La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Hoy - y 2

Santiago Niño Becerra - Jueves, 04 de Septiembre De la primera lectura del mail de mi lector que ayer reproduje y del que, ya dije, ni quitaba ni poníт­, inmediatamente me quedé con algo. Quienes de Uds. me sigan recordarán que en repetidas ocasiones he formulado una pregunta (al aire, claro): ¿cómo, en virtud de qué, se ha llegado a la situación en la que se ha desembocado?.

Nunca, en nada, existe una única razón: las cosas siempre son evolución de otros sucesos anteriores y experimentan influencias a medida que van transitando por el tiempo; luego a la actual situación se ha llegado debido al sesgo que se ha ido marcando a la operativa financiera internacional y local a lo largo de los años, sobre todo desde 1991 (aunque el tema empezó antes: en 1979).

Pero el mail de mi lector aportaba un aspecto que ha sido sistemáticamente orillado en cuantos análisis se han ido realizando y se están realizando al respecto del descalabro en el que han entrado las finanzas internacionales, un aspecto de comprensión muy simple, de textura intangible, inmaterial: la llamada “sana avaricia”.

“Si la legislación vigente no impide que alguien pueda endeudarse hasta las pestañas”, “si no tenemos fondos para prestar pero con una llamada los obtenemos”, “si a las personas fíт­sicas y juríт­dicas se le ha convencido de que necesitan esto, aquello y lo otro, de que necesitan absorber a propios y a contrarios”, “si nos dicen que el mundo está yendo bien y asíт­ va seguir”, “¿por qué no vamos a inundar de créditos calles y plazas, viviendas y fábricas?, ¿qué nos impide tapizar con varias capas de créditos todo lo que nos rodea?”. “¡Hagámoslo y expandiremos el negocio, los beneficios, las cotizaciones de nuestros valores, los bonus de nuestras directivas”. ¿Podríт­an haber sido estos razonamientos que han influido en la llegada de la actual situación?.

Oigo una voz en lontananza: “¡Pero con esos procedes se ha generado PIB!”. Mi respuesta: cierto es, cierto es.

Al hilo de esto, echo mano de mi hemeroteca: “Estamos presenciando una evolución de las condiciones del mercado monetario que supone un progresivo retorno a la normalidad”. Fueron pronunciadas hace un año por M. Jean-Claude Trichet (J.P. Velásquez-Gaztelu, “Trichet hace un llamamiento a la calma”. El Paíт­s 15.08.2007, Pág. 56). ¿Cuesta creer que el 15 de Agosto del 2007 alguien como ese señor dijese lo que dijo, teniendo en cuenta lo que se estaba cociendo, verdad?.

Un año y un poco después, Mr. Ben Bernanke dice que el actual, “(es) el clima económico y monetario más complicado en la memoria reciente” (Sandro Pozzi, “Bernanke admite que la tormenta financiera sigue viva un año después”, El Paíт­s 23.08.2008, Pág. 22). En el mismo texto se dice que Warren Buffet, ya saben, dijo que Fannie y Freddie son “demasiado grandes para quebrar”. Me pregunto: “demasiado grandes”, ¿es equivalente a “demasiado significativas”, a “demasiado emblemáticas”, a “demasiado simbólicas”, o quiere decir que en la economíт­a postglobal en la que estamos que quiebren dos monstruos como esos equivale a la quiebra del sistema y de eso no toca hablar ahora?.

La “sana avaricia”, ¿qué es más: sana o avariciosa?

No cambio de tema. El pasado Sábado, como todos los sábados, fui, temprano, a dar una vuelta por la localidad en la que resido. Me detuve en la libreríт­a de mi amiga a recoger un encargo, y me dio un dato: casi el 70% de los libros de texto que ya está suministrando para el próximo curso se los están “pagando” con tarjeta de crédito (de crédito, no de débito, insistió en ello). Más. Seguíт­ mi recorrido y me detuve en una tienda de productos naturales (no sonríт­an: se las denomina asíт­), conozco a su propietaria desde hace años, por eso, mientras me pesaba 50 gramos de unos geniales caramelos de eucalipto me comentó cosas de gente que conoce: que unos que cada Verano hacen unos viajes de cuento este año no han ido a ninguna parte, que otros que tienen una casa de ensueño en X y a la que iban cada Agosto este año la han alquilado, que los de más allá que teníт­an el supercochazo X se lo han vendido porque dicen que no lo necesitan; muy discretamente no me ha dado nombres, pero los nombres eran lo menos importante.

(En el Parlamento británico ya se ha pronunciado la frase: “la burbuja de Brown”, ¿llegaremos a oíт­r aquíт­ “la burbuja de Zapatero”?. Quien en Londres la pronunció, erró; errará quien en Madrid la pronuncie, si es que se pronuncia).

(El Martes, hace dos díт­as, el Señor Celestino Corbacho, la Señora Maravillas Rojo, el Sr. Mariano Rajoy. Ya sé que son personas de profesión “políт­tico”, pero ...

Hoy, en el reino, la población ocupada asciende a 20 millones de personas, en el 93 ascendíт­a a 12, ciertíт­simo, pero el Martes a quienes presentaron los datos del desempleo registrado se les olvidó decir que la tendencia de la productividad en España es hoy menos que en 1993, MENOR. Y otra cosa, ¿cuántos de esos 20 millones de puestos de trabajo quedarán vivos en el 2009?, ¿y en el 2010?, ¿y en el 2011?; es decir, ¿Cuántos de esos 20 millones de puestos de trabajo son necesarios?. (Que a nadie se le ocurra responder “todos, si existen !”).

La oposición. Critican al actual Gobierno por el crecimiento del desempleo, el Gobierno es criticable por muchas cosas, pero no por esto, de entrada porque la situación actual la iniciaron y mantuvieron quienes ahora la critican; ¿por qué a nadie se le ocurre criticar al Gobierno actual por sostenerla que de eso si es culpable?.

Entre tanta historia, una luz: ¡por fin empieza a hablarse de tendencias!: “velocidad de crecimiento del desempleo”: 24,7: ¡brutal!. Pero se sigue hablando del 93; lo repito: aquella NO FUE una crisis sistémica, esta LO ES: no tienen nada que ver. (Habrá que volver a decirlo)). 

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economíт­a IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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