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La tecnología puede tener más recorrido. Pictet AM sobre pondera tecnológicas

Luca Paolini, estratega jefe de Pictet AM - Sabado, 09 de Marzo

La resiliencia de la economía e inflación en EE. UU. favorece que sobre ponderemos renta variable global. Los beneficios de las empresas cotizadas han respondido positivamente a la mejora de datos económicos de EE.UU. y las perspectivas a corto plazo para la renta variable siguen alentadoras. Pero estamos neutrales en renta fija e infra ponderamos liquidez.  A nivel mundial, los inversores tienen 2,6 billones de dólares más en mercados monetarios que en 2018.  El efectivo está generando una rentabilidad alrededor del 5,1% en EEUU y 3,8% en la eurozona. Dado que la inflación ha retrocedido sustancialmente, es significativa en términos reales.  Pero los bancos centrales recortarán las tasas, los rendimientos de los mercados monetarios han comenzado a reducirse y es probable que lo hagan más.

Sobre ponderamos tecnología

Aunque estamos neutrales en acciones estadounidenses, sobre ponderamos tecnología, así como servicios de comunicaciones -que ofrece exposición a tendencias tecnológicas similares a valoraciones más aceptables-. 

Aunque la renta variable cotiza en sus mayores niveles desde diciembre de 2021, a 20,5 veces beneficios esperados las estadounidenses frente al promedio de 17,5 de diez años, los beneficios han sido sólidos y las previsiones del consenso para 2024 razonables teniendo en cuenta la resistencia del crecimiento económico.  El sector de tecnologías de la información ha repuntado 50 % los últimos 12 meses, más del doble que el mercado bursátil mundial y las valoraciones parecen muy tensas.  Ahora bien, está dominado por las "Siete Magníficas", que cotizan a 29 veces beneficios esperados, en comparación con 18 del resto del S&P 500.  89 % de las tecnológicas del S&P 500 -que representan alrededor de 38 % del índice- ha superado las estimaciones de beneficios trimestrales, frente a 77 % del índice.  El caso es que la tecnología puede tener más recorrido, como lo indica la temporada de resultados, sobre todo por crecimiento en inteligencia artificial, dadas las previsiones de beneficios de los analistas.  

Nuestros indicadores de liquidez refuerzan la sobre ponderación en renta variable, pues los bancos están empezando a flexibilizar las normas de concesión de préstamos.  Por otra parte, el sentimiento frente al riesgo entre los inversores profesionales está en territorio alcista y los flujos hacia fondos de renta variable han sido fuertes, pero se han ralentizado en fondos del mercado monetario, lo que reduce el margen para un repunte. Pero, dada la resiliencia del consumidor estadounidense y una posible recuperación del gasto europeo, hemos elevado consumo discrecional a neutral pero rebajado consumo básico a neutral.

Acciones de Japón y Suiza

Además, sobre ponderamos acciones de Japón y Suiza. En Japón las ventas minoristas se están contrayendo, al igual que los pedidos de maquinaria, mientras que la producción industrial sigue muy débil. No obstante, Japón puede crecer cerca de su potencial a largo plazo, con la deflación finalmente terminado.  Las acciones de Japón se ven respaldadas por reformas corporativas, una economía que emerge de la deflación y un yen aún débil.  Los flujos hacia mercados japoneses han aumentado a medida que los inversores extranjeros se han ido alejando de China, donde las tensiones geopolíticas con EE. UU. y caída de los precios inmobiliarias han afectado a las acciones.  Además, Suiza ofrece exposición a acciones de calidad a precio razonable.  Sin embargo, la economía del Reino Unido no logrará crecer en 2024 y tiene elecciones, no estando claro si disfrutará de apoyo monetario o fiscal, de manera que sus acciones muestran escaso impulso.

Es previsible que el crecimiento se desacelere durante el año

Ahora bien, la tasa de ahorro de EE. UU. está en solo 3 a 4% de la renta disponible, frente a 7 a 10% histórico, de manera que las presiones inflacionistas pueden permanecer algún tiempo en los servicios, dadas las condiciones del mercado laboral.  Pero el gasto acabará reduciéndose, convergiendo con partes ya débiles de su economía, como el sector residencial.  Así que es previsible que el crecimiento se desacelere durante el año. En este estado de cosas la Reserva Federal parece indicar que los riesgos de esperar antes de recortar los tipos de interés son menores que recortar demasiado pronto y tener que revertir.

Por su parte la euro zona, con la debilidad manufacturera, ha estado coqueteando con la recesión los últimos meses. Pero debe repuntar a medida que disminuyan el shock de oferta post COVID y el impacto de la guerra de Ucrania.  En Reino Unido la economía está plana, con baja actividad de construcción y un mercado laboral, ajustado, aunque comienza a relajarse. Además, hay indicios de que las expectativas de inflación repuntan, lo que puede dificultar la capacidad del Banco de Inglaterra para recortar sus tipos de interés.  Por su parte el Banco de Japón está preparado para subir sus tipos de interés los próximos meses En cuanto al banco central de China, ha acelerado su ritmo de flexibilización, pero sigue alerta ante cualquier inestabilidad cambiaria y por ahora se centra en la provisión de crédito.

Valoraciones ajustadas en bonos

En renta fija sobre ponderamos bonos del Tesoro de EE.UU., que cuentan con fuerte demanda de los inversores privados extranjeros, aunque las valoraciones estén ajustadas. La rentabilidad a diez años está por encima de nuestra estimación de valor razonable de rentabilidad a vencimiento de 3,9 % para finales de año.  Los bonos protegidos contra la inflación (TIPS) también parecen atractivos, dado que la inflación en servicios sigue obstinadamente alta.  También nos gusta la deuda de Reno Unido, pues el Banco de Inglaterra puede ser el primer gran banco central entre las economías desarrolladas en recortar sus tipos de interés los próximos meses, aunque su deuda es vulnerable al próximo presupuesto estatal.  Además, sobre ponderamos deuda emergente en moneda local, donde hay margen considerable para la relajación monetaria, especialmente una vez que la Reserva Federal comienza a recortar sus tipos de interés, siendo probable la apreciación de las divisas de mercados emergentes, que cotizan hasta 20 % por debajo de valor razonable.  Pero los bonos chinos parecen sobrecomprados.

Además, la fortaleza de la economía de EE.UU., que puede continuar expandiéndose antes de una eventual desaceleración, favorece su deuda empresarial de alta rentabilidad, que muestra rentabilidad a vencimiento de alrededor de 8 %.  Los vencimientos a más corto plazo son especialmente atractivos, dado que tienen menores riesgos de refinanciación y de crédito. De todas formas, las condiciones económicas pueden deteriorarse si las empresas suspenden la inversión ante las elecciones presidenciales de Noviembre y preferimos una posición neutral. Globalmente, ha habido un fuerte aumento de la oferta de deuda empresarial, con una emisión neta lo que va de año de casi 190.000 millones, máximo de siete años.

Sobre ponderamos yen japonés, moneda refugio en caso de desaceleración económica mundial. También nos gusta el oro, que debe beneficiarse de unos tipos de interés más bajos y de un dólar más débil.




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