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Grecia, los mercados no deben olvidarse de ella

José Luis Martínez Campuzano - Martes, 06 de Septiembre La semana pasada se aplazó hasta el 12 de este mes por razones "técnicas" la revisión por el FMI y el resto de la Troika de la situación de las finanzas griegas. Realmente, mejor esperar a tener toda la información hasta poder calibrar la respuesta adecuada al nuevo reto planteado por el Gobierno griego. En definitiva, su sinceridad al admitir que el cumplimiento del déficit puede quedar desfasado este año por medio punto ante el mayor deterioro de lo esperado de la economía. Pero, también, ante la disposición adelantada por el Ministro de finanzas griego de no preparar nuevas medidas a corto plazo que permitan corregir el desfase. ¿Qué hacer? Negociar la respuesta. Antes del día 12, en concreto el día 9, conoceremos la propuesta de canje de deuda griega por inversores privados internacionales. En concreto, todo deuda que vence hasta 2020 es susceptible de canje. Exceptuando el papel que en estos momentos está en manos del ECB. El Gobierno griego ha puesto como límite para efectuarlo que el 90 % de los bonos elegibles se canjeen. Y especialmente, que el 90 % del papel que venza entre este ejercicio y agosto de 2014 lo haga. ¿Por qué Grecia podría rechazar el canje ante una propuesta inferior al porcentaje anterior? No está claro si un importe inferior sería suficiente para garantizar que obtiene los fondos prometidos desde el FMI y el resto de los socios europeos. De hecho, ya no está claro que los obtenga de cualquier forma si no cumple con el criterio de déficit. Pero todas las partes deben ser flexibles ante el escenario complicado actual. Y aquí incluyo también a los inversores privados. En principio hay hasta cuatro opciones de canje que se están planteando. En la primera, por bonos a 30 años a la par canjeables por bonos elegidos con descuento del 21 %. El canje sería con bonos y dinero, siendo este último el que remitiría tener garantizado el capital al vencimiento de la nueva deuda al invertirse en activos con rating AAA. Por lo que respecta a los bonos nuevos, el cupón sería creciente. La segunda opción no es tan diferente a la primera, pero con un compromiso posterior de ejecución a medida que venzan los bonos elegibles al canje. La diferencia, importante, es que no se garantizaría el principal. En la tercera opción, similar a la primera, pero el bono de entrega se ajustará en precio al inicio del canje. Por último, en la cuarta opción para deuda que vence hasta 2014, la deuda nueva a entregar sería a 17 años con vencimiento progresivo a partir de 2013. La garantía del principal sólo abarca un 40 % del total. Descuento del 20 % en los bonos a entregar. ¿Muy complejo?. La Crisis de deuda soberana europea comenzó en Grecia. Mal gestionada desde el principio, ya se ha extendido como un reguero de pólvora en toda la zona. Durante el fin de semana hemos escuchado nuevas alertas desde Europa hacia Italia, cuando se pide avanzar en la convergencia fiscal sin antes concretar su contrapartida en términos de mayor solidaridad europea. Bueno, dejando al margen la actuación del ECB. Pero la Crisis griega sigue al margen de todo este Proceso de convergencia fiscal, quizás como el mejor ejemplo de las consecuencias negativas de no realizarlo. ¿Estarán las autoridades europeas dispuestas a dejar que la Crisis se escape de las manos? ¿habrán optado las autoridades griegas por dar un paso adelante para inclinar la balanza hacia el crecimiento económico frente al ajuste? ¿se sentirán los inversores privados tentados por la oferta? Al fin y al cabo, el canje supone aceptar un descuento que es inferior a la quita que asume ahora el mercado. En este momento el coste de asegurar la deuda a 5 años supone un pago para todo el periodo cercano al 50 %. José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España


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