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Inmigración Ѣ€“ 1

Santiago Niño Becerra - Martes, 09 de Marzo Por diversas referencias que me están llegando deduzco que ya es procedente hablar de la inmigración,ilustración y no, no es por "lo de Vic", ni por "lo de Torrejón", ¡que va!, eso, los hechos que se produjeron a mediados del pasado mes en ambas localidades pienso que, en términos globales, son hechos puramente anecdóticos.

Veamos. El tema de la inmigración ha sido abordado desde múltiples enfoques: sociológico, cultural, étnico, racial, filosófico, geográfico, ético, político, ... , cuando, pienso, el tema de la inmigración es, en el 99,99 período por ciento de las ocasiones, exclusivamente económico. Excepto en el caso de una/un disidente político que huye de una dictadura que le persigue a muerte debido a su labor opositora, las razones de quienes abandonan un país o zona son económicas, sea porque tienen carencias básicas, sea porque desean mejorar su standard de vida; repasen la historia: siempre ha sido así.

El planeta en general, Europa en particular, España en concreto y ciertas zonas del reino en especial, tienen un problema con la inmigración. A lo largo de la Historia y según las épocas, la inmigración ha sido más o menos tolerada, o más o menos admitida, o más o menos justificada (o autojustificada: fue la inmigración la que masacró a los habitantes autóctonos de los actuales USA, o la que exterminó a los de la isla La Española, las actuales Haití y República Dominicana); ¿el motivo?, la necesidad: “brazos para trabajar”, porque esa ha sido la razón de ser de la inmigración, de toda la inmigración. (Si tienen un estómago consistente y un día bueno, lean las condiciones en las que inmigrantes irlandeses, fundamentalmente, tuvieron que trabajar para construir los túneles de Manhattan).

Bien, estábamos con que la inmigración ha sido genial para ... generar PIB ... mientras generación de PIB y ocupación de factor trabajo han estado vinculadas; a medida que para generar el primero cada vez ha sido necesaria menos de la segunda, la inmigración si, pero. La causa, evidentemente, la productividad.

El modelo sobre el que España ha levantado su economía ha estado basado, lo continúa estando, en actividades intensivas o muy intensivas en factor trabajo, máxime en los años comprendidos entre el 2002 y el 2007: construcción de viviendas, obra pública de relativamente baja tecnología, turismo de bajo valor, servicios en los que no se requería cualificación o en los que era necesaria una muy escasa formación, ... es decir, actividades de bajo valor añadido lo que suponía que esos gabricados debían tener un coste lo menor posible a fin de que el margen neto fuese lo más abultado que fuese posible; actividades que debían ser finalizadas en el menor tiempo también posible, lo que requería condiciones de trabajo en muchas ocasiones al borde mismo de la ley, o, incluso, más allá de la misma.

La población idónea para realizar esas tareas era la inmigrante, entre otras razones porque no había ningún argumento -ni político, ni económico, ni social- para “convencer” a la población activa española de que realizase esas tareas del modo que tenían que ser realizadas, máxime cuando existía otra población que estaba dispuestas a llevarlas a cabo sin protesta alguna, sin ninguna reivindicación.

A partir de 1996, pero sobre todo a partir del 2000 y hasta ayer (literalmente), se dejó, se permitió, se toleró, que ríos de emigrantes de las más variadas procedencias llegaran a España, pero no como antes en tránsito hacia Francia, sino para quedarse, y, obviamente, se tuvo que ir diseñando sobre la marcha un marco legal conveniente para dar cabida a esa creciente población foránea (reparen en que en ese período hay Gobiernos de diferentes colores); y entonces sucedió el milagro: el PIB comenzó a aumentar. ¿Cómo se operó dicho milagro?, a través de un mecanismo verdaderamente ingenioso, brillante incluso, en algunos aspectos hasta sofisticado.

Mañana seguimos y acabamos.

(El referéndum de Islandia salió que no; lógico. El caso de Islandia es testimonial, anecdótico: 3.700 millones de euros: calderilla, lo importante es lo que puede suponer: pienso que hemos visto el primer intento de estatalizar una deuda, una de las medidas que Uds. leyeron en las propuestas que aquí publiqué el pasado 15 de Febrero. Terrible, si: ¿por qué han de pagar las familias islandesas una deuda de la que sólo indirectamente se han beneficiado?, pues por la regla nтº1 de la Economía: “Siempre, en algún lugar, de alguna manera, alguien acaba pagando las deudas”, y, normalmente, los menos potentes pagan, proporcionalmente, más que los que lo son. Insisto, pienso que con Islandia hemos visto un ensayo).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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