La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

“Las acciones antes eran un trozo de papel. Ahora no son más que un valor y a la gente le encanta apostar por cosas intangibles”

Paula Hernández - Martes, 23 de Enero

Oh témpora o more!. "Las acciones no son más que un valor (antes eran un trozo de papel), y a la gente le encanta apostar por cosas intangibles. Reajuste su mentalidad para que vea este valor como la propiedad tangible de un negocio real del que le fluirá una parte del efectivo actual y futuro. La ventaja más significativa del inversor es un proceso de dos pasos: 1. Controle sus propias emociones y considere su seguridad intangible como una participación tangible en un negocio real 2. Aprovéchese de las emociones de los demás, ya que cometen una locura al dejar que la volatilidad le sirva (no le asuste)" señala Tiho Brkan@TihoBrkan....intangibles

"Enfoqué mi análisis en tratar de identificar los factores que estaban fuertemente correlacionados con el movimiento del precio de una acción en lugar de mirar todos los fundamentos. Muchos analistas aún no conocen la única variable que hace que sus acciones en particular suban y bajen".- Druck.

"Lo que se registra en las fluctuaciones del mercado de valores no son los acontecimientos en sí mismos, sino las reacciones humanas ante esos acontecimientos, la forma en que millones de hombres y mujeres piensan individualmente que estos sucesos pueden afectar al futuro" Baruch (Vía Luis@Luis66335981). 

"Una buena inversión requiere una extraña combinación de paciencia y agresividad. Y no mucha gente la tiene".-Charlie Munger

El factor psicológico es un aspecto importante a tener en cuenta a la hora de considerar invertir en Bolsa. Algunos de los aspectos psicológicos, que más inflyen son:

Miedo y avaricia: El miedo y la avaricia son dos emociones comunes que pueden afectar negativamente a las decisiones de inversión. El miedo de perder dinero puede llevar a vender acciones a precios bajos, mientras que la avaricia de ganar más dinero puede llevar a comprar acciones a precios altos.

Efecto manada: Muchas personas se dejan llevar por la opinión de la mayoría y toman decisiones de inversión basadas en lo que está haciendo el resto del mercado. Esto puede llevar a comprar acciones cuando están sobrevaloradas y venderlas cuando están infravaloradas.

Sobreestimación de habilidades: Algunos inversores pueden sobreestimar su capacidad para predecir el futuro del mercado y tomar decisiones de inversión basadas en su percepción personal del mercado en lugar de en los datos y la investigación objetiva.

Efecto de sesgo: Los sesgos cognitivos, como el sesgo de confirmación, pueden afectar la toma de decisiones de inversión al hacer que los inversores busquen información que confirma sus creencias existentes en lugar de buscar información objetiva y diversa.

Por eso es importante establecer un plan de inversión sólido, tener una idea clara de los objetivos de inversión, establecer un plan de salida, y no dejarse llevar por las emociones. Es recomendable, también, estar siempre actualizado y seguir de cerca la evolución del mercado, así como diversificar la cartera de inversión.

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El 84% de los activos del S&P 500 son ahora intangibles. Paso a paso para reflexionar. Durante la década del setenta comienzan los planteos críticos en el ámbito empresarial y académico sobre la contabilidad tradicional que estaba siendo utilizada desde la antigüedad; estos planteos están en sintonía con el despertar de la era de la información, la globalización, la segmentación de clientes, los nuevos vínculos entre organización y públicos y la aparición de las comunicaciones integradas de marketing. La contabilidad se basa en el control y registro de los movimientos de activos de una entidad que generan valor. Para una organización, un activo es un recurso controlado por la entidad del que puede o pudo obtener beneficios tangibles. Estos activos pueden tomar la forma tangible o intangible. Los activos intangibles son aquellos bienes de una empresa que no se representan de forma física. Es decir, el dinero o la maquinaria que utiliza una empresa para su actividad son activos tangibles, mientras que el reconocimiento o el valor de la marca sería un activo intangible. Según el Plan General de Contabilidad, estos activos son “no monetarios, sin apariencia física susceptibles de valoración económica”. Lo que significa que, aunque no se pueden ver ni tocar por su naturaleza inmaterial, sí afectan al valor que tiene tu empresa, señala Gedesco.




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