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España va mal (lo dice el Banco de España)

José Luis Martínez Campuzano - Martes, 24 de Abril

Literalmente lo señalado por el Banco de España: Durante el primer trimestre de 2012, la economía española prolongó la pauta de descenso de la actividad que se inició en los meses finales del año pasado, en un entorno de elevada tensión financiera. Según la información disponible, todavía incompleta, se estima que el PIB se contrajo
en una magnitud levemente superior a la del cuarto trimestre del pasado año, con una tasa de variación intertrimestral del -0,4 %. La demanda nacional volvió a caer (-0,9 pp), como viene ocurriendo en los últimos cuatro años, aunque el descenso fue algo más atenuado que en el período de octubre-diciembre, mientras que la aportación de la demanda exterior neta fue de nuevo positiva (0,6 pp), pero también inferior a la del trimestre precedente. En términos interanuales, el PIB retrocedió, tras siete trimestres consecutivos de subidas, situándose la tasa en el -0,5 % (0,3 % en el período anterior

El empleo descendió, de nuevo, con intensidad, estimándose un retroceso interanual próximo al 4 %, y la remuneración por asalariado se desaceleró en el conjunto de la economía, lo que,  junto al elevado crecimiento de la productividad, condujo a una significativa disminución de los costes laborales unitarios, prolongando la trayectoria de los últimos ocho trimestres. La considerable debilidad del gasto interno propició una desaceleración del ritmo de variación interanual de los precios de consumo entre diciembre y marzo, alcanzando el IPC una tasa interanual del 1,9 % en este último mes.

En conjunto, la situación de inestabilidad que prevalece en los mercados financieros configura un entorno en el que las condiciones de financiación continúan siendo estrictas y en el que la confianza de los agentes sigue muy débil. Con este trasfondo, el gasto del sector privado acusó un nuevo descenso en los primeros meses del año. En el caso de los hogares, el consumo mostró una notable debilidad -se estima una caída intertrimestral del 0,4 %-, como consecuencia del deterioro de la situación del mercado laboral, del efecto del aumento de los tipos impositivos del IRPF sobre la renta disponible, de la disminución de la riqueza y, en general, del clima de mayor incertidumbre. Estos mismos factores obstaculizan la recuperación de la inversión residencial, que siguió contrayéndose en estos primeros meses del año.

Por su parte, la inversión empresarial se vio afectada también por el deterioro económico y el recrudecimiento de tensiones financieras. La inversión en bienes de equipo mantuvo una trayectoria descendente en los primeros meses del ejercicio, que se estima en un -3,5 % en tasa intertrimestral, influida además por la desaceleración del comercio mundial. Este comportamiento contractivo se extendió al componente de inversión en otras construcciones, en el que el sector privado acomete numerosos proyectos en colaboración con las AAPP, lógicamente, muy afectados por los planes de consolidación fiscal en marcha. La deuda de las sociedades continuó cayendo, situándose la tasa de contracción interanual en el 2,2 % en febrero, prácticamente igual que la observada a finales de 2011. La ratio de endeudamiento de las empresas habría mantenido la trayectoria descendente observada el año previo, aunque permanece en niveles históricamente elevados.

José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España




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