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Los ciudadanos alemanes no se dan cuenta del problema que afrontan

Carlos Montero - Jueves, 23 de Agosto

Los ciudadanos alemanes no se dan cuenta del problema que afrontanRealmente creo que los alemanes no se dan cuenta del problema que afrontan. La mayoría de los ciudadanos alemanes quieren que Grecia salga del euro, se muestran contrarios a incrementar la ayuda a los países periféricos en problemas, contrarios a la emisión de los eurobonos, contrarios a que el BCE compre bonos italianos o españoles…en suma, contrarios a todo lo que implique una mayor carga financiera, o asumir cualquier medida que pueda dañar su propia economía.

Ahora bien, lo que seguramente no sabe la mayoría de los alemanes, o prefieren no saber, es que una potencial ruptura de la zona euro tendría graves consecuencias para su economía. Veamos por qué:


El valor del euro, aún en los momentos de mayor fortaleza, habría sido significativamente más débil que el marco alemán de seguir existiendo. Alemania, una de las economías exportadoras mayores del mundo, se está viendo  muy favorecida de esta debilidad de la divisa. El país tiene menos competencia de otros países de la zona euro, como Francia, Italia o España, cuyas exportaciones se verían sensiblemente favorecidas en caso de vuelta a sus propias divisas. Alemania también consigue una ventaja competitiva frente a otros competidores externos.


El Consejo de Expertos de Alemania ven una pérdida potencial de no menos de 3 billones de euros en un escenario de ruptura de la zona euro. Otros expertos se pronuncian en el mismo sentido. El economista jefe de Allianz, Michael Heise, ve una apreciación del 15-20% en el marco alemán llevaría a una caída del 5% en el PIB de Alemania al año.

 

Heise dice: “Durante 4 o 5 años después de una potencial ruptura del euro, la economía probablemente sufra una pérdida de producción de al menos un 25% comparado con el desarrollo normal de su economía en caso de no ruptura”.


Y eso simplemente sería el efecto que tendría en su economía vía reducción de sus exportaciones. No está computada la repercusión económica por la exposición directa que las empresas españolas tienen en las economías de España e Italia.  Ni las pérdidas de su sector financiero por la tenencia de bonos periféricos. Ni…


En la mente de un ciudadano alemán se ha instaurado con firmeza que los ciudadanos de los países periféricos trabajan menos, de forma menos eficiente, y se jubilan antes (aunque los datos de la OCDE no apuntan en este sentido), por lo que simplemente, no merecen su ayuda económica. Bien, va a ser difícil cambiar eso, pero lo que será más fácil es mostrarle con toda crudeza que no estamos ante un escenario de optar entre ayudar a los periféricos y que se mantengan en la zona euro, y no ayudarles, que salgan de la zona euro y que el resto se mantenga como si nada hubiera pasado.


No, los alemanes deberán optar entre tragarse el orgullo y sus ideas preconcebidas (y equivocadas), ayudando a países como España o Italia, o permitir que la zona euro se rompa y asumir una penalización económica mucho mayor, y durante mucho más tiempo, de la cuantía de la ayuda.


Esa es la elección, aunque ellos aún no se han dado cuenta.




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