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Esta vez es diferente? Esas son las últimas palabras famosas, pero si alguna vez hubo un ciclo para ser diferente, este parece ser el caso

Jurrien Timmer @TimmerFidelity - Sabado, 17 de Febrero

Solo porque el mercado tenga esas vibraciones de aterrizaje suave no significa que debamos volvernos complacientes. Esa molesta inversión de la curva de rendimiento todavía persiste y su historial es frustrantemente perfecto. Estamos en ese punto en el análogo de la “inversión máxima” donde incluso el ciclo alcista más obstinado sucumbió a la gravedad. ¿Estamos llegando a ese punto o esta vez es diferente? Esas son las últimas palabras famosas, pero si alguna vez hubo un ciclo para ser diferente, este parece ser el caso.

Entre tantos prestatarios que cancelaron su deuda en 2020-21 a tasas históricamente bajas, y los mercados de crédito privados haciendo parte del trabajo de los bancos por ellos, tal vez la señal de la curva de rendimiento ya no sea la que solía ser.

¿Podría ser que la falta de una prima por plazo sobre los rendimientos a largo plazo esté distorsionando el panorama? Creo que sí. A continuación muestro la curva de tipos, tanto con la prima por plazo incluida como eliminada (utilizando el llamado rendimiento “neutral al riesgo”).

Si bien la curva de rendimiento está actualmente invertida con y sin prima por plazo, vale la pena señalar que en el pasado la curva neutral al riesgo ha pasado períodos muy largos de tiempo en un estado invertido.

Este fue especialmente el caso durante los años 80 y 90, cuando la prima por plazo era muy alta. La curva se invertiría por las razones habituales (el ajuste de la Reserva Federal), pero permanecería invertida mucho después de que la Reserva Federal hubiera dejado de aplicar ajustes, mientras los mercados continuaban con sus actividades habituales.

Tal vez la señal bajista actual se deba a la falta de prima por plazo, y la bandera roja no es tan roja después de todo. O la prima regresa y revierte la inversión, O no lo hace y la curva continúa enviando una señal falsa. Es un escenario que vale la pena contemplar.




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