La Carta de la Bolsa La Carta de la Bolsa

Mañana

Santiago Niño Becerra - Viernes, 16 de Octubre Es curioso (no: no lo es) que esté apareciendo una nueva preocupación: ilustraciónla inflación: como los Estados han inyectado y continúan inyectando cantidades masivas de pasta en el sistema, puede existir el peligro de que esa pasta, cuando se haya producido la recuperación, desencadene una oleada inflacionaria.

En este razonamiento se obvien dos elementos: 1) la inflación aparece cuando el consumo es mayor que la oferta (utilizo “consumo” y no “demanda” adrede), y 2) los precios pueden reducirse mejorando la productividad; y utiliza un razonamiento: el sistema va a continuar funcionando tal y como ha funcionado hasta ahora: a través de interacciones monetario-financieras donde manipulaciones de tipos de interés, oferta monetaria, cotización de valores y papel de los Estados, van a seguir siendo la esencia de escenario económico.

De entrada, pienso que lo que va a salir de esta crisis sistémica va a ser una realidad completamente diferente a la que ha dado lugar a la crisis sistémica que vamos a tener que pasar (que vamos a tener que pasar porque es inevitable debido a que es consecuencia de la evolución de las cosas); ¿por qué lo pienso?, pues porque es absurdo que se vuelva a una situación idéntica a la que ha provocado la crisis que produce el cambio. El último ejemplo lo tenemos en la Gran Depresión.

En consecuencia, los instrumentos que hasta ahora se han utilizado en la realidad y los elementos que hasta ahora han caracterizado la realidad, cambiarán. Esos instrumentos estaban orientados a evitar subidas de precios y a desactivarlas si se producían, y a reactivar las recesiones coyunturales que se iban desencadenando; el objetivo era el crecimiento a través del consumo -global- de todo lo imaginable, para eso la oferta -global- de todo no debía tener cortapisas. El reciente pasado y el presente son conocidos.

Pero eso sucedía en una atmósfera de desperdicio de recursos, de no auténtico aprovechamiento de factores, y de pagos y cobros virtuales de lo que se compraba y vendía. Y el futuro, pienso, va a ser justo al revés porque ese proceder, que ha dado lugar a aumentos espectaculares del PIB, aunque ficticios, se ha agotado.

El cambio sistémico que saldrá de esta crisis tendrá que ver con la eficiencia y con la productividad, y el consumo necesario, y la oferta medida, y con el objetivo del desperdicio cero. En un escenario como ese el desempleo del factor trabajo tal y como hoy lo entendemos si es un problema, ¿pero la inflación?.

Claro que siempre es posible inflar artificialmente los precios regulando la oferta o vía impositiva a fin de frenar el consumo para que el gasto en commodities sea menor de lo que es; pero esa inflación sería otra inflación completamente distinta.

(Se dice. En USA los apoyos continuarán hasta “bien entrado el 2010” (El País 10.10.2009, Pág. 28); a la vez la OCDE dice que entre el segundo y tercer trimestre del próximo año, España crecerá positivamente, pero que USA lo tiene chungo; y para acabarlo de arreglar, el Indice de Confianza de los Consumidores del reino cayo 9,2 puntos en Septiembre situándose en el mismo nivel que mostraba en Junio, siendo el apartado “Expectativas” el que más cayó: 10,8 puntos, lo que llevó a que la percepción de la situación económica de España retrocediera 12,9 puntos (Dossier Econу²mic 10-16.10.2009).

Mi impresión (la mía) es la de que, quienes pueden / tienen que hacerlo, están retocando la realidad. “¿Nos están engañando?”, dice el del fondo; eso no lo sé, pero lo que si pienso es que con un software tipo Adobe Photoshop se está componiendo una realidad más Light, menos agresiva, más digerible. Pasado mañana no va a servir de nada, claro, pero si mañana. Mañana).

(Uds. lo leyeron en lacartadelabolsa hace mucho, mucho: las entidades financieras españolas tiene subprime: los créditos, inmobiliarios y no, que serán impagados a medida que la población ocupada vaya perdiendo sus empleos y cuando a las empresas empiecen a lloverles las anulaciones de pedidos y los no-pagos; dijimos que esas era las spanish subprime; y bueno: ya está saliendo a la luz. Últimamente a sido Moody"s, pero un lector me ha remitido algo mucho más salvaje: esto: http://ftalphaville.ft.com/2009/08/21/68016/are-spanish-banks-hiding-their-losses/. Claro, todo esto se puede creer, o no, negar, matizar, pero las deudas que tienen las entidades financieras están ahí, y como todo el mundo deben de tener ingresos para pagar sus deudas, si no ...).

(Dentro de unos días hablaremos del tema más en detalle, va un anticipo. Pienso que no estamos en deflación, pero nos encaminamos hacia una situación deflacionaria, sin paliativos; ¿su causa?, el hundimiento del consumo (de casi todo); ¿el motivo de tal hundimiento?, la caída de la renta monetaria final (el dinero que se tiene en el bolsillo para llegar a fin de mes) y el agotamiento (hace ya tiempo) de la capacidad de endeudamiento. ¿Aumento del ahorro?, no, en absoluto: no-consumo, que no es lo mismo, es decir, imposibilidad de consumir: el ahorro es algo pensado, planificado, el no-consumo es algo, sí, pero a la desesperada).

Santiago Niño Becerra. Catedrático de Estructura Económica. Facultad de Economía IQS. Universidad Ramon Llull.

@sninobecerra

Santiago Niño-Becerra. Catedrático de Estructura Económica. IQS School of Management. Universidad Ramon Llull.




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