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La solución griega: malo para Grecia, malo para nosotros

Carlos Montero - Lunes, 05 de Marzo

Mucho se ha escrito sobre Grecia y el segundo plan de rescate que brinda la troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional) pero ahora queremos traer la conclusión de Open Europe, una firma británica independiente de análisis económico, que estima que no solo será malo para Grecia, sino también para todos los contribuyentes de la zona euro. Su conclusión se apoya en 6 puntos que resumimos a continuación:

• De la cantidad total (282.200 millones de euros) que está comprometida en las diversas medidas para salvar a Grecia - a través de los rescates y el Banco Central Europeo - sólo 159.500 millones de euros, o el 57%, irá realmente a la propia Grecia. El resto se destinará a los bancos y a los tenedores de bonos.

• Bajo las últimas propuestas, el nivel total de recortes presupuestarios de Grecia será de un 20% del PIB en 2013. Históricamente, ningún país ha intentado un nivel de consolidación fiscal - con éxito o no - como ese, sobre todo sin la posibilidad de devaluar su moneda. Por ejemplo, la gran consolidación fiscal de Irlanda durante los años 1980 y 1990 fue de "sólo" un 10,6%.

• La condonación de la deuda ofrecida a Grecia es demasiado pequeña para permitir cualquier posibilidad de recuperación en Grecia. Inmediatamente después de la reestructuración, la deuda griega sobre el PIB seguirá siendo del 161%, una reducción de sólo el 2% con respecto a donde está ahora. Es altamente improbable que Grecia alcance sus objetivos de deuda hasta el año 2020. Esto significa que, combinado con las pobres perspectivas de crecimiento debido a las medidas de austeridad, Grecia, casi inevitablemente, necesitará otro rescate en el plazo de tres años, o se verá obligada a un default de su deuda.

• Al comienzo de este año, el 36% de la deuda de Grecia estaba en manos de los contribuyentes de la zona euro, respaldada por sus instituciones (BCE, FMI, EFSF). Para el año 2015, a raíz de la reestructuración voluntaria y el segundo rescate, la cuota podría aumentar hasta un 85%, lo que significa que la deuda de Grecia estará mayoritariamente en propiedad de los contribuyentes la zona del euro.

• Esto significa que en el caso de un probable default, una gran parte de las pérdidas recaerán sobre los contribuyentes europeos, pudiendo dar lugar a consecuencias políticas importantes en esos países como Finlandia, los Países Bajos y Alemania.

• Dado que se necesita un considerable alivio de la deuda en Grecia, una reestructuración coercitiva más completa habría sido una opción más simple y más eficaz desde el principio. Incluso en esta última etapa todavía es una opción viable y es la única esperanza de poner a Grecia en el camino de una recuperación sostenible en el tiempo mientras se mantenga en la zona euros - aunque incluso eso podría no ser suficiente.

Y en el caso de que Grecia salga finalmente del euro, su salida se daría en 13 claros pasos, como apunta Variant Perceptions:

1. Convocar un período extraordinario de sesiones del Parlamento el sábado, aprobar una ley que dirija todos los detalles particulares de la salida: impresión de la nueva divisa, la desmonetización de los billetes viejos, los controles de capital, la redenominación de la deuda, etc. Estas nuevas disposiciones entrarán durante el fin de semana.

2. Crear una nueva moneda (lo ideal sería llamarla igual a la moneda anterior al euro) que se convertiría en moneda de curso legal, y todo el dinero de los depósitos y las deudas dentro de las fronteras del país se re-expresarán en la nueva moneda. Esto podría hacerse, por ejemplo, en una base de 1:1, por ejemplo, 1 euro = 1 nuevo dracma. Todas las deudas o depósitos mantenidos por la población local fuera de las fronteras no estarán sujetos a la ley.

3. Hacer que el banco central nacional sea único responsable, como antes de la introducción del euro, teniendo bajo su control toda la política monetaria, los sistemas de pagos, gestión de las reservas, etc.

4. Imponer controles de capital de inmediato durante ese fin de semana. Se prohibirían las transferencias electrónicas de euros desde el país a cuentas en euros fuera del país. Los controles de capital impedirían que los viejos euros que no están sellados como dracmas, nuevas pesetas, escudos o liras salgan del país y se depositen en otro lugar.

5. Declarar uno o dos días festivos para permitir a los bancos acabar con todos sus billetes, evitar los retiros de euros desde los bancos y permitir a los bancos hacer los cambios necesarios en sus sistemas de pago electrónico.

6. Instituir una operación masiva para estampar con sellos de tinta los actuales billetes de euro. Se debería contratar a personal específico para realizar este trabajo en todo el país.

7. Imprimir los nuevos billetes lo antes posible con el fin de canjearlos por los billetes antiguos. Una vez que haya suficientes nuevos billetes, los billetes antiguos con el sello dejarán de ser moneda de curso legal y serían de-monetizados.

8. Se dejaría que la nueva moneda cotizara libremente en los mercados de divisas. Esto contribuiría a una devaluación y a la recuperación de la pérdida de competitividad. Esto podría provocar una gran devaluación, pero la propia devaluación sería de gran ayuda para proporcionar un fuerte estímulo a la economía mediante la competitividad.

9. Se deberían instituir un procedimiento acelerado de quiebra y asignar mayores recursos a las cortes de bancarrota para hacer frente a un aumento de las quiebras que inevitablemente siguen a cualquier salida de una divisa.

10. Empezar las negociaciones para reestructurar la deuda y desarrollar un calendario para la negociación colectiva con el FMI y el Club de París.

11. Notificar su decisión al BCE y a los bancos centrales para que establezcan sus propias redes de seguridad de liquidez. A fin de contrarrestar las tensiones inevitables en el sistema financiero y en los mercados de préstamos interbancarios, los bancos centrales deben coordinarse para ofrecer un número ilimitado de líneas de swap de divisas y ampliar los programas existentes de préstamos con descuento.

12. Iniciar las negociaciones post-facto con el BCE con el fin de determinar cómo resolver los activos y pasivos. Es probable que la mejor solución sea un default y una reducción total o parcial de los pasivos existentes.

13. Instituir reformas en el mercado laboral con el fin de hacerle más flexible y desvincular los salarios de la inflación y atarlos a la productividad. La inflación será una consecuencia inevitable de la devaluación. A fin de evitar unas altas tasas de inflación en el tiempo, el país debe acompañar la devaluación con reformas estructurales de larga duración.




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