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Los gastos, los pagos, y los arreglos

Santiago Niño Becerra - Jueves, 25 de Febrero De la estancia del Señor Mariano Rajoy en Cataluña el pasado Viernes 19 pueden extraerse diversas conclusiones: "Tiene que haber una rectificación económica a lo grande", dijo (El País 20.02.2010, Pág. 11), ilustración rectificación respecto al camino que se está recorriendo, a la dirección tomada, al vehículo utilizado. OK, para recorrer, ¿qué camino?; para tomar, ¿qué dirección?, para utilizar, ¿qué tipo de vehículo?.

El líder del principal partido de la oposición dijo que no era de recibo que la Administración pagase las facturas de lo que compra a una media de 139 días (creo que si se añadiesen los consumos de los entes locales el plazo sería superior, pero bueno); totalmente de acuerdo, no lo es, pero, ¿de dónde van a salir los fondos para que la Administración pueda reducir su plazo de pago si él mismo reclama una reducción de impuestos y la actividad económica se desacelera más y más y, con ello, la recaudación?.

En el fondo la afirmación del Señor Rajoy abre la puerta a un debate siempre soslayado por molesto, un debate que liga con lo antes apuntado. Vamos a ver, ¿qué debería hacer la Administración: incrementar sus ingresos a base de aumentar las contribuciones fiscales o reducir el gasto público a fin de adaptarlo a los ingresos de los que en cada momento disponga?. Nadie ha entrado (aún) en esa disyuntiva porque es fea, complicada, y tiene costes (políticos), pero mucho más pronto que tarde habrá que entrar, por eso vuelvo a decir por enésima vez que se debería empezar a analizar si lo que se gasta se está gastando bien, y en eso tampoco nadie quiere entrar: ni el Gobierno ni la oposición, porque también es feo y, según como se mire, más feo que lo otro.

La oposición. ¡Por fin”. ¡Por fin (que yo sepa) el principal partido de la oposición dice cosas concretas y de forma concatenada y relacionada con respecto a posibles medidas a adoptar. Superrecomendable: lean la entrevista al Señor Cristóbal Montoro que El País publicó el pasado 20 de Febrero, léanla y verán que las propuestas del principal partido de la oposición, al igual que las del Gobierno, tampoco van al núcleo del problema: no están dirigidas a cambiar el modelo productivo (España solita tampoco puede, pero eso es otra historia); son sólo parte de un maquillaje diferente: no dicen nada sobre la productividad, ni sobre la estructura del PIB; son medidas que, de otra manera, siguen, en definitiva, con lo mismo. ¡Vaya!, tanto el partido en el Gobierno como el principal partido de la oposición dicen cosas que, más o menos, combinan con su color, pero pienso que nada resuelven, ¿por qué?, pues porque, pura y simplemente, no pueden porque salir no está en su mano (en la mano de los políticos).

El Señor Cristóbal Montoro dice que el Gobierno ha arruinado al país para activar la economía y crear empleo, y sí, así es, y se deja algo: de forma temporal: a la que los efectos de esas ayudas desaparezcan volveremos al punto de partida, pero es que en el fondo daba igual: la ruina era inevitable porque detrás de la economía española había muy poca sustancia y mucha dependencia, del mismo modo que inevitable era la destrucción de empleo que se ha producido: al acabarse el crédito -el combustible y el lubricante del actual modelo- esa población activa dejó de ser necesaria, así de simple.

También dice que el Banco de España es incapaz de sanear el sector bancario. ¡Claro! Ese es un problema que supera de lejos las atribuciones, competencias y poderes reales del Banco de España; y en cuanto a bajar los impuestos a las empresas ... ¿por qué, hace cuatro años, cuando “España iba requetebien” las empresas se quejaban poco o muy poco de los impuestos?, pues porque tenían acceso al crédito y capacidad de endeudamiento, y ahora no tienen ni lo uno ni lo otro, es decir, muchas de las empresas españolas “iban bien” de forma asistida, ahora ya no las quieren ni en las UCIs, y eso no se arregla bajando impuestos.

El drama: “ni el uno ni el otro ni ninguno de los dos”: no existe solución interna porque el interior depende de lo que le ha llevado a estar como está, y no existe solución individual ni aquí ni en ninguna parte; por ejemplo, observen los mensajes del Partido Conservador británico: nada de nada: archiparecidos a los del Laborista. Entonces, ¿qué hacer?, pues intervenciones generales y coordinadas a nivel internacional, a nivel europeo, y aplicaciones a cada economía, en cada país. Claro que en ese decorado el papel de los políticos se vería un poco reducido, ¿no?.

(No se porque estoy escribiendo esto entre paréntesis sino estoy cambiando de tema. El 20%: expertos e instituciones dicen que la economía española debe hacer un ajuste del 20%. Antes España hubiese devaluado su moneda, ahora ha de hacerlo de otra manera: reduciendo salarios, dice el FMI. Ese 20%, de hecho, se ha convertido en una especie de mantra.

La cosa es que España debe “devaluar” el 20% para ganar competitividad, y tiene que hacer eso porque no puede mejorar su productividad. Pues bien, veámoslo de otro modo: lo que sucede es que “sobra” el 20% de España. Es decir, si se eliminase la parte que corresponde al 20% peor de la economía española se solucionarían muchos de sus problemas. Ahora, dirán: vale, y eso, ¿cómo se hace?).

(Costes: ¿no han de acabar pagándose?. ¿En qué se parece la propuesta-que-no-lo-es del Estado español de aumentar el número de años de cotización para acceder a una pensión y la situación que se está viviendo en Lufthansa?, pues en que ambas son un tema de costes. Lo que se ve de la propuesta-que-no-lo-es de aumentar el número de años de cotización es lo evidente: que la pensión media se reducirá, pero lo que no se ve es que con esa propuesta-que-no-lo-es el Gobierno está admitiendo que el desempleo va a continuar aumentando: de ahí su razonamiento: beneficia a quienes quedan en paro al final de su vida laboral. Lo de Lufthansa es de manual: la empresa quiere pasar de acuerdos y convenios y contratar personal en filiales extranjeras. Ya ven: pura cuestión de costes).

(¿Recuerdan todo lo que han leído aquí sobre los superproblemones que sу§e estaban gestando en la economía China, sobre lo mucho que las apariencias iban a engañar en relación con China, sobre lo débil y dependiente que la economía China en realidad era?, ¿si?, bueno, pues ya están empezando a salir cosas: “Harvard’s Rogoff Says “Horrible’ China Crisis May Trigger Regional Slump”” (http://www.bloomberg.com/apps/news?pid=20601087&sid=a4MydrE5VOEM&pos=5). ¡Oído cocina!).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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