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Jefes de Finanzas afrontan trabajo sin hacer en Europa

Reuters - Sabado, 07 de Julio

Los responsables de la zona euro advierten en contra de esperar acciones rápidas por parte de los ministros de Finanzas de la zona euro en su reunión del lunes para tratar sobre la maraña de cierres en falso de la crisis y los desacuerdos que dejó la cumbre europea del mes pasado.

Completar los temas de la supervisión bancaria, el uso del dinero para rescates, la ayuda a España y Chipre y cómo bregar con Grecia podría llevar meses pese a la presión de los mercados financieros para que se conozcan los detalles.

Los líderes de las 17 naciones que comparten el euro alcanzaron el pasado viernes por la noche un acuerdo para a dar al BCE un mayor control sobre los bancos del bloque y para usar el dinero de los fondos de rescate para reducir los costes de financiación de los países.

Pero después de ir un paso más allá de lo que esperaban muchos diplomáticos, responsables financieros e inversores, los aspectos clave siguen siendo vaguedades. El marco temporal podría estar ya retrasándose y crece la oposición entre países como Holanda y Finlandia.

"Hay un problema finlandés. Hay un problema holandés. Hay un problema alemán también", dijo un diplomático de la zona euro, apuntando a las reservas de aquellos países respecto a lo acordado en la cumbre y a la resistencia de la canciller alemana, Angela Merkel, a ayudar a sus socios sin que pasen por unas estrictas condiciones.

"No veo un paquete terminado para el lunes. Trabajarán hasta el final de julio o el inicio de agosto sobre estas cosas", añadió el diplomático, que está implicado en las preparaciones de la reunión del Eurogrupo.

La repleta agenda de la reunión podría obstaculizar los avances. Debatir un paquete de ayuda para los bancos españoles, la petición de ayuda de emergencia de Chipre y la posibilidad de relajar las condiciones del segundo rescate a Grecia también están encima de la mesa.

Los líderes de la zona euro se han comprometido a una supervisión a los bancos liderada por el BCE, que permitiría al fondo permanente de rescate (MEDE) recapitalizar directamente a los bancos en lugar de prestar a los gobiernos.

Esto se percibe como una gran concesión para España, que ha pedido un rescate de hasta 100.000 millones de euros para sus bancos pese a que no quiere ver ese dinero sumado a su deuda y que la empuje a un eventual rescate soberano.

Los líderes acordaron elminar el estatus de acreedor preferente del MEDE al prestar a España para calmar a los inversores preocupados por la posibilidad de no recuperar el dinero invertido.

Los líderes también decidieron que el MEDE y el fondo temporal (FEEF) puedan comprar bonos de la zona euro en el mercado primario y secundario para reducir el coste de la deuda de los países, con algunas condiciones añadidad pero sin un programa completo.

PROBLEMAS POLÍTICOS

En el comunicado de la cumbre del 29 de junio, los líderes pidieron al Eurogrupo "implementar estas decisiones para el 9 de julio". Ahora eso parece optimista y cualquier retraso podría poner a prueba la paciencia del mercado.

Los ministros estudiarán el lunes cómo funcionará en la práctica, pero en gran parte depende del papel clave del BCE como supervisor, que necesitará una base legal europea.

Ahora le toca a la Comisión Europea proponer tales leyes, algo que no se espera al menos hasta septiembre.

"Tardará en implementarse al menos hasta la primera mitad del próximo año", dijo Douglas Renwick, responsable de ratings soberanos de Fitch Ratings.

"Esto podría llevar a problemas políticos. Los principales bancos son a menudo campeones nacionales y los gobiernos han sido bastante protectores en el pasado. La idea de ceder supervisión a nivel europeo es un paso doloroso políticamente", añadió.

A pesar de los obstáculos para el paquete general, el abanico de medidas acordadas permite algunas acciones a corto plazo, y la oposición verbal a las compras de bonos por parte de Holanda y Finlandia es improbable que arruine los planes.

Finlandia ha dicho que se opone a las compras de bonos en el mercado secundario porque considera que son ineficaces.

En casos de emergencia, el tratado del MEDE permite que se tomen decisiones con una mayoría del 85 por ciento, y Holanda y Finlandia suponen un 8 por ciento en conjunto.

"El debate del MEDE se complica por los políticos que hablan a sus electores, pero creo que hay consenso para dar pasos sobre lo que se decidió en la cumbre", dijo otro responsable de la zona euro.

DURA TROIKA

El nuevo ministro de Finanzas griego, Yannis Stournaras, dijo el jueves que había sido advertido de que esperase un momento duro en el Eurogrupo, tras haber reconocido que Atenas se estaba desviando de su compromiso para recibir fondos de rescate.

Los ministros debatirán las conclusiones de la "troika" de la UE, el BCE y el FMI en su primera misión a Grecia desde las elecciones del 17 de junio. Otra delegación volverá a país en julio.

El primer ministro de Grecia, Antonis Samaras, quiere relajar los términos del acuerdo, pero eso significaría más dinero para Atenas.

"Incluso si el segundo programa se implementa tal y como está, no está claro que se retorne al mercado (en 2015)", dijo David Mackie, economista de JP Morgan. "En cualquier caso parece probable un tercer programa", añadió.

En relación a España, es improbable que los ministros firmen formalmente un paquete de ayuda para sus bancos, debido a que todavía se está esperando a un informe de expertos, pese a las expectativas iniciales de tener cerrado el acuerdo para el 9 de julio.

"Si quiere sobrevivir, la zona euro tiene que estar más integrada", dijo Renwick, de Fitch. "En los próximos años se tendrán que hacer más concesiones políticas", añadió.




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