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MERCADOS:En busca de señales de los bancos centrales

Ronald Temple, estratega jefe de Lazard - Jueves, 25 de Enero

El mercado da por hecho que no habrá cambios de política monetaria en las primeras reuniones del año del Banco de Japón (BoJ) y el Banco Central Europeo (BCE), por lo que la atención se centrará en las señales sobre los futuros movimientos. La mayoría de los analistas espera que el BoJ ponga fin a los tipos de interés negativos en la reunión del 26 de abril, una vez concluidas las negociaciones salariales del shunto de primavera, “que ofrecerán una sólida indicación de si la oferta y la demanda internas, en lugar de las subidas de precios debidas a un yen japonés más débil, están impulsando un nivel de inflación más sostenible”, según Ronald Temple, estratega jefe de mercado de Lazard. La inflación subyacente de Japón subió al 3,7% en diciembre, el nivel más alto desde 1982. Actualmente, los mercados están valorando la primera subida de 10 puntos básicos (hasta un tipo objetivo del 0%) en la reunión del 14 de junio.

“Cuanto más espere el BoJ para subir los tipos, más difícil podría resultar. Aunque estoy de acuerdo en que es prematuro endurecer la política monetaria en Japón tras más de 20 años de inflación indeseablemente baja, el margen de maniobra del BoJ para hacerlo más tarde podría verse limitado si la Fed, el BCE y el Banco de Inglaterra (BoE) están relajando su política monetaria cuando el BoJ decida endurecerla. Los otros bancos centrales son importantes en la medida en que cualquier reducción significativa del diferencial de tipos de interés entre Japón y sus principales socios comerciales podría dar lugar a una apreciación relevante del yen, con efectos perjudiciales para los exportadores. Además, una apreciación del yen también reduciría la inflación nacional, ya que el precio de los bienes importados disminuiría. En definitiva, no tengo claro que el BoJ vaya a alcanzar el nivel de tipos que algunos anticipan actualmente”, comenta.

El foco en la reunión del BCE del jueves estará puesto en cualquier indicio de moderación. “A la luz de los múltiples discursos de línea dura de hace dos semanas (Lagarde, Holzmann, Lane, Nagel) y de la publicación de las actas que indicaban que el Consejo de Gobierno no debía acomodarse a las expectativas del mercado, cualquier suavización del tono sería sorprendente. Los mercados sugieren actualmente un 68% de probabilidades de que se produzca el primer recorte de tipos de 25 puntos básicos en la reunión  del 11 de abril. A finales de 2023, esta cifra se situaba en el 170%, lo que implicaba que un recorte era un hecho y que el BCE podría realizar un segundo recorte en abril. Desde entonces, el mercado ha revaluado sus expectativas de recortes para todo el año 2024 hasta un total de 132 puntos básicos, por debajo de los 164 puntos básicos de finales de 2023”, explica Temple. 

Otras referencias

El estratega de Lazard sostiene que las previsiones apuntan a que el PIB de EEUU del cuarto trimestre de 2023, que se difundirá también el jueves, desacelere bruscamente hasta el 2,0% desde el fulgurante 4,9% del tercer trimestre. Pero apunta que un consumo más fuerte podría elevar la cifra en el margen. Hay que tener en cuenta que  el índice de confianza de la Universidad de Michigan, publicado la semana pasada, alcanzó 78,8, su nivel más alto desde julio de 2021 y que las ventas minoristas superaron las expectativas, con una subida del 0,6% intermensual frente al 0,4% previsto, y del 0,8% en el grupo de control (que excluye varios componentes volátiles) frente al 0,2% esperado.

Un día después de conocerá el Deflactor del Consumo/PCE de EEUU, el indicador de precios preferido de la Fed, recuerda Temple. Se estima que tanto la inflación general como la subyacente  aumenten en diciembre hasta el 0,2% intermensual (frente al -0,1% de noviembre para la general y el 0,1% para la subyacente), y que el deflactor interanual del PCE se mantenga en el 2,6%, mientras que el subyacente baje del 3,2% al 3,0%. 

Además, se espera que los PMI (de la Eurozona, Francia, Alemania, Japón, Reino Unido y EEUU) del sector manufacturero mejoren marginalmente y los de servicios se suavicen, mientras que la confianza de los consumidores europeos se situaría en -14 desde -15 intermensual. “Históricamente, un nivel superior a -17 (es decir, menos negativo) corresponde a un aumento de las ventas al por menor. La confianza de los consumidores debería mejorar en 2024 a medida que aumenten los salarios reales gracias a la subida de los salarios y la caída de la inflación”, asegura. 

Datos de la semana pasada

Los datos económicos de China fueron desiguales en diciembre. Mientras que la producción industrial y la inversión en activos fijos se aceleraron ligeramente más de lo previsto, las ventas minoristas y las métricas relacionadas con el sector inmobiliario fueron más débiles de lo esperado: los precios de la vivienda cayeron 45 puntos básicos intermensuales, lo que representa el séptimo mes consecutivo de descenso de precios, y las ventas inmobiliarias retrocedieron un 12,7% en superficie y un 17,0% en valor, lo que supone un importante deterioro con respecto a noviembre, enfatiza Temple. Por otro lado, el PIB chino fue ligeramente inferior a lo previsto, con un 5,2% interanual (consenso: 5,3%). El crecimiento trimestral secuencial se ralentizó hasta el 1,0% en el cuarto trimestre, frente al 1,5% del tercer trimestre, a pesar de las medidas de estímulo en curso.

En Reino Unido, la inflación sorprendió al alza en los precios generales, subyacentes y de los servicios. “Componentes volátiles como el tabaco y el alcohol impulsaron parte de la subida, pero con un IPC subyacente del 0,6% intermensual y una inflación de los servicios del 6,4% interanual, disminuyeron las esperanzas de un pronto recorte de los tipos por parte del BoE. Al cierre del viernes, los mercados descuentan 110 puntos básicos de recortes de tipos hasta finales de año, frente a 172 puntos básicos que preveían al finalizar 2023”, concluye.




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