo Básico y de Salud son las principales víctimas.


Los participantes del mercado estarán atentos si continúa la ola de ventas esta semana. Los rendimientos se acercan a niveles que pueden atraer a los inversores, que buscan en torno al 3,50% en el bono a 30 años. Por otra parte, el marco alcista en el que se mueven los bonos y las acciones que se cimienta sobre la base del optimismo sobre las perspectivas económicas, ya se vio el año pasado, antes de la caída de mayo, ya que el aumento en los precios de la gasolina y de otras materias primas tuvieron su efecto en los consumidores.

Todo esto apunta a un mercado en busca de una excusa para sacudir a los complacientes inversores alcistas, pero no para que este mercado alcista acabe de manera inmediata o dramática.

Fuentes: Barron’s  y HSBC




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